Armas usadas en magnicidios.
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RE: Armas usadas en magnicidios.
Si, eso de que el arma con la que tuvo el accidente Don Juan Carlos habia sido un regalo de Franco ya lo habia oido yo, y que luego el padre la tiró al mar y seguro que alli sigue.
  Un arma nunca mató a nadie, solo es un instrumento en las manos del asesino.
- granblanco
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RE: Armas usadas en magnicidios.
[citando a: coleccionista]
A mi me gustaría sabe que pistola fue la que utilizó Tejero en el intento de golpe de estado y que pistola estaba usando el Rey don Juan Carlos cuando era niño y mató por accidente a su hermano Alfonso.
Como dirian en el tomate, mis fuentes de toda confianza me aseguran q
Tejero pidió prestado su magnum 44 al inspector Calahan un verano en q estubo el americano de vacaciones en Ibiza. :D
Si vis pacem para bellum
(Si quieres la paz, prepárate para la guerra)Â
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RE: Armas usadas en magnicidios.
Coleccionista, aunque todo el mundo sabe que soy contrario a la casa real, como buen republicano, no veo bien que en un post abierto para hablar de magnicidas, preguntes que pistola tenia en la mano el Rey cuando accidentalmente mato asu hermano, si a mi me ubiera pasado una cosa asi, me doleria mucho ver esa pregunta en este post, y aunque repito estoy en contra de la figura del Rey, no dejo de pensar que es una persona como otra cualquiera, y que quien sabe, quizas nos este leyendo ya que es un gran aficionado a las armas segun tengo entendido, y si ha leido eso, estoy segurisimo que le ha tenido que joder un monton.
Para otra vez, tengamos mas cuidado de donde, y como se hacen las preguntas, que se que no ha sido tu intencion ofender, pero date cuenta.
Espero que no te ofendas por lo que te he dicho. Un saludo.
Para otra vez, tengamos mas cuidado de donde, y como se hacen las preguntas, que se que no ha sido tu intencion ofender, pero date cuenta.
Espero que no te ofendas por lo que te he dicho. Un saludo.
GORA EUSKADI
RE: Armas usadas en magnicidios.
A mí lo que me gustaría saber es que armas tiene ahora aparte de las escopetas de caza, seguro que tiene de todo, incluidas automáticas... La misma Llama Pressin está más que prohibida...
Yo creo que se levanta, va con la bata de terciopelo a tomarse el cafelito, luego va a su propia galería de tiro y practica un rato con una Desert Eagle en una mano y una MP7 en la otra :D :D :D
No sé, es lo que haría yo y cualquier persona normal :lol
Yo creo que se levanta, va con la bata de terciopelo a tomarse el cafelito, luego va a su propia galería de tiro y practica un rato con una Desert Eagle en una mano y una MP7 en la otra :D :D :D
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Una bala, dos topillos
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RE: Armas usadas en magnicidios.
[citando a: CURRO]
Coleccionista, aunque todo el mundo sabe que soy contrario a la casa real, como buen republicano, no veo bien que en un post abierto para hablar de magnicidas, preguntes que pistola tenia en la mano el Rey cuando accidentalmente mato asu hermano, si a mi me ubiera pasado una cosa asi, me doleria mucho ver esa pregunta en este post, y aunque repito estoy en contra de la figura del Rey, no dejo de pensar que es una persona como otra cualquiera, y que quien sabe, quizas nos este leyendo ya que es un gran aficionado a las armas segun tengo entendido, y si ha leido eso, estoy segurisimo que le ha tenido que joder un monton.
Para otra vez, tengamos mas cuidado de donde, y como se hacen las preguntas, que se que no ha sido tu intencion ofender, pero date cuenta.
Espero que no te ofendas por lo que te he dicho. Un saludo.
No me ofendo Curro, pero no he sido yo el que sacó el tema de los magnicidios. Si Su Majestad nos esta leyendo le pido disculpas si se ha sentido ofendido por mi comentario tanto a el como a cualquier otra persona que se pueda sentir herida ya que este es un tema de armas usadas en magnicidios y como tu bien dices Curro puede estar leyendonos el Rey o cualquier otra persona. En mi caso el tema de las armas usadas en magnicidios me interesa por mi afición por las armas, no por morbo ni nada parecido. Saludos y una vez mas pido disculpas a quien se sintiese ofendido.
