Buenos días, Félix:
Discúlpame amigo mío, pues la verdad es que he sido un
verdadero bruto al explicarme
Soy tan purista con la cuchillería, que cuando desaparece una firma clásica de toda la vida, o es fusionada, afeada, o abaratada, aúllo como en una jauría.
El coleccionismo significa para mí apreciar la historia de un fabricante icono, rendir culto al objeto, y valorar en su medida una pieza por lo que cuesta, el valor adquirido, y lo que incrementará con el paso del tiempo. Y además uno también se siente feliz y orgulloso de ver alguna pieza como la que conserva en el museo visitado de turno.
A mi parecer es más importante ahorrar e invertir el dinero en una sola pieza de calidad, que destinar el presupuesto en comprar cinco económicas a igual precio. Los motivos son evidentes:
Con la primera nunca perderás un mínimo valor invertido, dispondrás de un cuidado tratamiento térmico, un revenido de calidad, o incluso si es el caso, de una forja apabullante; el nivel de acabados te enamorará, te proporcionará inmensas satisfacciones al saber que en tus manos posees un trozo de historia que pertenece a un cuchillero de culto o a un determinado momento bélico, y difícilmente te desharás de esa pieza (sólo en caso de real necesidad económica).. Incluso tendrás el placer de ver cómo aparece en el reparto de tu película favorita
Respecto a las piezas económicas, dudaré mucho de sus robusteces y/o tratamientos térmicos, perderás siempre dinero, ofrecerán nula química y, como tendrás seguro el gusanillo coleccionista, terminarás vendiéndolas en su mayoría a un microprecio para terminar adquiriendo verdaderas piezas de calidad o con historia en sus lomos… Es decir, las primeras de las que hablamos. Todo un bucle inútil.
Por supuesto que hay que comprar lo que nos entre por los ojos y siente bien en el empuñe... Pero el problema que observo hoy en día con las marcas desaparecidas y absorbidas por otras firmas comerciales es un afeamiento de los diseños y un notable abaratamiento de construcción en decrimento de lo que nunca se debe de perder junto al estilo propio: la calidad.
Porque ofrecer calidad a "cuatro duros" es un imposible. Y si encima tocamos el diseño y la personalidad que cada fabricante aporta a su pieza, apaga y vámonos.
Recibe un fuerte abrazo
P.D
Tengo que enviarte en breve un privado sobre alguna pieza que conozco de tu interés, y por tenerlas duplicadas (lo que llamamos "fondo de armario") y reducir un poco mi extensa colección
