Bueno. Ya vamos por la página 30 y después de la matanza de Texas viene la gastronomía, mierdecilla incluida.
Todos los atentados terroristas tienen su cara oculta, que no conviene desvelar. Fallos en la seguridad (siempre imputables a alguien concreto). No dar pistas al enemigo (huecos en la detección, en los inhibidores si los hubo...). Complicaciones políticas a nivel interno o por posibles conflictos con otros paises y POR FALLOS HUMANOS CONSTANTES Y PRESENTES EN TODAS LAS FACETAS DE LA VIDA.
Heridos los hay. No todos tienen que ser por amputaciones. Contusiones, heridas por cristales, atropellos por tratar de huir... En cualquier maratón que se precie, y en este había más de 25.000 participantes, suele haber cientos de intervenciones "leves" que se computan. En el 11M creo recordar que hubo alrededor de 2,000 heridos y de ellos "sólo" 90 en estado crítico. Por tanto que de resultas de 2 bombas haya 130 heridos no es desorbitado.
Si los dos hermanos son las cabezas de turco de una conspiración más grande, mala suerte para uno, que ya está disfrutando de las huríes, y peor suerte para el otro que tardará 40 años en estar con ellas después de ver la luz del sol una hora al día como mucho. No le deseo la pena de muerte en ningún caso.
En relación a los "hombres de negro", deciros que vivo en Almería y en muchas pruebas deportivas participa gente de la Legión. Aunque vayan como "civiles" tienen una forma de comportarse fácil de identificar si te fijas, y además suelen ir acompañados por un "grupo logístico" de apoyo. Con esto no quiero decir que esos "contratistas" sean honrados compañeros de fatigas de los corredores. Todavía no me han llegado instrucciones claras de Langley

, pero podría ser una explicación.
Si no hubiera pasado nada, a estas alturas estaríamos hablando del último asesinato masivo organizado por Obama y su cuadrilla. En este caso en Seattle, para arrebatar de las manos inapropiadas los fusiles de aspecto militar. Pero seguimos y seguiremos hablando del atentado. Para eso se hacen los atentados terroristas, para eso y otras muchas cosas más.
Y luego algunos se asombran de que se decrete de forma oficial el toque de queda en una ciudad residencial ocupada por gente de orden y que estos no se levanten en armas contra el "invasor".
Desde que el mundo es algo más civilizado, esa es la actitud normal de cualquier ciudadano. Hacer caso de las autoridades hasta ver qué pasa y quejarse después por el susto y las molestias causadas. Y si además pillan al supuesto hideputa que causó el estropicio, esas personas pueden salir a felicitar a SU POLICÍA, que es lo más normal del mundo; como siempre con la excepción de España, pero qué le vamos a hacer.
Perdón por el ladrillo pero las 30 páginas dan para mucho y, con no leerme está todo solucionado.
Saludos.