  Un arma nunca mató a nadie, solo es un instrumento en las manos del asesino.
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RE: Armas usadas en magnicidios.
En Argentina hace un tiempo el dodontólogo barreda mató a las 4 mujeres que vivian en su casa (Su mujer , su suegra y dos de sus hijas),
con una escopeta Víctor Sarrasqueta española.
"Terminó en un sillón abrazado al caño frío y brillante de su escopeta española. Un rato antes había eliminado a toda su familia con nueve disparos furiosos. Ese domingo, 15 de noviembre de 1992, Ricardo Barreda se había levantado de buen ánimo, con la idea de hacer un intento por quebrar la indiferencia de su esposa, Gladys. "Voy a limpiar las telarañas del techo", comentó.
No tuvo éxito. "Andá a limpiar, que los trabajos de 'conchita' son los que mejor hacés", llegó la respuesta como latigazo. Prefirió ir a podar la parra. Cuando llegó al armario para buscar un casco se encontró con la escopeta Víctor Sarrasqueta, calibre 16,5, que su suegra, Elena Arreche, le había traído de Europa.
El arma recompuso su ego. La tomó casi con pericia. Cargó rápido. Y guardó más cartuchos en el bolsillo de su guardapolvo. Entonces inició la cacería. Fue hasta la cocina, donde estaban su mujer y su hija menor, Adriana. Primero le disparó a Gladys. "Mami, está loco", escuchó con nitidez a pesar del estruendo que rebotaba en las paredes. No se detuvo. Esta vez, los disparos fueron contra la chica.
Por las escaleras bajó Elena Arreche, la suegra, quien en la mente del dentista aparecía como "la desintegradora de la familia". Otra vez tuvo precisión. Su otra hija, Cecilia, saltó sobre el cadáver de su abuela y le gritó: "¿Qué hiciste, hijo de puta?". Era su preferida. También la mató.
Luego, con la prolijidad que utilizaba para acomodar su consultorio, comenzó a levantar los cartuchos usados. Los puso en una caja y los colocó en el baúl de su auto.(...) "
con una escopeta Víctor Sarrasqueta española.
"Terminó en un sillón abrazado al caño frío y brillante de su escopeta española. Un rato antes había eliminado a toda su familia con nueve disparos furiosos. Ese domingo, 15 de noviembre de 1992, Ricardo Barreda se había levantado de buen ánimo, con la idea de hacer un intento por quebrar la indiferencia de su esposa, Gladys. "Voy a limpiar las telarañas del techo", comentó.
No tuvo éxito. "Andá a limpiar, que los trabajos de 'conchita' son los que mejor hacés", llegó la respuesta como latigazo. Prefirió ir a podar la parra. Cuando llegó al armario para buscar un casco se encontró con la escopeta Víctor Sarrasqueta, calibre 16,5, que su suegra, Elena Arreche, le había traído de Europa.
El arma recompuso su ego. La tomó casi con pericia. Cargó rápido. Y guardó más cartuchos en el bolsillo de su guardapolvo. Entonces inició la cacería. Fue hasta la cocina, donde estaban su mujer y su hija menor, Adriana. Primero le disparó a Gladys. "Mami, está loco", escuchó con nitidez a pesar del estruendo que rebotaba en las paredes. No se detuvo. Esta vez, los disparos fueron contra la chica.
Por las escaleras bajó Elena Arreche, la suegra, quien en la mente del dentista aparecía como "la desintegradora de la familia". Otra vez tuvo precisión. Su otra hija, Cecilia, saltó sobre el cadáver de su abuela y le gritó: "¿Qué hiciste, hijo de puta?". Era su preferida. También la mató.
Luego, con la prolijidad que utilizaba para acomodar su consultorio, comenzó a levantar los cartuchos usados. Los puso en una caja y los colocó en el baúl de su auto.(...) "
Lo único que lamento del día en que me muera es que mi familia va a vender mis armas al precio que yo les dije que las compré.. Â
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RE: Armas usadas en magnicidios.
buena historia si señor :plas:plas:plas:plas:plas:plas:plas:plas:plas:plas:plas
  Â
RE: Armas usadas en magnicidios.
