lincis escribió:Voy a compartir con vosotros una anécdota cuyos ingredientes son "puros", historia y una gran experiencia de combate.
Seguro que más de uno ha tenido en las manos un libro titulado Vencer. Los que provengan de la milicia y los que hicieron el servicio militar tiempo atrás raro será que no lo recuerden. Para los que no lo conozcan, se trataba de una especie de enciclopedia de la vida militar. Orden cerrado, de combate, armamento, tiro, táctica básica, régimen disciplinario, etc, etc. Vamos la herramienta perfecta para instruir a un recluta. Y de su utilidad, seguro que haber sobrepasado en mucho las 20 reediciones es un dato para sacar conclusiones.
Bueno, pues el autor de ese libro, D. Sinforiano Morón Izquierdo, era un personaje como para escribir un libro con su vida. Yo tuve la suerte de conocerle y el privilegio de merecer su amistad.
A grandes pinceladas os hago un esbozo sobre él. Se escapó del hospital donde estaba recuperándose de una pleura para alistarse como Alférez Provisional desde el comienzo de nuestra triste Guerra Civil. Después de conocer más de un frente se marchó voluntario con la División Azul. Cuando Franco decidió acabar con esa aventura y repatriar a la División. D. Sinforiano se enroló el la Legión Azul para continuar luchando en Rusia. Cuando Franco dijo que ni legiones ni leches, que os vengáis todos para España y no me compliquéis la vida, a un trís estuvo de dar el paso de formar parte de las Waffen SS.
Sólo los ruegos de su familia y novia le hicieron pensar dos veces su decisión. Al fin se impuso el corazón y se dejó de guerrear contra el comunismo.
Sin entrar en detalles, es de dar por cierto que D. Sinforiano tenía más que una ligera idea de combatir y guerrear. Era algo de lo que lo le gustaba alardear y, tener el privilegio de oírle contar alguna de sus vivencias era la prueba de ser digno de su confianza.
Como nos unía la afición por las armas, teníamos largas conversaciones sobre ellas. Como yo era joven e inquieto cada vez que tenía alguna novedad le invitaba a catar mi "última adquisición". Recuerdo lo mucho que le gustó mi Glock, una de las primeras que llegaron a España.
En una de estas, le pregunté que, ¿ porqué su generación tenía en tan alta estima a las "puro"?. Sobre todo él, que pudo guerrear con las "modernas" P-38. las FN 35, y otras en servicio en el Ejército Alemán. Él, pese a todo, seguía cargando con su puro por las estepas.
Sabéis cual fue su respuesta?
" Cuando andas revolcándote por el barro y luchando para seguir vivo un día más, sólo falta que se te meta una china en el hueco del martillo y que tengas que dispara y aquello no haga. PUM. con la "puro" eso no te pasa. Con otras te aseguro que si."
Entonces entendí que fue lo que más le gustó de la Glock.












