Oferta que fue aceptada al instante, la idea era hacer una nota para la revista MAGNUM de nuestro país (la que está ya en la calle con el número de este mes).
http://www.revistamagnum.com.ar/
Claro que la idea era fantástica, pero yo debía trasladarme de Rosario a Lomas de Zamora, que aunque parece sencillo, no lo es tanto, hay aproximadamente 300 Km. entre mi casa y el Tiro de Lomas de Zamora
El encuentro fue a mediados de noviembre de 2010 en el restaurante del club al mediodía. Mientras almorzábamos, fuimos charlando de su nueva arma. Es una pistola con Armazón STI armada por Roberto Tagle (La Brama Custom) en calibre .40 S&W para la división Estándar de IPSC.

Vean que linda arma nueva tengo…… jejeje….
Ya había visto el arma en fotos, pero no tiene nada que ver con tenerla en la mano, despachurrarla y usarla. Sin dudas Roberto Tagle ha hecho una bella arma, puede o no gustarnos la estética pero lo que no se puede discutir es el funcionamiento y la calidad de sus componentes.
Como estábamos haciendo un artículo para publicar y no todos los días uno puede “achicar” 300 Km. Para encontrarnos hube de sacar “Toneladas de fotos” de las que aquí les traigo unas cuantas para que puedan apreciar el arma.

Estemn…. Tranquilo Adri que voy a hablar bien de tu arma…… lo prometo…. Je!
Despachurremos!!
Empezamos con el desarme básico, pero terminamos dejando el arma en piecitas, lo que es bueno porque se pueden observar muchos detalles.
Personalmente la estética del arma me gusta mucho a pesar de que soy más de prestar atención a la funcionalidad que a los detalles de estética, el arma es para tirar y eso es lo que debe hacer bien (que esta STI/Tagle lo hace y mucho). Después, si no es tan linda, no me importa mayormente (mis armas de competición abundan en poxipol, tornillos raros, alambre, pegatinas, en fin pero siempre funcionan).
La marca de “La Brama Custom Guns” en relieve y la combinación de colores me resultan muy bonitos, todo en el arma se ve bien cuidado y elegido, sé que hablar de estética es algo muy particular y los gustos son infinitos, pero créanme que estamos ante un arma única.

La estampa de la bella.
Para desarmarla no hay que esforzarse mucho, se lleva la corredera hacia atrás, se traba el resorte en la guía extendida con un alfiler (o lo que sea, Adrián usó un gancho de abrochadora), se lleva la corredera a la posición de salida del reten central y se extrae este por el lado izquierdo del arma, se desliza el conjunto hacia delante y tenemos el despiece básico.

El Upper del arma en un par de vistas.
Cito algunos párrafos del artículo:
La corredera es una Caspian que ha sido trabajada por la mano de Roberto para quitarle peso y brindarle su particular estética. En los laterales de ambos lados, lleva el logo de “La Brama Custom Guns” que abarcan la corredera y una parte del armazón.
Tiene un cañón Schuemann Ultimach autocentrante en calibre .40 S&W nitrurado, junto con una guía extendida de diseño Tagle con 10 milímetros de diámetro. En su parte trasera lleva el característico buffer para amortiguar golpes y vibraciones. Por delante tiene una puntera que hermana el conjunto cañón/guía y hace de tope delantero al resorte recuperador. Completan el arma unas miras ajustables infinity atrás, un guión de fibra Dawson color verde (me gusta mas rojo porque soy daltónico), y una aguja percutora de titanio con la mueca para el seguro de aguja, aunque esta pistola no lo tiene y no lo necesita, obviamente.

Detalles del Cañón, un bella y efectiva pieza.
Interiormente, el cañón se ve bien pulido y con la misma calidad de los maquinados exteriores. Presenta seis estrías que giran en el sentido de las agujas del reloj y una recámara un tanto ajustada según me comenta Adrián. Apenas una munición queda un poco “gordita” no entra, pero con las medidas correctas, el arma alimenta y cicla perfectamente. Tiene una generosa rampa de alimentación muy pulida y suave.
En la parte superior, donde se encuentra la marca y el modelo, tiene estampado el calibre .400” sin especificar nada más.
Seguramente este cañón soporta las presiones que genera el calibre sin inconvenientes, toda la pieza trasmite robustez y buena ejecución de sus partes.
El nitrurado es un plus de fortaleza que se agrega a las ya de por sí excelentes cualidades del material con que está hecho.