[citando a: coleccionista][citando a: CURRO]
Coleccionista, aunque todo el mundo sabe que soy contrario a la casa real, como buen republicano, no veo bien que en un post abierto para hablar de magnicidas, preguntes que pistola tenia en la mano el Rey cuando accidentalmente mato asu hermano, si a mi me ubiera pasado una cosa asi, me doleria mucho ver esa pregunta en este post, y aunque repito estoy en contra de la figura del Rey, no dejo de pensar que es una persona como otra cualquiera, y que quien sabe, quizas nos este leyendo ya que es un gran aficionado a las armas segun tengo entendido, y si ha leido eso, estoy segurisimo que le ha tenido que joder un monton.
Para otra vez, tengamos mas cuidado de donde, y como se hacen las preguntas, que se que no ha sido tu intencion ofender, pero date cuenta.
Espero que no te ofendas por lo que te he dicho. Un saludo.
No me ofendo Curro, pero no he sido yo el que sacó el tema de los magnicidios. Si Su Majestad nos esta leyendo le pido disculpas si se ha sentido ofendido por mi comentario tanto a el como a cualquier otra persona que se pueda sentir herida ya que este es un tema de armas usadas en magnicidios y como tu bien dices Curro puede estar leyendonos el Rey o cualquier otra persona. En mi caso el tema de las armas usadas en magnicidios me interesa por mi afición por las armas, no por morbo ni nada parecido. Saludos y una vez mas pido disculpas a quien se sintiese ofendido.
magnicidio
m. Asesinato de una persona muy importante por su cargo o poder.
Aceptamos pulpo como animal de compañia, pero la definición de magnicidio no define lo que sucedió al Rey con su hermano ya que fué un accidente ¿O estás insinuando otra cosa?
 Si tienes pies anda, si tienes alas vuela, eres libre. No seré yo quien pare tus pasos o corte tu vuelo (Czeta dixit)                              Â
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RE: Armas usadas en magnicidios.
[citando a: czeta][citando a: coleccionista][citando a: CURRO]
Coleccionista, aunque todo el mundo sabe que soy contrario a la casa real, como buen republicano, no veo bien que en un post abierto para hablar de magnicidas, preguntes que pistola tenia en la mano el Rey cuando accidentalmente mato asu hermano, si a mi me ubiera pasado una cosa asi, me doleria mucho ver esa pregunta en este post, y aunque repito estoy en contra de la figura del Rey, no dejo de pensar que es una persona como otra cualquiera, y que quien sabe, quizas nos este leyendo ya que es un gran aficionado a las armas segun tengo entendido, y si ha leido eso, estoy segurisimo que le ha tenido que joder un monton.
Para otra vez, tengamos mas cuidado de donde, y como se hacen las preguntas, que se que no ha sido tu intencion ofender, pero date cuenta.
Espero que no te ofendas por lo que te he dicho. Un saludo.
No me ofendo Curro, pero no he sido yo el que sacó el tema de los magnicidios. Si Su Majestad nos esta leyendo le pido disculpas si se ha sentido ofendido por mi comentario tanto a el como a cualquier otra persona que se pueda sentir herida ya que este es un tema de armas usadas en magnicidios y como tu bien dices Curro puede estar leyendonos el Rey o cualquier otra persona. En mi caso el tema de las armas usadas en magnicidios me interesa por mi afición por las armas, no por morbo ni nada parecido. Saludos y una vez mas pido disculpas a quien se sintiese ofendido.
magnicidio
m. Asesinato de una persona muy importante por su cargo o poder.
Aceptamos pulpo como animal de compañia, pero la definición de magnicidio no define lo que sucedió al Rey con su hermano ya que fué un accidente ¿O estás insinuando otra cosa?
No estoy insinuando nada.
  Un arma nunca mató a nadie, solo es un instrumento en las manos del asesino.
RE: Armas usadas en magnicidios.
CANCRIMENES POLITICOS
El asesinato de Canalejas
Por F. P. A.
José Canalejas Méndez de 58 años, hombre asequible y dialogante, político liberal, defensor de la democracia, a la sazón presidente del Consejo de Ministros; gran orador, escritor y jurisconsulto se dirigía, en la mañana del 12 de noviembre de 1912, desde su casa situada en la madrileña calle de Huertas hasta el Ministerio de la Gobernación, dando un agradable paseo. No le dejaron terminarlo: a las 11.25 caía asesinado.
