
Como en todo desacuerdo, todos quieren llevar razón.
Solo sé que a los ayuntamientos se les va la pinza, y es que cuando miras números y ves cantidades de nueve cifras es muy fácil pensar que se puede gastar y no se va a acabar. Y mucho más cuando "la pasta" no es tuya y puedes disponer a tu antojo de ella.
En mi calle 300.000 euros en arreglar un jardín del tamaño de un campo de futbito (de futbito o fútbol sala vamos) y no, no se me ha colado ningún cero, que los he contado.
A tomar viento los árboles, que a las "marujas" les molestaban en primavera las hojas para otear el horizonte y cotorrear.
A tomar viento los hogares de los pajaritos que era un placer escuchar por la mañana.
A tomar viento una zona verde sembrada de césped y setos que florecían en primavera.
A tomar viento una zona plantada de árboles.
Y tras 300.000 euros de diferencia que va a haber después de soportar diez meses de estruendosos ruidos y temblores de los cimientos? Pues un sembrado de cemento (de ese bonito sí, pero que no deja de ser cemento) y un plantío de farolas para que las "marujas" puedan estar "cascando" en la calle sin miedo a que un desalmado les dé un susto (que muchas más quisieran).
En fin, administraciones, lo que tenían que hacer es presentar cuentas cuando entran y cuando salen, pero a través de una comisión externa, imparcial y apolítica.
