Page 26 - Periodico 43 - Armas.es
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armas.es ENTRE PROFESIONALES
Aquí también sangramos
La necesidad de saber cómo, cuándo y por qué se producen bajas en las filas policiales
Ernesto Pérez Vera
Sé que lo he dicho y redicho Hay que aprender a responder de forma adecuada ante una situación de peligro. Oficiales de policía estadounidenses portando el féretro de un compañero.
muchas veces —hasta se me ha
criticado por insistir en ello—,
pero la situación no me permite
obviarlo y regreso con lo mismo.
A tenor de las noticias, parece
que en nuestro país cada día se
producen más situaciones poli-
ciales que requieren del uso del
arma de fuego. Aunque en los
años 80 yo era un crío —natural-
mente me refiero al siglo XX—,
recuerdo que la situación estaba
disparatada en cuanto a atracos y
atentados terroristas, casi siem-
pre con luctuosos resultados.
Capitales de provincia, ciudades
“menores” y pueblos se vieron,
como si de una enfermedad se
tratara, contagiadas por el “arriba
las manos, esto es un atraco”.
Hoy, a veces, parece que no hay
tanta distancia con aquellas pre-
téritas fechas —a excepción de
los atentados terroristas, que
ahora se dan menos—.
Rara es la semana que no conoce- Diversas instantáneas de sucesos con armas de fuego acaecidos en España en los últimos años. A la izquierda, observamos a una persona abatida en el suelo. La
mos la perpetración de un atraco misma circunstancia se refleja en la fotografía central (publico.es 27-11-2008). A la derecha, entierro de un agente de la Guardia Civil (elpais.com 18-12-2002).
a una sucursal bancaria, joyería,
peletería, gasolinera, etc. cial) o en el trascurso de otras Poner en marcha un proyecto de sodios en los que por tener la tercer proyectil lo alcanzó (todos
Ciertamente esto ha existido acciones policiales cotidianas. La los disparos tocaron al atacante).
siempre, pero se me antoja, nue- sangre vertida es a veces la de los esta naturaleza supondría la obligación y necesidad de dispa- Lo lamentable es que un proyec-
vamente a tenor de los datos que malvados delincuentes —la bus- til atravesó el cuerpo del delin-
nos son proporcionados, que en caron y la encontraron—, otras, inversión de tiempo y dinero. De rar, agentes de policía de nuestro cuente, rebotó en el suelo —
la actualidad los disparos “vue- la de los siempre mal comprendi- quizá pared— e hirió a un transe-
lan” en mayor número que antes. dos policías; y en ocasiones, la de lo primero sobra casi siempre a país hirieron a sus acometedores únte al que provocó lesiones muy
Sea como fuere, en los últimos personas ajenas a cualquiera de graves. Existió sobrepenetración
años demasiada sangre ha sido las partes. Esto último, si se me quienes tienen que tomar la deci- o incluso acabaron con sus vidas. (presente en muchísimas casos
derramada en el pavimento de permite, es más doloroso aún. documentados).
nuestras ciudades, y sigue pasan- sión, y lo segundo nunca quiere Otros casos nos estremecen En el caso del municipio sevilla-
do... Conocida esta realidad por quie- no de San Juan se produjo otro
Al margen de los sucesos acaeci- nes mandan y gobiernan los cuer- soltarse, ni antes que sobraba, ni cuando recordamos que en nues- rebote, según todos los indicios
dos en los clásicos atracos, no pos de seguridad en nuestro país, (el caso está aún sin juzgar).
podemos olvidarnos de los aco- es decir la Administración al ahora que tras filas hubo Nuevamente un proyectil dispa-
metimientos que sufren los poli- final del camino, nunca se han
cías durante la identificación de efectuado estudios serios y con- vamos apreta- En el blanco fallecidos o Imagen de un atraco con rehenes a
personas (diligencia básica poli- trastados sobre las circunstancias dos. Puede que heridos. Pero una sucursal bancaria en la localidad
que se dan antes, durante y des- no interese Parece que no hay que de Tarifa (Cádiz). Año 2007.
