Mensajepor lincis » 30 Oct 2013 01:29
Bueno chicos, ya sabéis ese refrán de que ninguna es fea por donde mea, jajajajaj
Sinceramente, si que encuentro bastante más feo el bodyguard, con esa extraña joroba cubriendo el martillo. Aparte de que dudo de la utilidad de poder amartillar un arma del tipo desenfundo-disparo-rezo.
Lo que no opino en negativo es de su funcionamiento y, además quiero destacar, lo bien que se controla en fuego rápido pese a su escaso peso.
Los modelos con martillo interno son de la "familia" centennial. Una familia creada como conmemoración de los 100 años de los primitivos hammerless top break que crearon la fama de las bondades de la doble acción de S&W. Aquellos revólveres marcaron un hito de funcionalidad, rapidez de disparo y recarga y, que salvo la escasa potencia de los cartuchos empleados en esa época, pocas cosas se les podía reprochar.
El sistema perdió popularidad pues, debido a la fulminante adopción de las nuevas pólvoras nitrocelulosas, el sistema top break no aguantaba con seguridad las presiones de los nuevos cartuchos que se imponían en el mercado.
Las nuevas pólvoras impusieron los marcos enteros y, como novedad, los cilindros oscilantes. Como no, la doble acción también se impuso. Pero, cosa curiosa, los hammerless quedaron olvidados. Fruto, tal vez, de atavismos respecto al amartillado manual y, también, de las técnicas de tiro de la época, muy inspiradas en las del duelo clásico y las disciplinas deportivas.
Fairbain y Applegate, con su concepción realista del combate, demostraron las bondades de la doble acción y el tiro al punto. Cirillo, lo remarcó y, el FBI lo pontificó, dando durante muchos años la pauta a seguir en técnicas de combate defensivo.
De esos tiempos cabe destacar las modificaciones de los chatos propuestas por Fitz que, aunque sus armas preferidas eran los Colt, influyó a muchos usuarios de S&W a seguir su ejemplo, recortando las crestas del martillo y afinando el funcionamiento de la doble acción.
Su manía de eliminar la parte delantera del guardamontes no fue tan seguida, salvo por los que, al igual que Fitz, tenían unas manazas como palas y unos dedos como un manojo de po--as.
Pero lo realmente importante de sus modificaciones se centró en eliminar posibilidades de enganche del martillo y eliminación de aristas, redondeando el contorno del gatillo, lo cual resta posibilidades de pellizcarse el dedo índice haciendo tiro rápido en doble acción.
Y, así siguió un tiempo la cuestión, pero muy poco más, justo en esa época empezó la imposición universal de la pistola semiauto en todas las plantillas armadas. Y, con ellas, las nuevas técnicas de los nuevos gurús.
A día de hoy, los detractores del revólver, opinan que si capacidad escasa, que si lentitud de recarga, que si el grueso del cilindro.
Pero bueno, también se les puede responder con otra serie de consideraciones.
Si en una situación defensiva necesitas más de tres disparos, primero estás rompiendo la estadística y, en segundo lugar si prevees un jaleo de esa magnitud, mejor traes un rifle o buscas zonas más tranquilas para pasear.
En cuanto al grosor del cilindro, tampoco abulta mucho mas que el lomo y culata de las semiauto de gran capacidad, pero a tener en cuenta que las formas redondeadas y curvas del revólver se adaptan mejor al cuerpo que la escuadra de una semiauto, terminando por resultar más discreto en su ocultación.
Lo que está claro que el "chato" sigue siendo una de las armas de respaldo (backup) preferidas por muchos profesionales.
Que su disponibilidad inmediata y su fiabilidad son incuestionables y, que para la mayoría de las necesidades reales de un arma defensiva (digo defensiva, no de combate) es más que suficiente.
Que su simplicidad mecánica asegura su operación por muy alterado por el estress que pueda estar uno.
Que por mal que empuñes no vas a hacer caer el cargador quedando vendido.
Sin más, felicitar a S%W por la brillante idea de resucitar los hammerless y, si el compañero se quiere hacer con uno, que lo disfrute y le guarde de todo mal.
A suerte o a muerte.
Certified Armed Infidel