Mensajepor GUAN-ACHINECH » 24 Abr 2010 23:41
Esta me la sé ..............
"Fue en el barco de su Majestad, "Salisbury" en el año 1747. El lo relata en su libro "Tratado del Escorbuto", en la siguiente forma: escogió 12 pacientes con síntomas declarados de escorbuto, los más parecidos posible. Los colocó juntos en un lugar y a todos les dio la misma dieta: "en la mañana agua endulzada con azúcar, un caldo de cordero para el almuerzo, jaleas y bizcochos preparados con azúcar. Para la comida, cebada, pasas, arroz, grosellas, sagú y vino.
Con esta dieta basal, los separó en seis grupos, de dos personas cada uno. Al primer grupo agregó a su dieta un cuarto de cidra al día. A otros dos, 25 gotas de un elixir de vitriolo, tres veces al día, para que hicieran gárgaras (el vitriolo es ácido sulfúrico, que en este caso estaba diluido). A la tercera pareja le dio dos cucharaditas de vinagre, tres veces al día. Al cuarto grupo le dio a beber una pinta de agua de mar todos los días. Al quinto grupo, le prescribió nuez moscada en una pasta que recomendaban los médicos del hospital, tres veces al día. Ella incluía picado de ajo, semillas de mostaza, tamarindo y crema tártara.
El último grupo recibió un par de naranjas y limones, repartidos tres veces al día. Los resultados del experimento fueron claros. El grupo que recibió cidra tuvo alguna mejoría, pero los que recibieron los cítricos mejoraron espectacularmente. Lind escribe: los que recibieron las naranjas y los limones, experimentaron un efecto rápido y visible. A los seis días aun tenían algunos signos en las encías, pero cuando el Salisbury llegó al puerto de Plymouth el 16 de Junio, ya estaban en perfecto estado de salud.
Es así como Lind no sólo descubrió el tratamiento del escorbuto cuando aún ni se conocía la vitamina C, sino que además tuvo el mérito de desarrollar el primer ensayo clínico comparado. Esta idea que ahora parece tan simple y lógica, en ese tiempo marcó una revolución. Claro que ese experimento con tan escaso número de pacientes en cada grupo, seguramente que habría sido rechazado por las revistas científicas de hoy, como también se habrían rechazado muchas de las experiencias de Pasteur. Afortunadamente en ese tiempo no había pares evaluadores."