huronescazan escribió:Estoy desesperado, llevo todo el verano trás el !gran blanco!, si como el de la pelicula y me está toreando bien. Esta tarde he subido a mirar el cebadero y a dejarlo preparado para esta semana volver a su busca. Bien ayer, lo dejé arreglado, almendras, maiz y su correspondiente desparasitario (me explico), su reloj puesto en hora, pues cuando he llegado me tenía el reloj saltado a las 07,30.
Este me va a hacer que me tenga que pedir un día de asuntos particulares y dedicarle desde las 14,00 horas hasta las 10,00 de la mañana, si toda la noche incluida, con cafe y un buen bocata se pasa pronto la noche.
Me tengo que hacer con él, antes de que acaben las esperas.
Ánimo Hurones. Que a mí también me está empezando a rondar un buen blanco. Esta noche ha sido la primera partida y la he perdido por goleada. Esta mañana me habían avisado de su presencia (por fin - me digo- ) y claro, he acudido al reclamo sin pensármelo dos veces. Cuando he llegado he visto el cebadero limpio desde lejos, con los prismáticos, pues no he querido acercarme para no dejarle rastros recientes que lo hicieran recelar, y llamo por teléfono a mi espía paraguayo para decirle: ¿pues no me habías dicho que había maíz? Claro, claro que queda, poco, para esta noche, pero queda. Es posible que con los prismáticos no lo veas, porque está en los agujeros entre los terrones...
Allá que espero hasta las 13:00 horas y mosqueado porquue desde bien temprano no había visto conejos (cosa rara, puesto que habiendo comida, hasta bien entrada la noche, si no se acercan los jabalíes, allí que están ellos comiendo), decido darme por vencido y levanto el campo. Me acerco al cebadero y... nada, ni un puñetero grano para alimentar a un ratón...
La piarilla que seguramente entra de día había terminado de limpiar, así es que he repuesto condumio. Pero si es el que me imagino, ya tengo entretenimiento para las próximas semanas, meses o...quién sabe.
Desde luego que me va a costar a mí también tirarme alguna noche entera o más buscándole las vueltas, porque es un sabihondo que no entra a los cebaderos como no sea como los comandos, cuando menos te lo esperas y de forma errática, por lo que tratar de anticiparte a su jugada es complejo. Pero voy a ver si lo fijo añadiendo almendras al maíz y otras golosinas, aunque otros se van a beneficiar más que él. Sea como fuere, ahí no pienso tirar ni una piedra hasta estar convencido de que le disparo a él o a otro de su talla.
Así es que me limitaré a echar comida, a vaciarme el bolsillo y a ponerme en otros lugares, para que se tranquilice y procurar su confianza.
Yo tengo la ventaja de que puedo seguir de esperas hasta la veda. Así es que mucha suerte y paciencia Hurones, que éstos son los que ponen todo el sabor a las esperas.
Saludos