LA SALVACIÓN VENDRÁ DE ITALIA

[feng sui]

Francesco Arcuri ha dado a conocer que ha presentado una demanda en Italia solicitando una indemnización millonaria contra 12 periodistas y políticas que le han difamado en redes sociales y medios de comunicación. Así lo ha hecho saber el letrado José Luis Sariego, especializado en conflictos familiares y representante legal del padre italiano.

El letrado sevillano ha señalado que su cliente es "como ciudadano de la Unión Europea y conforme a la legislación europea, un hombre inocente" y tacha de "intolerable" que se diga que en Italia no se protege a las personas maltratadas en el ámbito familiar.Este es el motivo de la nueva demanda interpuesta por el abogado de Arcuri por la que deberán responder ante la justicia italiana 12 personas (periodistas y políticas), entre las que se encuentran la presidenta de una Comunidad Autónoma Española- una referencia más que probable a la dirigente andaluza Susana Díaz, que se ha manifestado sobre el caso por su popularidad mediática- y varias parlamentarias españolas que "en Italia no poseen la especial protección que poseen en España".

Asimismo, Sariego hace constar que el equipo jurídico que representa a Francesco Arcuri ha decidido pedir auxilio al Tribunal Europeo de Derechos Humanos y a la Comisión Europea, a través de la ayuda de varios europarlamentarios italianos, "ante la inadmisible intromisión en la vida privada de un ciudadano italiano". De la misma manera, los abogados del padre italiano quieren denunciar la ley de violencia de género española (LO 1/2004) "por vulnerar sus derechos y los de todos los hombres que vivan en España, entre los que se encuentran varios ciudadanos italianos".En este punto ha resaltado que "la discriminación que sufren los hombres en España es intolerable, ya que basta que una mujer diga que es maltratada para que los derechos humanos que posee todo ciudadano europeo que viva en España desaparezcan" y ha hecho alusión a que estas situaciones también "vulneran" los derechos de los niños recogidos en los tratados internacionales.

Por todo esto, Sariego considera que la ley española de violencia de género es "un fracaso social y político" que en vez de reducir los casos de violencia machista lo que hace, en su opinión, es aumentar los asesinatos de padres y madres a niños, de hombres asesinados por sus mujeres: "Una ley que provoca más víctimas y más violencia, es una mala ley".


A ver si las pelotas de un italiano, al hacer llegar ese engendro legal al Tribunal Europeo, nos libra de esa lacra. Aquí. siendo sinceros, nadie ha tenido esas pelotas.

[fierabras]

Está claro que eso que dice la constitución de que todos somos iguales ante la ley es falso.

Si una mujer dice que la has agredido, sea verdad o no, una noche al menos en el calabozo no te la quita nadie. Por no hablar de las veces que en demandas de divorcio se usa la amenaza de denunciar por violencia de género para obtener un trato más favorable. Eso es una realidad, aunque se empeñen en decirnos que no hay denuncias falsas.

La Ley debería ser igual para todos (y todas, como se dice ahora).

Y a las prácticas periodísticas de este país ya va siendo hora de que alguien les ponga freno, a ver si a unos cuantos de los denunciados les meten en vereda.

[Hoplon]

Hace unos días fue desmantelada una red ilegal que casaba a mujeres marroquíes con hombres de la misma nacionalidad, o ni siquiera casaba, "arrejuntaba" en un burdo remedo de cohabitacón.

Luego esas pájaras interponían una denuncia por maltrato contra el maromo: conseguían automáticamente tarjeta de residencia, tarjeta sanitaria, un piso, un subsidio... después retiraban la denuncia y todos se repartían la "pasta", y por supuesto se partían de risa a costa de los españoles.

https://www.diariodesevilla.es/andalucia ... 35970.html

Pero esto no es nuevo: ya se había dado en el año 2012:

https://www.elmundo.es/elmundo/2012/11/0 ... 93401.html

Y en el año 2016, dos letradas organizaron una trama similar:

https://www.abc.es/espana/abci-imputadas ... ticia.html

¿Somos tontos? Si, si lo somos.