Vamos a ver.
Todos estamos de acuerdo que una
Nihonto nipona además de pieza de primera, es el concepto original... Pero existen forjas chinas cuyas hojas de 600 euros para arriba cumplen sobradamente con su función, ofrecen respetable calidad, y sirven perfectamente para
tameshigiri y práctica, y de
shinken funcional. Es decir, totalmente operativas.
Desde aquí apoyo al trabajo chino de calidad perfectamente realizado. Que haberlo, haylo.
Una vez dicho esto, te comento como cuido sin problema alguno de una de mis estupendas hojas de forja china, en acero 1095 plegado, con bellísima
hada y
hamon... Y cómo siempre responde ésta al trato. Como dato, vivo a 200 metros del Mediterráneo:
-Estado usual:
Nunca me ha aparecido ni una sola marca o puntito de óxido.
-Almacenamiento:
Siempre expuesta en la parte superior de su
katanakake, fuera de la
saya, que ocupa la parte inferior.
Limpia de polvo, y con la hoja seca después del pertinente aceitado.
-Mantenimiento:
Cada cuatro meses utilizo tan sólo un lubricante anti-humedad multiuso indeterminado en forma de spray (ahora uno de Pryca

).
Sobre las rodillas, protegidas estas por paños de algodón, aplico el aceite sobre un suave tisú doble hoja (pañuelo de papel) para a continuación frotar una cara de la hoja longitudinal y suavemente, hasta su completo aceitado (sin inundar).
Hago lo propio luego con la otra cara o
shinogi, y finalmente con el lomo o
mune.
Quedan unas ligeras aguas aceitosas, que remato pasando un suave paño seco de algodón.
De vuelta al
katanakake, hasta dentro de cuatro meses.
-Incidencia especial:
Una vez probé el estar sin aceitar la hoja durante un par de años, tan solo manteniéndola limpia de polvo y fuera de la
saya, y expuesta como siempre en su
katanakake.
El resultado fue que pareció oscurecerse ligeramente el acero, en determinadas zonas y no de forma uniforme.
No se trató en ningún caso de oxidación, pero sí de una ligera pátina propia del acero al carbono.
Procedí a la eliminación de esa ligera e irregular pátina, con el mismo procedimiento de apoyo consistente en el reposo en mis rodillas, e idéntico procedimiento sobre la hoja.
A continuación, tisú impregnado del producto mediante, apliqué una ligera cantidad de
Tarni Shield Metales (limpiador y abrillantador no agresivo para todo tipo de metales excepto plata, de venta en
Schlecker). Substituí el tisú por otro nuevo en cada aplicación y cara de la hoja. Observando el pañuelo despues de la aplicación y suave distribución, se apreciaba generosa mancha negra dejada por la eliminación de la pátina del acero.
Al finalizar, el aclarado final lo hice con el aceite multiusos anti-humedad. Remate final con el paño de algodón... Y la hoja preciosa, limpia y brillante.
Jamás ha aparecido ni un punto de óxido, ni señal del mismo, y jamás he empleado
choji oil.
Espero te haya servido de ayuda.