Los tres policías que le acompañaban se habían distanciado bastante de él, tal vez por exceso de confianza. Uno de ellos le había rebasado para comprobar que el trayecto al ministerio estaba despejado; los otros dos se habían quedado algo rezagados. En la Puerta del Sol no había demasiado movimiento, no se apreciaba nada anormal.
Canalejas, gran amante de los libros no sólo por su pasado de profesor y catedrático, sino principalmente por su vocación literaria, se detuvo un momento a mirar las portadas de las novedades expuestas en el escaparate de la librería San Martín, semiesquina a la calle Carretas.
Fue sólo un instante. Ya se marchaba cuando vio que se le echaba encima un individuo alto, barbilampiño, con un bigote escaso, vestido con un traje oscuro y una pelliza también oscura; llevaba en la mano un revólver. Antes de que pudiera hacer nada por evitarlo, el individuo aquel le disparó dos veces en la cabeza, a menos de treinta centímetros.
El asesinato de Canalejas
Por F. P. A.
José Canalejas Méndez de 58 años, hombre asequible y dialogante, político liberal, defensor de la democracia, a la sazón presidente del Consejo de Ministros; gran orador, escritor y jurisconsulto se dirigía, en la mañana del 12 de noviembre de 1912, desde su casa situada en la madrileña calle de Huertas hasta el Ministerio de la Gobernación, dando un agradable paseo. No le dejaron terminarlo: a las 11.25 caía asesinado.
Los tres policías que le acompañaban se habían distanciado bastante de él, tal vez por exceso de confianza. Uno de ellos le había rebasado para comprobar que el trayecto al ministerio estaba despejado; los otros dos se habían quedado algo rezagados. En la Puerta del Sol no había demasiado movimiento, no se apreciaba nada anormal.
Canalejas, gran amante de los libros no sólo por su pasado de profesor y catedrático, sino principalmente por su vocación literaria, se detuvo un momento a mirar las portadas de las novedades expuestas en el escaparate de la librería San Martín, semiesquina a la calle Carretas.
Fue sólo un instante. Ya se marchaba cuando vio que se le echaba encima un individuo alto, barbilampiño, con un bigote escaso, vestido con un traje oscuro y una pelliza también oscura; llevaba en la mano un revólver. Antes de que pudiera hacer nada por evitarlo, el individuo aquel le disparó dos veces en la cabeza, a menos de treinta centímetros.
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RE: Armas usadas en magnicidios.
CANALEJAS II
CRIMENES POLITICOS
El asesinato de Canalejas
Por F. P. A.
Una de las balas penetró por debajo del oído derecho varios granos de pólvora quedaron incrustados en la carne, atravesó el bulbo raquídeo y salió por el oído izquierdo. Canalejas se echó las manos a la cara y cayó al suelo, agonizante. Testigo privilegiado del crimen fue Roberto San Martín, hijo del librero y dueño de la tienda, que miraba hacia la calle desde el interior de ésta. Roberto se acercó a Canalejas después de que el asesino le descerrajara un segundo disparo; también lo hicieron otros dos individuos: uno vestido de levita y otro con apariencia de sirviente, según el relato del propio librero.
Varias personas se abalanzaron sobre el criminal. Víctor Galán, ordenanza de la Sociedad Filarmónica, intentó sujetarle por los hombros después de que el rebote de una bala le ocasionara daños en el rostro. No fue el único herido leve del atentado. Así, Carmen Sanz del Moral, una joven de veinte años que acababa de descender de un tranvía y se dirigía a la calle Carretas, recibió el impacto de un abejorro de plomo en la mejilla, de la que inmediatamente manó sangre.
Pero el agresor no se detuvo: dio un salto, rodeó la caja de un carruaje aparcado al borde de la acera y, sin que nadie pudiera impedirlo, cuando se podía esperar cualquier cosa menos eso, se descerrajó un tiro en la sien derecha. Acto seguido hizo una extraña pirueta, dio unos pasos y se derrumbó, a unos cuatro metros de la acera.
