rupicabra escribió:Nunca ví tal cantidad de rabia contenida, por parte de los suboficiales y oficiales, que al final se quedó en eso, una impotencia, un desengaño descomunal. Los Politicos de entonces decidieron regalar el Sahara Español al puto mohamed, pocos años mas tarde ,por la puta marcha verde y que el capital de los mahomed en la bolsa de Madrid, ya tenian un peso considerable,
Pues ya va siendo hora de que "salgamos del armario" del anonimato y de la vergüenza, que encima a los ex-legionarios y ex-paracaidistas, nos han tomado siempre por locos, cuando no hemos hecho nada más que dar la cara por unos cuantos politicuchos, que como siempre han hecho lo que más pasta les reportase. Derrochando la vida, el honor y las ilusiones de sus fuerzas armadas, que encima de todo se han tenido que "beber la sangre" como los toros en la plaza, para poder seguir aguantando a monigotes.
Menuda figura mi Teniente Coronel D. Alejandro Román Paez, entonces Capitan, que nunca recuperó la alegría de vivir desde que le ordenaron abandonar a los heridos en la retirada de Tilihuín y no recuperaron ni los cadáveres, cuando se de buena tinta que toda su compañía quería quedarse hasta acabar con los moros al precio que fuese.
Vosotros que entendéis de armas:
les suministraron munición para los Mausers Coruña del 7,92 y por un mal calculo con la carga, se soltaron las cajas de munición y al caer desde el avión al suelo se estropearon la mayor parte de los cartuchos, pues bien, no se dieron los Paracas por vencidos , recogieron del suelo las que pudieron y las fueron enderezando a base de meterlas en la recámara varias veces para poder utilizarlas y con ese material plantaban cara con éxito al moro traidor.
Los que asistieron a los combates cuentan que La Legión, avasallaba con su empuje y los Paracas combatían cronometrándose, como si de una prueba deportiva se tratase, con una exactitud ejemplar. Hasta que acabaron con la insurrección en Ifni.
Poco después el vergonzoso Gobierno Español regalaba el territorio a los vencidos.
Lastima que los políticos no les llegasen a la suela de las botas, ahora seríamos un país más respetable