Page 601 - Guia - Entrenando (para novatos como yo) - Armas.es
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sus efectos y somos más o menos conscientes de la forma en que nos afectan. La mayor parte de
los tiradores de alto nivel están ahí en gran parte gracias al trabajo que hicieron por aprender y
practicar sus habilidades de tiro, y son capaces de aprovechar a su favor estos factores. En este
sentido, la misma adrenalina que hace que se nos seque la boca, nos suden las manos, etc, también
hace que aumente nuestra agudeza visual, nuestro sentido del tacto y nuestra velocidad de captar el
momento preciso para efectuar el disparo.
Teniendo un plan de trabajo claro, es decir, procurando ejecutar correctamente todas las rutinas
previas y durante el disparo, obtendremos un número muy elevado de posibilidades de conseguir
realizar buenas tiradas y mejorar nuestros resultados.
Alguna vez, todos nosotros nos hemos preguntado qué debemos cambiar en nuestra rutina diaria para
mejorar. Incluso, a la hora de empuñar el arma pensamos si lo estamos haciendo correctamente, y
esos pensamientos en parte son causa de nuestros errores, ya que suelen darse con frecuencia a la
hora de efectuar el disparo, e impiden que lo hagamos con la calma necesaria. Los cambios que
decidamos efectuar en nuestra rutina, ya sea por consejo de otros o por que consideremos que nos
darán
mejores resultados y enriquecerán nuestra técnica, debemos hacerlos de forma programada y
dedicarles un tiempo de estudio suficiente para saber con seguridad que en realidad nos favorecen.
Tenemos que tener en cuenta que cualquier cambio en nuestra rutina tendrá, queramos o no, sus
efectos secundarios. El principal problema será casi siempre nuestra falta de paciencia, sobre todo,
cuando los primeros resultados sean negativos. Por ejemplo, si alguien decide que debe dejar de tomar
café porque eso le hará sentirse menos nervioso, debe tener en cuenta que la falta repentina de
suministro de cafeína al cuerpo puede crearle intensos y puntuales dolores de cabeza y de esa manera
mermar en gran medida su concentración.
El entrenamiento muscular es otro de los factores que pueden afectar en gran medida a nuestro
rendimiento. Si de repente se empieza a entrenar con pesas o se aumenta la intensidad del
entrenamiento, el resultado será una perdida de control muscular a la hora de ejecutar el disparo,
pudiendo incluso provocar gatillazos descontrolados. Por tanto, si el cambio puede afectar al estado
físico, se debe realizar con suficiente antelación y teniendo en cuenta el factor de aclimatación del
cuerpo, sobre todo, si se acerca alguna competición a corto plazo.
los tiradores de alto nivel están ahí en gran parte gracias al trabajo que hicieron por aprender y
practicar sus habilidades de tiro, y son capaces de aprovechar a su favor estos factores. En este
sentido, la misma adrenalina que hace que se nos seque la boca, nos suden las manos, etc, también
hace que aumente nuestra agudeza visual, nuestro sentido del tacto y nuestra velocidad de captar el
momento preciso para efectuar el disparo.
Teniendo un plan de trabajo claro, es decir, procurando ejecutar correctamente todas las rutinas
previas y durante el disparo, obtendremos un número muy elevado de posibilidades de conseguir
realizar buenas tiradas y mejorar nuestros resultados.
Alguna vez, todos nosotros nos hemos preguntado qué debemos cambiar en nuestra rutina diaria para
mejorar. Incluso, a la hora de empuñar el arma pensamos si lo estamos haciendo correctamente, y
esos pensamientos en parte son causa de nuestros errores, ya que suelen darse con frecuencia a la
hora de efectuar el disparo, e impiden que lo hagamos con la calma necesaria. Los cambios que
decidamos efectuar en nuestra rutina, ya sea por consejo de otros o por que consideremos que nos
darán
mejores resultados y enriquecerán nuestra técnica, debemos hacerlos de forma programada y
dedicarles un tiempo de estudio suficiente para saber con seguridad que en realidad nos favorecen.
Tenemos que tener en cuenta que cualquier cambio en nuestra rutina tendrá, queramos o no, sus
efectos secundarios. El principal problema será casi siempre nuestra falta de paciencia, sobre todo,
cuando los primeros resultados sean negativos. Por ejemplo, si alguien decide que debe dejar de tomar
café porque eso le hará sentirse menos nervioso, debe tener en cuenta que la falta repentina de
suministro de cafeína al cuerpo puede crearle intensos y puntuales dolores de cabeza y de esa manera
mermar en gran medida su concentración.
El entrenamiento muscular es otro de los factores que pueden afectar en gran medida a nuestro
rendimiento. Si de repente se empieza a entrenar con pesas o se aumenta la intensidad del
entrenamiento, el resultado será una perdida de control muscular a la hora de ejecutar el disparo,
pudiendo incluso provocar gatillazos descontrolados. Por tanto, si el cambio puede afectar al estado
físico, se debe realizar con suficiente antelación y teniendo en cuenta el factor de aclimatación del
cuerpo, sobre todo, si se acerca alguna competición a corto plazo.