En este punto difiere la versión ofrecida por los policías encargados de dar escolta a Canalejas, los inspectores Borrego, Martínez y Benavides. Según la declaración de Borrego ante el juzgado especial, iba paseando junto a Martínez, a cierta distancia del presidente, cuando éste se paró delante de la librería. Los agentes hicieron lo propio. En ese momento, "un individuo que estaba junto a un grupo de tres personas, con las que indudablemente no tenía nada que ver, se dirigió hacia el señor Canalejas y, rápido como el pensamiento, sacó un arma y disparó". A continuación, Borrego se fue hacia el asesino, al que golpeó con el bastón que portaba. El criminal replicó abriendo fuego, pero sin conseguir herir al policía. Después se lanzó, huyendo, a la carretera; huida que interrumpió para, finalmente, suicidarse. El hijo del librero contradijo la versión de Borrego en lo que atañe al bastonazo; según, el asesino no recibió golpe alguno.
Sea como fuere, quienes recogieron a Canalejas del suelo apreciaron que éste estaba inconsciente, y que brotaba abundante sangre de dos agujeros abiertos en su cabeza. Lo trasladaron, envuelto en una manta, al Ministerio de la Gobernación. Allí falleció, pocos minutos después; en concreto, a las 11.35, según se refería en las crónicas periodísticas.
El ayuda de cámara del conde de Villagonzalo, un joven de muy claro entendimiento llamado José Matías Arizmendi, fue uno de los testigos del atentado. Iba a comprar comida y medicinas cuando tropezó con Canalejas en el momento en que éste se paraba a contemplar los libros de San Martín. Arizmendi, que había mantenido relaciones con una doncella del presidente, se disponía a saludarle cuando resonaron los disparos. Muy impresionado, aunque haciendo gala de una gran serenidad, se acercó a Canalejas, y fue uno de los que procedieron a trasladarlo a Gobernación.
Entre tanto, la policía se había hecho cargo del cuerpo del criminal y lo había depositado en la Casa de Socorro de la Plaza Mayor. De acuerdo con los documentos que llevaba encima, se llamaba Manuel Pardinas Serrato, contaba 26 años y había nacido en El Grado (Huesca). Era un viejo conocido de las fuerzas de seguridad, que lo tenían por un anarquista muy peligroso. De hecho, se le había seguido la pista por varios países incluso al otro lado del Charco hasta poco antes del atentado.
La voz de alarma sobre Pardinas la habían dado en Argentina, de donde fue expulsado. Desde allí se comunicó a Madrid que el sujeto había embarcado rumbo a España. El seguimiento que se le había hecho había sido tan intenso que, según se recoge en informaciones fidedignas, sólo una hora después del crimen se recibió en Gobernación una carta en la que un agente español destinado en Francia advertía de que Pardinas había conseguido burlar la vigilancia a que se le había sometido en París.
El asesino de Canalejas permaneció con vida hasta las 14.23, cuando expiró en la mesa de operaciones. Las razones por las que aquel pintor-revocador que había trabajado en las obras del hotel Palace se convirtió en magnicida nunca se aclararon.
La hipótesis más audaz sostiene que se había comprometido con otros anarquistas a asesinar al rey Alfonso XIII. De hecho, estaría esperándole; pero al ver a Canalejas solo, tan cerca y a su merced, decidió matarle y no seguir aguardando a Su Majestad, pues tanto le daba uno como otro.
Canalejas había expresado a un grupo de amigos, en el transcurso de una cena, sus temores a sufrir un atentado, por lo que seguramente disponía de buena información; lo cual, al mismo tiempo, descarta que fuera asesinado por pura casualidad.
Su entierro, en el Pabellón de Hombres Ilustres, dio ocasión a una de las más grandes manifestaciones de duelo del pueblo español.
CRIMENES POLITICOS
El asesinato de Canalejas
Por F. P. A.
Una de las balas penetró por debajo del oído derecho varios granos de pólvora quedaron incrustados en la carne, atravesó el bulbo raquídeo y salió por el oído izquierdo. Canalejas se echó las manos a la cara y cayó al suelo, agonizante. Testigo privilegiado del crimen fue Roberto San Martín, hijo del librero y dueño de la tienda, que miraba hacia la calle desde el interior de ésta. Roberto se acercó a Canalejas después de que el asesino le descerrajara un segundo disparo; también lo hicieron otros dos individuos: uno vestido de levita y otro con apariencia de sirviente, según el relato del propio librero.
