Un familiar me lo ha señalado esta mañana. Corren malos tiempos para todos, y para las actividades que ya son "no esenciales", aunque lo fuesen en siglos pasados, más aún. Lo que salva a estos modernos espaderos, en parte, son los practicantes de esgrima antigua, que requieren piezas no demasiado glamurosas en los acabados, pero resistentes y equilibradas. Y que necesitan ser renovadas, pues son herramientas sometidas a un cierto maltrato.
Gracias por avisar al foro... ¡saludos!
