He debido hacer algo muy malo.

[G-1200]

¡Buenos días!

No, Juan Alberto, no. Todos los administradores por acción o por omisión son culpables. Puedes ser muy buen tio pero, si encubres irregularidades con tu silencio eres tan culpable como Mariano.

Si la cabeza visible de la catástrofe (Mariano) anuncia (por enésima vez) que se va y pide (el muy hipócrita) que le den de baja del foro pero, sigue como administrador será porque el resto de la administración se lo consiente.

Ya el reparto de la administración fue una pantomima para proteger al Rey (que no la web que desde entonces no hay ni un artículo nuevo en portada). Como se les ve el plumero y los baños de multitud por los lloros del Rey no surgen efecto en las masas sacrifican al usuario Marianillo pero, lo dejan seguir mandando en la sombra con otro de sus múltiples nicks. Intentos a la desesperada para sobrevivir bajo un régimen ya caduco.

Para colmo se deshacen de su doberman particular encargado de todo el trabajo sucio (Hamman) y este se les vuelve y les muerde (sin marcar, marca de la casa).

Y más sutilmente, dejan de aparecer en el foro figuras importantes del mundillo. Gente que sabe de verdad sobre aire comprimido y que sabe que sus aportaciones en ese foro caen en saco roto y no quieren verse vinculadas al circo que están montando.

Así el foro se queda con los 4 pretorianos de siempre, los anuncios de compra-venta y los nuevos con las eternas preguntas de ¿cuál me compro?.

Una pena porque, insisto, allí se puede aprender mucho, o se podía. Pero, la culpa de los administradores que consienten. ¡Un saludo!.

[Juan_alberto]

Es cachondo... es jamman, no hamman, lo se de muy buena tinta...
Y te vuelvo a decir que alguno habra, no hemos de meter a todos en el mismo saco
Anda,que si se aplicase aqui lo de matrix, hay raciones de pastillas rojas para todos en abundancia... bienvenidos a la dura realidad

[Jack-Lost]

Lo de bienvenidos a la dura realidad tendrá que aplicarse a los que han estado presuntamente delinquiendo, bien interviniendo en los correos de personas ajenas, bien utilizando documentos públicos ajenos, bien profiriendo injurias y calumnias en la red, que de todo hay. Los hasta ahora impunes pueden enterarse de lo que vale un peine.