No limpiamos mucho porque después no pegan, pero a pesar de la “mugresita” se ve la calidad de la pieza.
El beavertail es de la marca Ed Brown, de esos que tienen las ranuras en la parte baja para facilitar la memoria muscular en el empuñe, pero este tiene el toque Tagle. Entre otras modificaciones, Roberto le agregó un pequeño amortiguador de diseño propio que permite que el martillo se apoye en él cuando la corredera está en su parte más retrasada del recorrido y monta el martillo sin golpearlo. Además reduce las vibraciones de éste. No hay que olvidar que el martillo está vaciado casi por completo y además nitrurado, lo que le confiere una mayor dureza, pero todos sabemos que en general los golpes no se llevan bien con el acero duro.

Ingenioso recurso para evitar vibraciones y cuidar el martillo.
El martillo de diseño SVI es del tipo excéntrico y como ya dijimos, está nitrurado al igual que otras varias partes del arma. Tiene un rayado antideslizante en la saliente que facilita el montado sin que el dedo que lo accione resbale.
La posición donde la guía del muelle real se une al martillo está más alta que en una 1911 normal y esto le da una mayor velocidad de caída al martillo, lo que se ve facilitado además por su poco peso.

El martillo, otra bella pieza.
Los mecanismos de disparo son también piezas de precisión y cada una tiene sus características, por ejemplo el fiador y desconector: son de marca Extreme, aunque tienen evidencia de que fueron tocados por el genio del artesano, lo que les ha dado esa suavidad y el desenganche seco que tanto ayudan a la hora de la precisión y el tirador agradece.
El botador es extendido favoreciendo así una expulsión más temprana de la mano de un rebaje de la ventana de expulsión por donde las vainas pasan limpias sin golpear o trabarse. Doy fe que arroja bien lejos las vainas, al principio no las encontraba.

Las tres piezas que describimos, como se ve despachurramos a fondo.
La uña extractora es de la marca Aftec y tiene una particularidad que la diferencia de cualquier otra que yo haya visto: en lugar de las nervaduras circulares que fuerzan la uña en el alojamiento de las 1911, ésta entra con suavidad y tiene una chapita que cubre dos pequeños resortes sobre los que la uña se apoya para trabajar. Sinceramente no se que ventajas tiene sobre las convencionales pero puedo asegurar que funciona perfectamente. El arma no tuvo un solo fallo de ciclado ni por equivocación.

Uña extractora de diseño muy cuidado.
El Springhousing tiene un muy buen picado que ayuda a que el arma no resbale en el empuñe pero sin lastimar.
Por alguna misteriosa razón que seguramente sería tema de un psicólogo, esta pieza me llama mucho la atención en las armas tipo 1911 y esta es una de las más bellas y bien hechas que he visto, sin dudas.

Es linda ¿no? muy buen picado y de ángulos perfectos.
Otro de los elementos que solemos cambiar en este tipo de armas es el muelle de fleje que da tensión al mecanismo de disparo y al seguro de empuñadura. En general hay una especie de mito sobre que los de 4 patas superan con creces a los de 3 patas, porque permiten dar peso al primer tiempo del disparador.
Esta arma tiene un fleje de 3 patas y no se extraña la cuarta. Lo que si es bastante llamativo, es lo elaborados que están las puntas de cada pata. No es el muelle común terminado en un corte liso, éste tiene terminaciones y ángulos de apoyo muy particulares.

Solo 3 patas, pero muy efectivo, hace su laburo sin problemas.
Toda pistola de TP para la categoría Estándar que se precie debe tener un buen “embudo” o funnel y ésta no es la excepción. Originalmente, el arma tenía otro funnel más cuadrado, pero Adrián se siente más cómodo con éste de diseño STI, así que Roberto le cambió esta pieza que, por otra parte, es muy cómoda par hacer los cambios de cargador. Es cromado brillante y tiene el sello de la marca en su parte inferior.

