Mensajepor oscashooter » 02 Mar 2021 08:41
Europa.
Italia, infinidad de rincones, preferiblemente algo "anónimos" en el sentido de alejados de la marabunta que conformamos los turistas masificados. Un país en el que, casi en cada esquina, encuentras algo de interés, pedazos de historia y pasado compartido en el bagaje cultural de lo que llamamos occidente.
Praga, la que sin desmerecer Roma, Viena o París me robó el corazón y a la que me tengo prometido volver. Y lo haré.si
De Venecia San Marcos y el palacio de los Dux, de Florencia (inevitable aquí el gentío) el conjunto del baptisterio, el campanile y el domo, con visita también preceptiva a los Uffizi.
Budapest, sin prisa, empapándote de la ciudad y tratando de descifrar las mil esencias de su pasado, admirando lo que es y lo que fue, al tiempo que uno siente que en determinados registros ha vuelto a una "España" de hace cuarenta años y que le recuerda su niñez.
Y... sin duda, España. A Salamanca iría un día sí y otro también, a callejear, a admirar por enésima vez lo que puede ser una ciudad monumental y al tiempo viva.
Córdoba... transitar entre columnas romanas en la enésima y siempre renovada visita a la mezquita-catedral.... empaparse de recogimiento e historia, quedar atrapado por la majestuosidad de lo no recargado, de la sencillez que es y resulta grandiosa. Una vuelta por el barrio histórico, pasar el puente, callejear respirando la majestad del ambiente.
Granada, y no sólo la archivisitada Alhambra, recordando tiempos pretéritos en que llegabas con tu Renault 5 hasta la puerta y entrabas a visitar sin problemas ni muchedumbres. La catedral, visita obligada a la Capilla Real y, al tiempo que se admiran arquitectura y escultura, reflexionar sobre lo que somos, lo que fuimos, de dónde venimos...
La grandiosidad "recogida" de San Juan de los Reyes en Toledo. Sus fachadas estandarte, el mensaje en piedra de lo que significó la voluntad de esos Reyes que dieron paso al nacimiento de ESPAÑA, con mayúsculas y todas sus letras...
Burgos... esa especie de poema en piedra que es su catedral, tal vez mi favorita, con ese cimborrio que parece flotar y elevar al cielo la austeridad noble de Castilla que, en definitiva, forma parte del alma de España...
Y mil lugares más. Muy conocidos unos, en buena parte casi anónimos los otros... pero todos merecedores de perderse en unos pasos tranquilos, dejando que los ojos disfruten de cuanto los pies transitan, que revivan la esencia del paisaje, de las generaciones que hicieron posible cuanto admiras.
Viajar es, sin duda, un placer, y al tiempo una especie de "vacuna cultural" contra el chauvinismo descarnado que parece ser la bandera de tantos y tantos. Vivimos unos tiempos de "selfie" apresurado, de un "yo estuve ahí" que no consigue traspasar la vulgar y ramploma superficialidad del "qué cuelgo en mi facebook"... ese que yo, ni tengo ni tendré.
Un saludo a todos
Homo sum, humani nihil a me alienum puto