Me apena profundamente que entre los deportistas aficionados que tenemos la gran suerte de conocer y practicar Tiro Dinámico IPSC, se produzcan discusiones, en algunos casos acaloradas, entre los clubes organizadores de competiciones, y los críticos que en algún momento ejercemos nuestro derecho a esa crítica.
Yo soy el Decano en esa práctica. En el año 1992 Siendo colaborador de la Revista Armas y Municiones, hice un análisis sobre una de las primeras competiciones que se organizaron bajo la tutela de la RFEDETO. Los señalados por mí en el artículo escrito utilizaron los mismos medios que ahora. Azuzar a los organizadores de la competición contra mí, que cargados de sus razones, enviaron una carta para que fuera publicada en la revista con la clara intención de vilipendiarme, como respuesta a mis críticas. ¡Qué casualidad! La situación fue análoga, y los actores parecidos.
Con esto quiero, decir que una situación producida por errores de personas que ejercen la potestad de hacer cumplir las reglas, si no saben y causan perjuicios a algún participante no tienen responsabilidad alguna. No se debe permitir que este árbitro se ampare en: El principio de autoridad y credibilidad que emana del propio cargo, sin ser responsable de los daños morales causados por su mala praxis. Esa autoridad esta concedida por el estamento superior, que le ha investido para ejercerla, pero debe a su vez debe ser responsable de ello.
Si algo tiene insuperable este deporte son las reglas emanadas de un reglamento que cumpliéndo de forma escrupulosa, no da margen a cometer errores. Este reglamento fue creado perfecto para la práctica del deporte sin el menor riesgo, y solamente la adición de nuevas reglas, supuesta mente para mejorarlo, ha conseguido lo contrario. Tanto es así, que los verdaderos creadores de este deporte, se han separado con las siglas USPSA para poder mantener los usos y valores primigenios.
Pero ciñéndose a los hechos que han suscitado este lamentable, pero a la vez oportuna situación, vamos a analizar de forma clara y sucinta, como podría haberse evitado.
Este debió ser el proceso: El Mach director diseña la competición, escoge los ejercicios de los que se compone la misma y se envían a su aprobación por la Comisión Técnica formada por tiradores expertos (no confundir con árbitros) y pasan su aprobación comprobando que se ajustan a las reglas.
Posteriormente se montan físicamente en el campo y el RM responsable, vuelve a realizar la comprobación. Si todo es correcto, los RO y las personas que participan en el Pre-Mach, vuelven a realizar el proceso, para detectar que todos los aparatos móviles, la distancia y dirección es la correcta para todos los disparos y con todo esto, la competición esta lista para comenzar.
Si todas estas reglas se hubiesen cumplido, no hubiera podido suceder este lamentable suceso, que en mi opinión fue lamentable, por sí mismo y por lo repetitivo que sucede.
Si a esto le añadimos como agravante la intervención de personas: unas inexpertas y otras henchidas de prepotencia, incompetencia y probada mala fe. Aquí tienen amigos el coctel que ha provocado esta situación que se venía anunciando, al menos yo lo he hecho muchas veces.
