Todo aquello es un polvorín... de dinamita caducada, sudada hasta casi reblandecerse de nitroglicerina: poca broma.
En cierto modo, puedo entender a los turcomanos pues Rusia tiene mucho más interés en terminar con ellos -y el resto (no son solo ellos) de enemigos del dictador sirio- y bueno... cuando han tenido al alcance de sus rudimentarias armas a uno de quienes bombardean a/de los suyos, inalcanzables cuando vuelan a miles de metros de altura... pues en fín.
Cierto es que tengo la casi absoluta seguridad de que derrocar la hereditaria dictadura siria no hará más que empeorar las cosas, pero perpetuar a semejante criminal únicamente por los intereses chiíes y rusos representa prolongar la miseria de aquellas gentes. Y no nos engañemos, que al igual que los "occidentales" no somos hermanitas de la caridad... los rusos son mucho peores. Se han "trabajado" a los ucranianos por la misma razón que Galtieri intentó recuperar Las Malvinas por el 82: es más fácil hacer olvidar el hambre apelando al peor de los patriotismos; el que es el último refugio de los criminales y de los incapaces. Conviene no olvidar lo que ha caído el supravalorado rublo, dejando a los hoteles de la Costa Daurada sin el grueso de sus clientes. Así que se sentirán miserables por no poder pagarse las otrora baratísimas "holidays in Spain", pero cachas como Rambo por atizarles a unos pobres desarrapados como los ucranianos.
El frágil equilibrio en aquella zona saltó por los aires el 2 de agosto de 1990, cuando Iraq invadió Kuwait. Hasta entonces, existía una "inestable estabilidad" (incluyendo la contención de Irán, en permanentes hostilidades con Saddam). Algo parecido a las "primaveras árabes" del magreb y Egipto que lejos de solucionar ningún problema de los allí existentes, han creado de nuevos y lo peor: en cierto modo nos los han trasladado a nosotros.