Varias personas se abalanzaron sobre el criminal. Víctor Galán, ordenanza de la Sociedad Filarmónica, intentó sujetarle por los hombros después de que el rebote de una bala le ocasionara daños en el rostro. No fue el único herido leve del atentado. Así, Carmen Sanz del Moral, una joven de veinte años que acababa de descender de un tranvía y se dirigía a la calle Carretas, recibió el impacto de un abejorro de plomo en la mejilla, de la que inmediatamente manó sangre.
Pero el agresor no se detuvo: dio un salto, rodeó la caja de un carruaje aparcado al borde de la acera y, sin que nadie pudiera impedirlo, cuando se podía esperar cualquier cosa menos eso, se descerrajó un tiro en la sien derecha. Acto seguido hizo una extraña pirueta, dio unos pasos y se derrumbó, a unos cuatro metros de la acera.
En este punto difiere la versión ofrecida por los policías encargados de dar escolta a Canalejas, los inspectores Borrego, Martínez y Benavides. Según la declaración de Borrego ante el juzgado especial, iba paseando junto a Martínez, a cierta distancia del presidente, cuando éste se paró delante de la librería. Los agentes hicieron lo propio. En ese momento, "un individuo que estaba junto a un grupo de tres personas, con las que indudablemente no tenía nada que ver, se dirigió hacia el señor Canalejas y, rápido como el pensamiento, sacó un arma y disparó". A continuación, Borrego se fue hacia el asesino, al que golpeó con el bastón que portaba. El criminal replicó abriendo fuego, pero sin conseguir herir al policía. Después se lanzó, huyendo, a la carretera; huida que interrumpió para, finalmente, suicidarse. El hijo del librero contradijo la versión de Borrego en lo que atañe al bastonazo; según, el asesino no recibió golpe alguno.
Sea como fuere, quienes recogieron a Canalejas del suelo apreciaron que éste estaba inconsciente, y que brotaba abundante sangre de dos agujeros abiertos en su cabeza. Lo trasladaron, envuelto en una manta, al Ministerio de la Gobernación. Allí falleció, pocos minutos después; en concreto, a las 11.35, según se refería en las crónicas periodísticas.
El ayuda de cámara del conde de Villagonzalo, un joven de muy claro entendimiento llamado José Matías Arizmendi, fue uno de los testigos del atentado. Iba a comprar comida y medicinas cuando tropezó con Canalejas en el momento en que éste se paraba a contemplar los libros de San Martín. Arizmendi, que había mantenido relaciones con una doncella del presidente, se disponía a saludarle cuando resonaron los disparos. Muy impresionado, aunque haciendo gala de una gran serenidad, se acercó a Canalejas, y fue uno de los que procedieron a trasladarlo a Gobernación.
Entre tanto, la policía se había hecho cargo del cuerpo del criminal y lo había depositado en la Casa de Socorro de la Plaza Mayor. De acuerdo con los documentos que llevaba encima, se llamaba Manuel Pardinas Serrato, contaba 26 años y había nacido en El Grado (Huesca). Era un viejo conocido de las fuerzas de seguridad, que lo tenían por un anarquista muy peligroso. De hecho, se le había seguido la pista por varios países incluso al otro lado del Charco hasta poco antes del atentado.
La voz de alarma sobre Pardinas la habían dado en Argentina, de donde fue expulsado. Desde allí se comunicó a Madrid que el sujeto había embarcado rumbo a España. El seguimiento que se le había hecho había sido tan intenso que, según se recoge en informaciones fidedignas, sólo una hora después del crimen se recibió en Gobernación una carta en la que un agente español destinado en Francia advertía de que Pardinas había conseguido burlar la vigilancia a que se le había sometido en París.
El asesino de Canalejas permaneció con vida hasta las 14.23, cuando expiró en la mesa de operaciones. Las razones por las que aquel pintor-revocador que había trabajado en las obras del hotel Palace se convirtió en magnicida nunca se aclararon.
La hipótesis más audaz sostiene que se había comprometido con otros anarquistas a asesinar al rey Alfonso XIII. De hecho, estaría esperándole; pero al ver a Canalejas solo, tan cerca y a su merced, decidió matarle y no seguir aguardando a Su Majestad, pues tanto le daba uno como otro.