Colocando una bandera a media asta pués de un enfrentamiento poli-
en memoria de un agente caído. cial armado. Nadie se ha plantea- mucho a casi ahora los dispa- olvidar que a
do firmemente si los agentes que nadie. De con- ros “vuelan” en veces salen a
trabajan armados saben emplear cluirse un estu- mayor número la luz sucesos
sus armas de fuego de modo dio y análisis en los que, de
seguro y desenvuelto, fuera de la
galería o campo de tiro (muchas sobre cómo, que antes modo involun-
veces tampoco dentro de las pro- cuándo y por tario, los agen-
pias canchas de tiro). Nadie ha
querido admitir jamás que la for- qué se producen tes produjeron
mación en esta materia es nimia
casi siempre e inexistente en oca- bajas en las filas de las fuerzas lesiones o pérdidas de vidas
siones. Nadie se atreve a decirlo
en voz alta y por ello algunos policiales, puede que el castillo humanas entre la población civil
desconocen estas circunstancias
que para otros son reales y coti- de naipes que algunos se han (daños colaterales, inocentes).
dianas.
montado se venga abajo. Puede Sólo por la cercanía extrema en
que a resultas del estudio haya el tiempo, amén de por el prota-
que aumentar los costes para sub- gonismo mediático del momento,
sanar los errores detectados recordaré el “Caso Puerta del
(ahora ya con datos). Sol” (Madrid 6-5-2010) y el
Posiblemente habría que admitir, acaecido el 25 de mayo de 2012
aunque fuese con la “boca peque- en San Juan de Aznalfarache
ña”, que lo que se venía enseñan- (Sevilla). En el primero de los
do y entrenando no sirve. No casos un agente de la Policía
salva vidas. Puede que incluso se Municipal de Madrid disparó a
desvele que fue contraproducente un sujeto que lo acometió con un
en algunos casos. arma blanca, a muy corta distan-
cia. El agente disparó tres veces
Y sigue pasando… contra su agresor, consiguiendo
Todos tenemos en la mente epi- que cesara la hostilidad cuando el
Aquí también sangramos
La necesidad de saber cómo, cuándo y por qué se producen bajas en las filas policiales
Ernesto Pérez Vera
Sé que lo he dicho y redicho Hay que aprender a responder de forma adecuada ante una situación de peligro. Oficiales de policía estadounidenses portando el féretro de un compañero.
muchas veces —hasta se me ha
criticado por insistir en ello—,
pero la situación no me permite
obviarlo y regreso con lo mismo.
A tenor de las noticias, parece
que en nuestro país cada día se
producen más situaciones poli-
ciales que requieren del uso del
arma de fuego. Aunque en los
años 80 yo era un crío —natural-
mente me refiero al siglo XX—,
recuerdo que la situación estaba
disparatada en cuanto a atracos y
atentados terroristas, casi siem-
pre con luctuosos resultados.
Capitales de provincia, ciudades
“menores” y pueblos se vieron,
como si de una enfermedad se
tratara, contagiadas por el “arriba
las manos, esto es un atraco”.
Hoy, a veces, parece que no hay
tanta distancia con aquellas pre-
téritas fechas —a excepción de
los atentados terroristas, que
ahora se dan menos—.
Rara es la semana que no conoce- Diversas instantáneas de sucesos con armas de fuego acaecidos en España en los últimos años. A la izquierda, observamos a una persona abatida en el suelo. La
mos la perpetración de un atraco misma circunstancia se refleja en la fotografía central (publico.es 27-11-2008). A la derecha, entierro de un agente de la Guardia Civil (elpais.com 18-12-2002).
a una sucursal bancaria, joyería,
peletería, gasolinera, etc. cial) o en el trascurso de otras Poner en marcha un proyecto de sodios en los que por tener la tercer proyectil lo alcanzó (todos
Ciertamente esto ha existido acciones policiales cotidianas. La los disparos tocaron al atacante).
