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rmas.es REPORTAJE ESPECIAL
alcanzan los 4 años de vida. Para calcular
la edad aproximada de uno de estos cerdos
salvajes se suele recurrir a la medición de
sus colmillos o navajas (sobre todo en los
jabalís machos). Hasta que cumplen tres
años, los dientes de estos animales crecen
de forma gradual. Así, contra más anchos y
largos sean los colmillos del jabalí, de
mayor edad será el animal apresado. Otro
de los elementos que nos ayudarán a calcu-
lar la edad estimada del macareno será ver
el tono de su pelaje, ya que recordemos que
se vuelve más canoso a medida que el jaba-
lí va cumpliendo años.
La presencia del jabalí es claramente visi- Los cebaderos, tanto naturales como artificiales, son frecuentemente utilizados por los cazadores de jabalís. Sobre estas líneas vemos a un sus scrofa
ble en muchas áreas. Especialmente evi- comiendo patatas y otros frutos de forma relajada. A su derecha, un cebadero artificial creado por el hombre para que los animales entren a comer.
dentes son las huellas de su actividad exca-
vadora en prados, pastizales y cultivos. Son En el blanco
característicos los bañaderos o charcos
donde acuden a remozarse en un lodazal de Últimamente se
barro. Al salir del baño se suelen restregar han visto jabalís
contra un árbol para quitarse el barro, en el muy cerca de los
cual quedan los parásitos. Es también pro- núcleos urbanos,
pio de estos animales el hecho de dar algu- incluso en la playa
na tarascada al árbol, el cual queda marca-
do y nos da una pista sobre el tamaño de la
pieza que estamos acechando. Por último,
no debemos olvidarnos del incremento de
En el blanco Al jabalí le encantan las bañaderas y remozarse en lodazales y pequeñas charcas como la de esta ima- caza que se hallan en España tienen permi-
gen. Es uno de sus pasatiempos favoritos, y una pista de que en la zona hay algún ejemplar. so para abatir al jabalí. Dependiendo de la
Las leyes de caza tradición, la orografía del terreno, o de los
autonómicas está completamente regulada. En cada coordinación con las delegaciones territo- propios gustos de los partícipes de cada
regulan los días y Comunidad Autónoma española se estable- riales de las Federaciones de Caza, suelen coto, la modalidad venatoria elegida para
formas de caza cen unas condiciones y un periodo cinegé- establecer un calendario cinegético para la cazar al jabalí varía. Todas ellas son igual
del jabalí tico para poder abatir a este animal. Por lo temporada de jabalí. Fuera de este calenda- de adictivas y excitantes, aunque cada una
general, durante la época de veda (que rio general existen otros permisos tempora- requiere de su propia técnica y posee sus
la población de jabalí que estamos experi- suele ir de septiembre-octubre a enero- les que están destinados a controlar la can- incuestionables particularidades. A conti-
mentando en España en los últimos años, el febrero) se suele prohibir dar caza a las tidad de gorrinos en zonas o regiones nuación, analizaremos detenidamente algu-
cual parece estar relacionado con el sustan- hembras de jabalí que vayan seguidas de donde exista una superpoblación. nas de las más extendidas entre los cazado-
cial abandono del campo por parte de la rayones. Igualmente, también se suele res nacionales.
población rural, así como por la reducción vetar la caza de crías de jabalí en sus dos Precisamente la sobrepoblación de jabalís
de tierras de labor que ello conlleva, trans- primeros años de vida. El objetivo de estas es un factor casi indiscutible en nuestros El popular “ganchito”
formadas paulatinamente en áreas de mato- limitaciones es proteger la especie, permi- tiempos. En solitario o en pequeñas piaras, Fuertemente arraigado en la mitad norte
rral utilizables por la especie. A este incre- tir que crezca y se desarrolle en libertad, y no resulta extraño ver a estos mamíferos del país, el gancho es una de las prácticas
mento de ejemplares contribuye sin duda la fomentar el abatimiento de ejemplares cada vez más cerca de entornos urbanos. cinegéticas más comunes para cazar jaba-
extraordinaria tasa reproductiva del ani- adultos y de un tamaño más consolidado. Incluso, este verano se ha podido ver a lís. A groso modo, esta disciplina consiste
mal, así como la escasez de predadores Las consejerías de Medio Ambiente, en varios ejemplares bajando a buscar comida en perseguir y acechar al animal mediante
naturales. hasta las playas catalanas. Esta gran canti- el uso de diversos perros rastreadores. Por
dad de cerdos salvajes, unido al descenso lo general, se suelen utilizar un máximo de
Una caza regulada de la actividad de la caza menor, ha propi- 30 canes de rastro, los cuales van peinando
A pesar del elevado aumento de jabalís en ciado que el interés por cazar estos anima- o cubriendo una determinada extensión de
nuestro territorio, la caza de este animal les se haya disparado en nuestro país, hasta terreno o mancha, guiados por el buen ins-
el punto que la mayor parte de los cotos de tinto del perrero. Dicho terreno cuenta con
unos puestos de caza, ubicados en las posi-
bles zonas de escape de los jabalís, donde
los cazadores esperan la posible llegada del
animal acosado por los perros. Esta popu-
lar modalidad se suele llevar a cabo en
pequeños entornos rurales, o en sociedades
de caza de no demasiados miembros. Y es
El remate de la pieza a cuchillo es una práctica muy habitual en los ganchos. Hay que andar con cuida- En algunos países como Estados Unidos, donde se permite la caza mayor con arma corta, el jabalí es
do, ya que un jabalí herido puede resultar muy peligroso tanto para los perros como para el cazador. un animal que se presta a este tipo de lances, tanto por su envergadura como por su fuerza.
alcanzan los 4 años de vida. Para calcular
la edad aproximada de uno de estos cerdos
salvajes se suele recurrir a la medición de
sus colmillos o navajas (sobre todo en los
jabalís machos). Hasta que cumplen tres
años, los dientes de estos animales crecen
de forma gradual. Así, contra más anchos y
largos sean los colmillos del jabalí, de
mayor edad será el animal apresado. Otro
de los elementos que nos ayudarán a calcu-
lar la edad estimada del macareno será ver
el tono de su pelaje, ya que recordemos que
se vuelve más canoso a medida que el jaba-
lí va cumpliendo años.
