El método es bien sencillo. Voy a poner un ejemplo para que veáis el proceso, pero sobre todo el antes y el después.
Brevemente, se trata de limpiar todas las piezas con un quitagrasas. En los USA, se suele usar un producto llamado "Simple Green". Este producto lo he encontrado a la venta en el "Leroy Merlin". Sin embargo, prefiero usar KH7 ya que hace una espuma que se queda adherida a las piezas y por eso he visto que funciona mejor.

Empiezo a explicar el proceso:
Material necesario
- Quitagrasas (KH7, Simple Green o por el estilo).
- Cepillo nailon (los especiales para armas son mejores aunque uno para dientes puede servir).
- Palangana y colador.
- Lavabo, bidé, ducha o manguera en el jardín.
- Toalla y papel de cocina.
- Aceite en spray (WD40, 3en1 y por el estilo).
- Tu aceite y grasa favoritas para armas de fuego.
- Pistola de aire caliente.
- Compresor de aire (opcional pero muy recomendable).
- Todos los elementos necesarios para la limpieza de armas de fuego (baqueta, trapos, escobillas etc).
- Herramientas necesarias para desmontar y montar el arma.
Consideraciones previas
- Ya que el proceso entraña el mojar metal, hay que evitar limpiar por este método piezas de aceros poco aleados. Estos se oxidarán con mucha facilidad.
- Hay que evitar el aplicar calor con la pistola de aire caliente a los plásticos. Estos se pueden deformar por el calor intenso. Es mejor secarlos solo con aire.
- Un secador de aire convencional no sirve ya que hay que calentar las piezas bastante.
- Este método NO debe usarse con culatas de madera ya que destruirá su acabado.
- Al tener que manipular piezas muy pequeñas y tener que trasladarlas, hay que poner cuidado en no perderlas.
- Por lo general, hay que usar las medidas de seguridad adecuadas.
1. Preparación
Lo primero ha realizar es el desmontaje completo del arma. Hay que desmontar el arma todo lo que se pueda. Sin embargo, pueden dejarse elementos sin quitar (miras, cañones etc).
Las maderas y plásticos se dejarán a parte para ser limpiados de manera independiente.
Se han de hacer 2 grupos. El primero serán piezas pequeñas y medianas. El segundo grandes y muy grandes (normalmente la acción con el cañón). Se limpian los grupos por separado para evitar el tiempo de exposición del agua.

La acción con el cañón va aparte, mientras el resto de piezas más pequeñas se limpian a la vez.
1.1. Inspección previa.
Simplemente se trata de evaluar como de sucias están las piezas y si existe alguna que tenga algún defecto o desperfecto.

Vista de la zona de la recámara antes de la limpieza.

Un cargador así de sucio dará problemas.

La grasa de almacenamiento (cosmoline) es una pesadilla. Afortunadamente no hay mucha.

El cañón antes de limpiar.
2.Limpieza.
2.1 Piezas pequeñas.
Las piezas pequeñas se pueden lavar en un lavabo o bidé. Se colocan en un colador para no perderlas. Las más grandes se pueden dejar en la palangana.
Se rocían con el quitagrasas y se cepillan bien. Acto seguido se aclaran y se depositan en una toalla.

Piezas con el quitagrasas.
2.2 Piezas grandes.
Estas se pueden limpiar en una bañera, ducha o en el jardín con una manguera.
Dado que se tarda mucho en realizar el paso 2.1 y no queremos tener mucho tiempo estas cosas mojadas, es mejor hacer el paso 3 para las piezas pequeñas primero.
No hay que tener miedo en rociar bien el cañón por el interior. El quitagrasas eliminará la acumulación de residuos de pólvora y el exceso de cobre (la espuma sale de color verde o azul).
Hay que cepillar bien todas las partes. Hay que aclarar y secar con una toalla lo mejor que se pueda.
2.3 La pesadilla del cosmoline.
Esta grasa de almacenamiento es muy difícil de quitar. Forma como una especie de cera que incluso con un quitagrasas no se puede eliminar con facilidad.
Con la pistola de aire caliente se puede calentar los pegotes que haya y con papel de cocina se puede ir retirando con paciencia. Hay que tener cuidado de no quemar esta grasa ya que puede quedarse cristalizada.
Es importante retirar esta grasa ya que no tiene propiedades lubricantes y tiene la fama de colarse por todas las peores ranuras con el tiempo obstaculizando el funcionamiento del arma.
3. Secado y tratado.
Las piezas pueden secarse con aire comprimido, pero esto no es estrictamente necesario ni suficiente.
Para secar el agua completamente, se extienden las piezas sobre una superficie resistente al calor. Acto seguido, con una pistola de aire caliente se van calentando y secando. Es importante insistir sobre agujeros y ranuras. Sin embargo, hay que tener cuidado de no sobrecalentar las piezas de metal.
Con las piezas calientes y secas, se rocían con el 3en1 o similares. Este aceite penetrará por todas partes desplazando al agua y protegiendo las partes ocultas (roscas, ranuras, cavidades etc.).
Una vez la pieza esté fría se elimina el aceite sobrante usando papel de cocina.

Piezas secadas y tratadas.
3.1 El cañón.
Antes de aplicar lo descrito anteriormente, es muy recomendable secar el ánima pasando unos trapos. Luego se procede según se ha descrito.
Una vez se haya secado y tratado la acción con el cañón, se limpia el ánima como normalmente lo haríamos.
4. Inspección final, lubricación y montaje.
En este paso, primero inspeccionamos que todas las piezas estén bien. Ahora que están completamente limpias y todo desmontado, es cuando podemos encontrar grietas o mellas.
Una vez todo correcto, montamos el arma aplicando la lubricación necesaria.

Aquel cargador con pintas de ser un problema ya tiene mucho mejor aspecto.

Ni rastro de cosmoline.

Después de pasar la escobilla 3 veces y la misma cantidad de trapos, el ánima luce de esta manera.

Desgraciadamente, no todo el cosmoline se puede retirar (parece roña, pero es cosmoline cristalizado).

La acción montada y lista para se acoplada a la culata.
5. Maderas y plásticos.
5.1 Plásticos
Los plásticos pueden ser limpiados con un quitagrasas, aunque luego no se pueden secar con la pistola de aire caliente. El compresor de aire nos vendrá muy bien para este caso.
5.2 Maderas
Las maderas requieren de un cuidado especial. Si han sido cubiertas de cosmoline, la madera habrá absorbido este, provocando un tacto pegajoso.
Para retirar este producto, aplicamos calor con la pistola de aire caliente. El cosmoline saldrá a la superficie y lo podemos retirar poco a poco con papel de cocina. Cuidado de no quemar la madera.
Una vez la culata esté libre del cosmoline, aplicamos aceite de linaza. Se aplica tantas veces sea necesario hasta que la madera no absorba más. El aceite limpiará la madera.
Si la culata no tiene buen aspecto tras el aceite, habrá que restaurarla.
6. El montaje final
No hay mucho que decir sobre esto. Es la mejor parte ya que al final terminamos con una arma lista para el uso y disfrute.


El resultado final.