siempre, pero se me antoja, nue- sangre vertida es a veces la de los esta naturaleza supondría la obligación y necesidad de dispa- Lo lamentable es que un proyec-
vamente a tenor de los datos que malvados delincuentes —la bus- til atravesó el cuerpo del delin-
nos son proporcionados, que en caron y la encontraron—, otras, inversión de tiempo y dinero. De rar, agentes de policía de nuestro cuente, rebotó en el suelo —
la actualidad los disparos “vue- la de los siempre mal comprendi- quizá pared— e hirió a un transe-
lan” en mayor número que antes. dos policías; y en ocasiones, la de lo primero sobra casi siempre a país hirieron a sus acometedores únte al que provocó lesiones muy
Sea como fuere, en los últimos personas ajenas a cualquiera de graves. Existió sobrepenetración
años demasiada sangre ha sido las partes. Esto último, si se me quienes tienen que tomar la deci- o incluso acabaron con sus vidas. (presente en muchísimas casos
derramada en el pavimento de permite, es más doloroso aún. documentados).
nuestras ciudades, y sigue pasan- sión, y lo segundo nunca quiere Otros casos nos estremecen En el caso del municipio sevilla-
do... Conocida esta realidad por quie- no de San Juan se produjo otro
Al margen de los sucesos acaeci- nes mandan y gobiernan los cuer- soltarse, ni antes que sobraba, ni cuando recordamos que en nues- rebote, según todos los indicios
dos en los clásicos atracos, no pos de seguridad en nuestro país, (el caso está aún sin juzgar).
podemos olvidarnos de los aco- es decir la Administración al ahora que tras filas hubo Nuevamente un proyectil dispa-
metimientos que sufren los poli- final del camino, nunca se han
cías durante la identificación de efectuado estudios serios y con- vamos apreta- En el blanco fallecidos o Imagen de un atraco con rehenes a
personas (diligencia básica poli- trastados sobre las circunstancias dos. Puede que heridos. Pero una sucursal bancaria en la localidad
que se dan antes, durante y des- no interese Parece que no hay que de Tarifa (Cádiz). Año 2007.
Colocando una bandera a media asta pués de un enfrentamiento poli-
en memoria de un agente caído. cial armado. Nadie se ha plantea- mucho a casi ahora los dispa- olvidar que a
do firmemente si los agentes que nadie. De con- ros “vuelan” en veces salen a
trabajan armados saben emplear cluirse un estu- mayor número la luz sucesos
sus armas de fuego de modo dio y análisis en los que, de
seguro y desenvuelto, fuera de la
galería o campo de tiro (muchas sobre cómo, que antes modo involun-
veces tampoco dentro de las pro- cuándo y por tario, los agen-
pias canchas de tiro). Nadie ha
querido admitir jamás que la for- qué se producen tes produjeron
mación en esta materia es nimia
casi siempre e inexistente en oca- bajas en las filas de las fuerzas lesiones o pérdidas de vidas
siones. Nadie se atreve a decirlo
en voz alta y por ello algunos policiales, puede que el castillo humanas entre la población civil
desconocen estas circunstancias
que para otros son reales y coti- de naipes que algunos se han (daños colaterales, inocentes).
dianas.
montado se venga abajo. Puede Sólo por la cercanía extrema en
que a resultas del estudio haya el tiempo, amén de por el prota-
que aumentar los costes para sub- gonismo mediático del momento,
sanar los errores detectados recordaré el “Caso Puerta del
(ahora ya con datos). Sol” (Madrid 6-5-2010) y el
Posiblemente habría que admitir, acaecido el 25 de mayo de 2012
aunque fuese con la “boca peque- en San Juan de Aznalfarache
ña”, que lo que se venía enseñan- (Sevilla). En el primero de los
do y entrenando no sirve. No casos un agente de la Policía
salva vidas. Puede que incluso se Municipal de Madrid disparó a
desvele que fue contraproducente un sujeto que lo acometió con un
en algunos casos. arma blanca, a muy corta distan-
cia. El agente disparó tres veces
Y sigue pasando… contra su agresor, consiguiendo
Todos tenemos en la mente epi- que cesara la hostilidad cuando el