Canalejas había expresado a un grupo de amigos, en el transcurso de una cena, sus temores a sufrir un atentado, por lo que seguramente disponía de buena información; lo cual, al mismo tiempo, descarta que fuera asesinado por pura casualidad.
Su entierro, en el Pabellón de Hombres Ilustres, dio ocasión a una de las más grandes manifestaciones de duelo del pueblo español.
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RE: Armas usadas en magnicidios.
Según tengo entendido, un presidente del consejo de ministros, Eduardo Dato, fué asesinado en Madrid, en atentado que le hicieron, disparándole a su coche oficial, con pistolas Mauser, desde una moto con sidecar que iba a escape libre.
Las armas empleadas, eran de un sistema de disparo muy rápido, por lo que le vaciaron los cargadores acribillando al coche oficial, matando al Sr. Dato casi de inmediato.
Las armas empleadas, eran de un sistema de disparo muy rápido, por lo que le vaciaron los cargadores acribillando al coche oficial, matando al Sr. Dato casi de inmediato.
Todas las mujeres lucen en el pecho una amapola, y más abajito tienen la funda de la pistola. (De Camilo José Cela, en su "Diccionario secreto":)
RE: Armas usadas en magnicidios.
Em Portugal, no dia 1/02/1908 foi assassinado El Rei D. Carlos, assim como seu filho, o Principe D. Luis Filipe.
Foram usadas uma Winchester mod. 1907, n.º 2137, e uma FN Browning 1900, n.º 349432.
A nossa monarquia acabou em 5/10/1910...
O 4º presidente da republica Portuguesa também foi assassinado, em 14 de Dezembro de 1918... Não sei com que arma.
PJ
Foram usadas uma Winchester mod. 1907, n.º 2137, e uma FN Browning 1900, n.º 349432.
A nossa monarquia acabou em 5/10/1910...
O 4º presidente da republica Portuguesa também foi assassinado, em 14 de Dezembro de 1918... Não sei com que arma.
PJ
RE: Armas usadas en magnicidios.
Aunque no fué precísamente un magnicidio, José Calvo Sotelo, cuyo asesinato se dice desencadenó la Guerra Civil española, fué muerto de dos dipsaros en la nuca con una Astra 400, que antes se exhibía en el Museo del Ejército, cuando estaba en Madrid. No sé si ahora también estará.
Todas las mujeres lucen en el pecho una amapola, y más abajito tienen la funda de la pistola. (De Camilo José Cela, en su "Diccionario secreto":)
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RE: Armas usadas en magnicidios.
El asesinato de los 3 novilleros fue realizado con una escopeta semiautomatica Franchi calibre 12.....
Y el intento de asesinato de su majestad Juan Carlos en 1995, unos dicen que con un Thompson center y otros on un Remington 700, eso si, en calibre 7mm Remington Magnum
Y el intento de asesinato de su majestad Juan Carlos en 1995, unos dicen que con un Thompson center y otros on un Remington 700, eso si, en calibre 7mm Remington Magnum
  Â
RE: Armas usadas en magnicidios.
¿Era en el que planeaban matarlo en noseque trofeo de tenis?
Creo que era una especie de Winchester o algún rifle de palanca, para la distancia que había... no lo hubieran conseguido ni en broma, recuerdo haber visto las imágenes del trasto y me extrañó mucho porque era bastante chapucero. No creo que les hubiera costado mucho conseguir un cerrojo del .308
En cualquier caso, claro está que me alegro de que no consiguieran hacer nada y los pillaran.
Creo que era una especie de Winchester o algún rifle de palanca, para la distancia que había... no lo hubieran conseguido ni en broma, recuerdo haber visto las imágenes del trasto y me extrañó mucho porque era bastante chapucero. No creo que les hubiera costado mucho conseguir un cerrojo del .308
En cualquier caso, claro está que me alegro de que no consiguieran hacer nada y los pillaran.
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RE: Armas usadas en magnicidios.
El día 06 de septiembre de 1901 el presidente McKinley realizaba una visita a la exposición panamericana de Buffalo, en el estado de Nueva York. En el Templo de la Música se ofrecía una recepción en su honor, y numerosos visitantes se agolpaban a la entrada del pabellón deseosos de estrecharle la mano.
