Sr. cocinero, no le vaya con el cuento al capitán, que por aquí no entra y no debe enterarse del caso...la propuesta es simple:
Una vez en el mar, dejamos de ser corsarios y nos mudamos al traje pirata, que es más llevadero pa las calores, si alguien no está de acuerdo, lo colgamos de una jarcia.
Nuestro primer destino: Mónaco. Asalto feroz y despiadado, la sangre correrá por las avenidas hasta inundar el paseo marítimo, reventamos el casino y luego ya haremos cuentas...convertimos el principado en nuestra particular isla Tortuga y yo me quedo con Carolina, que le tengo de siempre muchas ganas...si te apuntas con nosotros te dejo a la Estefanía.