Un gran y generoso embudo, como para no errarle.
Empecemos por las miras. Como ya les mencionara, la trasera es marca Infinity, que en realidad son un diseño copiado de las Bo-Mar, marca de referencia, que tantísimos buenos resultados ha dado a través de los años. Un diseño copiado hasta el hartazgo por diferentes fabricantes. Estas tienen el borde externo del alza redondeado para evitar enganches y un rayado antirreflejos que se agradece a la hora de disparar al rayo del sol, que no fue el caso de este día nublado. Es de destacar que cada tornillo de corrección tiene grabado hacia donde se lo debe girar para corregir hacia arriba (up) o a la izquierda (Left) según sea el caso. Si hay algo que no me gustó es que la mira necesita de una llave tipo allen para hacer las correcciones en altura y deriva ¿y si me olvido la llave?? Me gusta más la ranura para un destornillador plano que tiene la Bo-Mar por ejemplo. ¿Quién no lleva un destornillador plano?. Se puede hasta pedir prestado, pero un allen de cierta medida es más complicado, y andar poniendo herramientas equivocadas en el tornillo probablemente saque de apuro, pero puede marcar nuestra arma para siempre.
El guión de fibra es otro elemento que se agradece para esta especialidad y que a mí particularmente me gusta mucho. Este diseño de Dawson es poco común. Está dividido en dos partes: un pequeño poste delantero con un orificio circular pasante a la altura de la fibra óptica que está sujeta 2 ó 3 milímetros mas atrás, y en un tradicional soporte de dos postes separados unos 5 milímetros entre si y abiertos arriba, para que la fibra óptica quede expuesta a la luz y pueda reflejarla en el sentido longitudinal hacia el ojo del tirador. Este poste delantero protege la fibra y da al tirador una visión constante, siempre el mismo diámetro (por el orificio en el poste) independientemente de las variaciones de luz en intensidad, que afecten el tamaño que se ve el punto (más grande o más pequeño según haya mucha o poca luz ambiente), ingenioso y efectivo.

Una pieza de relojería, los aparatos de puntería son excelentes.
Las miras se ven muy bien y es fácil disparar con ellas, si puedo elegir preferiría un guión un “poquitín” más grueso, pero este es el tamaño que prefiere el propietario y no vamos a discutir con el por esto ¿no? para Adrián esta relación ranura del alza/ancho de guión es la que mas se adapta a su forma de disparar.

La puntería, los aparatos de puntería dan una imagen de miras muy buena.
El seguro de aleta es ambidiestro, cosa que no veo muy importante para un arma de defensa, pero si para esta STI, ya que sabemos que en esta especialidad hay muchas ocasiones en que se debe disparar y operar el arma con mano inhábil. Así que es bienvenido este seguro.

El seguro ambidiestro nitrurado.
A tirar!!! Yupiiiii….!!!!
En este momento Uds. estarán pensando que van a ver los grupos logrados por Adrián y que tendrán unas fotos de muchos tiros tocándose unos a otros, bueno se equivocan, porque no le deje tirar un solo miserable disparo, todos los hice yo que para eso estaba robando pistola, que el tire otro día que se la queda. Jejejeje
Mi primer objetivo era conocer el arma y hacerle unos disparos a modo de “ensayo” para después intentar un par de series que fueran “mostrables” en la nota sin ponerme colorado y sin avergonzar a Adrián que tan generosamente confió en mí para hacer esto.
Me puse a unos 15 metros aproximadamente del blanco que usaría para “ensayar” y me dispuse a disparar. La primera sensación fue que el arma me quedaba perfectamente encarada. Había un poco de tensión y de emoción por mi parte. Respiré, busqué el ritmo de mi respiración y me dispuse a hacer lo mío. Puse las miras, renegué un poco con el guión que me quedaba bastante holgado en la ventana del alza, alinee las miras y “metí flexión” al índice con suavidad. Sentí “raro” que me faltara una mejor definición entre el primero y segundo tiempo del disparador, me gusta mas definido, pero el disparo fluyó. Estampido y salto del arma. Se desacomodaron las miras y enseguida estaban otra vez en su lugar, con la diferencia que esta vez había un agujero exactamente donde tenía alineadas las miras.
Quizás me apuré un poco a repetir el disparo y se me fue unos 5 cms. abajo del primero. Aún así, nada mal. Continué la serie de 5 uno detrás del otro y quedaron bastante agrupados, aunque había un tiro mas arriba. “Otra” pensé. “A ver……..” mientras volvía a poner 5 cartuchos en el cargador. El arma invita a la velocidad. A pesar de que es un calibre potente, no hay golpes o vibraciones molestas, todo es fuerza. El arma empuja sobre la mano, es un enorme placer. Supongo que es la sensación que sentiríamos al manejar una Ferrari.
La siguiente serie de “ensayo” me pasó lo mismo. Los dos primeros tiros estaban apenas separados 1 cm., uno mas bajo que el otro y los 3 siguiente a 4 ó 5 cms. más abajo que los dos primeros. Algo no estaba haciendo bien y me di cuenta que aplicaba mucha fuerza con el pulgar de la mano inhábil sobre la “lija” de apoyo y que no me acostumbraba al disparador continuo aún.
Intenté la 3º serie prestando atención esta vez al pulgar y al control del disparador. Una serie impecable, agrupada en 5 cms. los 5 disparos.