Doce miembros de las fuerzas de Policía de la Exposición custodiaban a entrada; otros ocho más once soldados, en el interior. Además cuatro Inspectores de Policía de Buffalo y tres agentes del servicio secreto rodeaban al Presidente.
Se habían organizado de tal manera que la gente formara una fila, y de uno en uno fueran pasando a saludarle, entre ellos se encontraba Leo.F.Czolgost. En la mano derecha y oculto por un vendaje, portaba un revolver Iver Johnson, calibre 32 Smith&Wesson.
El Presidente al llegar este a su altura, le tendió la mano izquierda esperando ser saludado con la recíproca. El anarquista alargó entonces la mano derecha e hizo fuego por dos veces a través del vendaje. McKinley se le qudó mirando con ojos de asombro y acto seguido se desplomó en los brazos de uno de los policías, que ante la rapidez del suceso no habían tenido tiempo de reaccionar.
Rápidamente, agentes del servicio secreto, policías y soldados se abalanzaron sobre Czolgost desarmándole y descargando sobre él un sinfín de golpes y puñetazos; hasta un criado que había acudido para saludar al Presidente, esgrimió un cuchillo y trató de degollar allí mismo al asesino.
Mckinley se debatió durante ocho días entre la vida y la muerte, muriendo el día 14 de septiembre de 1901. Al efectuarsele la autopsia quedo en evidencia que las heridas estaban gangrenadas.
Czolgost murió en la silla eléctrica el 19 de Octubre a las 07.12 horas, habiendo manifestado que "no se arrepentía de nada".
Para este asesinato Czolgost utilizó un revolver niquelado de la marca Iver & Johnson, calibre .32 Smith&Wesson, de cinco tiros, con número serie 463.344, que, junto con el vendaje que lo ocultaba, dos vainas, tres cartuchos y una bala, se encuentran depositados en el museo de la Buffalo Historical Society.
Doce miembros de las fuerzas de Policía de la Exposición custodiaban a entrada; otros ocho más once soldados, en el interior. Además cuatro Inspectores de Policía de Buffalo y tres agentes del servicio secreto rodeaban al Presidente.
Se habían organizado de tal manera que la gente formara una fila, y de uno en uno fueran pasando a saludarle, entre ellos se encontraba Leo.F.Czolgost. En la mano derecha y oculto por un vendaje, portaba un revolver Iver Johnson, calibre 32 Smith&Wesson.
El Presidente al llegar este a su altura, le tendió la mano izquierda esperando ser saludado con la recíproca. El anarquista alargó entonces la mano derecha e hizo fuego por dos veces a través del vendaje. McKinley se le qudó mirando con ojos de asombro y acto seguido se desplomó en los brazos de uno de los policías, que ante la rapidez del suceso no habían tenido tiempo de reaccionar.
Rápidamente, agentes del servicio secreto, policías y soldados se abalanzaron sobre Czolgost desarmándole y descargando sobre él un sinfín de golpes y puñetazos; hasta un criado que había acudido para saludar al Presidente, esgrimió un cuchillo y trató de degollar allí mismo al asesino.
Mckinley se debatió durante ocho días entre la vida y la muerte, muriendo el día 14 de septiembre de 1901. Al efectuarsele la autopsia quedo en evidencia que las heridas estaban gangrenadas.
Czolgost murió en la silla eléctrica el 19 de Octubre a las 07.12 horas, habiendo manifestado que "no se arrepentía de nada".
Para este asesinato Czolgost utilizó un revolver niquelado de la marca Iver & Johnson, calibre .32 Smith&Wesson, de cinco tiros, con número serie 463.344, que, junto con el vendaje que lo ocultaba, dos vainas, tres cartuchos y una bala, se encuentran depositados en el museo de la Buffalo Historical Society.
Esta espada fanfarrona,
que mas que mi brazo es débil
y es vieja y está mohosa,
para ganaros un reino
aún tiene fuerza de sobra.
que mas que mi brazo es débil
y es vieja y está mohosa,
para ganaros un reino
aún tiene fuerza de sobra.
RE: Armas usadas en magnicidios.
Con su permiso, unas imágenes del Revolver Iver Johnson del .32, que acabas de darme a conocer (las acabo de buscar)
Una bala, dos topillos
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