La presencia del jabalí es claramente visi- Los cebaderos, tanto naturales como artificiales, son frecuentemente utilizados por los cazadores de jabalís. Sobre estas líneas vemos a un sus scrofa
ble en muchas áreas. Especialmente evi- comiendo patatas y otros frutos de forma relajada. A su derecha, un cebadero artificial creado por el hombre para que los animales entren a comer.
dentes son las huellas de su actividad exca-
vadora en prados, pastizales y cultivos. Son En el blanco
característicos los bañaderos o charcos
donde acuden a remozarse en un lodazal de Últimamente se
barro. Al salir del baño se suelen restregar han visto jabalís
contra un árbol para quitarse el barro, en el muy cerca de los
cual quedan los parásitos. Es también pro- núcleos urbanos,
pio de estos animales el hecho de dar algu- incluso en la playa
na tarascada al árbol, el cual queda marca-
do y nos da una pista sobre el tamaño de la
pieza que estamos acechando. Por último,
no debemos olvidarnos del incremento de
En el blanco Al jabalí le encantan las bañaderas y remozarse en lodazales y pequeñas charcas como la de esta ima- caza que se hallan en España tienen permi-
gen. Es uno de sus pasatiempos favoritos, y una pista de que en la zona hay algún ejemplar. so para abatir al jabalí. Dependiendo de la
Las leyes de caza tradición, la orografía del terreno, o de los
autonómicas está completamente regulada. En cada coordinación con las delegaciones territo- propios gustos de los partícipes de cada
regulan los días y Comunidad Autónoma española se estable- riales de las Federaciones de Caza, suelen coto, la modalidad venatoria elegida para
formas de caza cen unas condiciones y un periodo cinegé- establecer un calendario cinegético para la cazar al jabalí varía. Todas ellas son igual
del jabalí tico para poder abatir a este animal. Por lo temporada de jabalí. Fuera de este calenda- de adictivas y excitantes, aunque cada una
general, durante la época de veda (que rio general existen otros permisos tempora- requiere de su propia técnica y posee sus
la población de jabalí que estamos experi- suele ir de septiembre-octubre a enero- les que están destinados a controlar la can- incuestionables particularidades. A conti-
mentando en España en los últimos años, el febrero) se suele prohibir dar caza a las tidad de gorrinos en zonas o regiones nuación, analizaremos detenidamente algu-
cual parece estar relacionado con el sustan- hembras de jabalí que vayan seguidas de donde exista una superpoblación. nas de las más extendidas entre los cazado-
cial abandono del campo por parte de la rayones. Igualmente, también se suele res nacionales.
población rural, así como por la reducción vetar la caza de crías de jabalí en sus dos Precisamente la sobrepoblación de jabalís
de tierras de labor que ello conlleva, trans- primeros años de vida. El objetivo de estas es un factor casi indiscutible en nuestros El popular “ganchito”
formadas paulatinamente en áreas de mato- limitaciones es proteger la especie, permi- tiempos. En solitario o en pequeñas piaras, Fuertemente arraigado en la mitad norte
rral utilizables por la especie. A este incre- tir que crezca y se desarrolle en libertad, y no resulta extraño ver a estos mamíferos del país, el gancho es una de las prácticas
mento de ejemplares contribuye sin duda la fomentar el abatimiento de ejemplares cada vez más cerca de entornos urbanos. cinegéticas más comunes para cazar jaba-
extraordinaria tasa reproductiva del ani- adultos y de un tamaño más consolidado. Incluso, este verano se ha podido ver a lís. A groso modo, esta disciplina consiste
mal, así como la escasez de predadores Las consejerías de Medio Ambiente, en varios ejemplares bajando a buscar comida en perseguir y acechar al animal mediante
naturales. hasta las playas catalanas. Esta gran canti- el uso de diversos perros rastreadores. Por
dad de cerdos salvajes, unido al descenso lo general, se suelen utilizar un máximo de
Una caza regulada de la actividad de la caza menor, ha propi- 30 canes de rastro, los cuales van peinando
A pesar del elevado aumento de jabalís en ciado que el interés por cazar estos anima- o cubriendo una determinada extensión de
nuestro territorio, la caza de este animal les se haya disparado en nuestro país, hasta terreno o mancha, guiados por el buen ins-
el punto que la mayor parte de los cotos de tinto del perrero. Dicho terreno cuenta con
unos puestos de caza, ubicados en las posi-
bles zonas de escape de los jabalís, donde
los cazadores esperan la posible llegada del
animal acosado por los perros. Esta popu-
lar modalidad se suele llevar a cabo en
pequeños entornos rurales, o en sociedades
de caza de no demasiados miembros. Y es
El remate de la pieza a cuchillo es una práctica muy habitual en los ganchos. Hay que andar con cuida- En algunos países como Estados Unidos, donde se permite la caza mayor con arma corta, el jabalí es
do, ya que un jabalí herido puede resultar muy peligroso tanto para los perros como para el cazador. un animal que se presta a este tipo de lances, tanto por su envergadura como por su fuerza.