Los primeros 15 disparos (en series de 5) a dos manos a 15 metros.
Ya me sentía listo para intentar las series “para la foto”. Mientras cargaba, pensaba en lo fácil que parece todo con esta arma. Siempre dije que [b]Es el indio y no la flecha, pero no hay dudas que hay flechas y flechas.
Quizás estar abstraído en estos pensamientos me llevó a cargar 6 tiros en vez de 5 para la serie a dos manos. Puse las miras, cuidé el disparador y el pulgar. El arma saltaba y caía en el mismo sitio cada vez. Alineaba las miras y volvía a meter presión. Como esos autos de carrera que no regulan o que no se los puede llevar despacio, esta STI invitaba a disparar sin pausa y los resultados me animaban más. Me gustó esta serie así que no me importó que tuviera 6 disparos en vez de los 5 que siempre utilizo. [/b]

La agrupación a dos manos, el blanco luce autografiado por Adrián en mi casa y se lo enseño a todo el mundo (por el autógrafo claro).
En la serie a una mano, pasó algo que me confirmaría la calidad del arma. Como lo indica la ley de Murphy siempre que quiero hacer un buen grupo para la foto un disparo va a parar a la…….. China y esta no podía ser la excepción.
Tomé posición, comprobé la estabilidad, levanté el arma, pasé un poco el blanco, bajé acomodando ya las miras, paré en la horizontal, hice la puntería fina y disparé. Primer disparo correctísimo, justo donde estaban las miras. En el segundo disparo me apuro y tironeo un poco de más, recórcholis!!!! (por no poner lo que verdaderamente pensé). Tenía los dos disparos bastante separados (son el del extremo superior e inferior del grupo) “Si lo quiero arreglar debo disparar en medio de estos dos o intentar en otra serie para la foto” pensé.
En realidad mi intención era hacer ambas de una vez y ya, porque tirar muchas series y elegir la mejor no es de mi agrado, me parece como que les hiciera trampas.
Me concentré en no hacer mas macanas de las que ya había hecho y los disparos fueron rellenando la distancia entre los dos mas alejados, como si los estuviera dibujando. Es indudable que el arma tira mucho más que yo.

Cuando el tirador hace lo suyo, el arma responde. ¡Quiero una!!!!
Les dejo una imágenes más para disfrutar, Adrián y su equipo y el grip del mejor (al menos para mi) tirador de ipsc de mi país y una foto más del arma que no supe donde poner… jajajaja.

Todos los implementos necesarios y como los ubica Adrián.

Ver y aprender, un grip excelente.

Dos vistas del frame.
En el balance final, el arma superó las expectativas con creces, salvo alguna cosa que no me iba bien a mí, no hay una sola cosa reprochable. Es hermosa, funciona sin fallas, es muy placentero dispararla, pega más de lo que yo puedo hacerlo, en fin ¿Qué más se le puede pedir?.
Quiero terminar este post contándoles que disfruté cada minuto de estas pruebas que compartir esa tarde con Adrián y charlar de todo un poco, afianzar una amistad que surgió casi naturalmente desde que nos conocimos, son los bienes mas preciados que me llevé ese día y como frutilla del postre pude usar un arma magnifica hecha por el mejor artesano en esta materia que hay en Argentina y como dije en la revista, esta es una de las cosas que le contaré a mis nietos algún día.
Espero que les haya gustado.
Pido disculpas si me olvidé alguna cosa y por demorar en publicar este post, pero quería que la revista estuviera en la calle antes y llevara unos días circulando.
Un fuerte abrazo
Saludos desde Rosario, Argentina
Tomate©
q=)