Cuando la abres y te encuentras esto...
Cuando después de varios años de pedagogía intensiva para que tu mujer comprenda tu afición a pesar de su rechazo inicial, te cuenta que sin que nadie le explique nada se ha enterado de cual es tu armería preferida, tu armero de confianza, se ha plantado allí sin tener ni idea, sintiéndose al entrar poco menos que en Mordor y le ha dicho: "soy la mujer de XXXXX y le quiero comprar un armero homologado de arma corta, que sé que le hace mucha ilusión"...
Ese día, ese día...
El día de HOY, amigos...
¡¡¡HUELE A VICTORIA!!!













Esto es la felicidad.

