Mensajepor RAngel » 06 Mar 2014 17:38
Hace tiempo, se trató este tema en el foro. Yo estudié este arma y cartucho con cierta profundidad, asesorado por dos documentados colegas del foro y realizando mi propia investigación en el museo del ejército de Toledo y en el de Artillería en Segovia (donde tuve el honor de ver las notas y trabajos sobre pólvoras efectuados por el mismísimo Proust).
No es mi intención entrar de nuevo en polémica (quizás la misma razón por la que esos dos expertos citados, que permanecen activos por otra parte, tampoco intervienen ahora), pero considero importante puntualizar ciertos extremos:
1º.- Los norteamericanos son muy fiables en relación a sus armas, pero respecto de las europeas cometen a veces errores notables, y deben de ser leídos con cierta atención.
2º.- En 1866 España compra 10.000 rifles a USA , estos eran de avancarga y habían sido utilizados durante la guerra civil en EE.UU., y transformados por Remington con su accion Rolling Block, preparadas para el calibre .58 Berdan, y mucho más tarde recamarados para el 11,4 x 57 R ó .43 Remington Reformado. En base a su buen resultado, en 1869 se efectúa una compra de 85.000 rifles y 10.000 carabinas adoptándolo como arma oficial. El calibre que predominó en estas compras, luego de varios ensayos, fue el 11,15x57 R Spanish Remington también conocido como 43 Spanish, que expresa claramente cual es su calibre (quizás convenga recordar que el calibre es el diámetro entre campos y no entre valles, y que el diámetro de una punta ha de ser ligeramente mayor que el calibre, pero sólo lo suficiente para que se vea obligada a tomar la estría, mucho menos llegar al diámetro entre valles, sobre todo si las puntas no son de plomo)
3º Los trabajos de Freire y Brull en la pirotécnica de Sevilla se centraron en el cartucho más que en el arma, y de hecho cuando se ajustaron los rifles al cartucho reformado (.43 Spanish reformado para los americanos, 11.4x57R para los españoles) simplemente se modificaron los elementos de punteria y se escarió la recámara, pero sin tocar los cañones, que seguían siendo los primitivos. Como se usaba también pólvora sin humo, las puntas se recubrieron de una camisa de cobre, cuya elasticidad permitía soportar el aumento de velocidad y presión correspondiente.
4º Existen muchos informes de los oficiales de colonias que incidían en el excesivo calentamiento que experimentaba sus cañones cuando se sometían a un fuego graneado. Probablemente se daba especialmente en los originales 11.15x57R. Sea por eso o porque no estuvieron demasiado tiempo en servicio en unidades militares de linea, pues pronto se vieron sustituidos por el 7 mm mauser, no he encontrado ninguna orden o resolución al respecto.
5º De lo dicho se deduce que bajo la denominación .43 Spanish uno puede encontrar calibres ligeramente diferentes que van desde el 11.15 al 11.65 de algunos Patria argentinos (nominalmente 45-70); por no hablar de los calibres escandinavos. No creo que nadie tenga una joya de los primeros 10000 comprados a USA en calibre .58 (si alguien lo posee se lo compro ya).
Conclusion: con independencia del origen de las vainas (la mejor solución es la derivada del 300 WM, pero con un reborde de latón soldado a la plata, mas elegante y limpio que el de la arandela) recomiendo que se mida bien el calibre de cada arma en cuestión y se coloque la punta adecuada. En el RB que yo estudié, cuyo diámetro entre valles era de 11.35 (.447"), las puntas adecuadas eran las mauser 43 (370 gr recalibradas a .445). Con ellas y 40 gr de 2F además de hacer cacahuetes podía disparar 30 cartuchos seguidos sin tener que usar guantes para tocar el cañón.
Cuando montaba puntas de 390 recalibradas a .451 e igual carga (las que habitualmente uso para el sharps 45-70), no lograba agrupaciones tan cerradas y el canón resultaba agresivo tras diez o doce disparos.
Si os sirve de algo me alegro, pero insisto MEDID el calibre real de vuestra arma antes de decidir la punta a emplear.