lewis escribió:Como padres creo que la mayoría alguna vez ha dado un azote "correctivo" a su hijo-a.
Pero eso es el recurso más frustrante al que se puede llegar tanto para el que lo da como al que lo recibe y además no suele solucionar nada, sólo corta momentáneamente una actitud pero no la corrige.
Es más según a QUÉ PERSONAS SE DÉ puede ser peor porque les JUSTIFICA EL USO DE LA FUERZA PARA LA RESOLUCION DE UN CONFLICTO con lo cual ya saben que pueden ir por la vida dando el santo sacramento a manos llenas para salirse con la suya.
A otras personas les sirve, porque aceptan a la fuerza el sentido de la frustración al que todos nos acostumbramos, mejor o peor, porque evidentemente siempre no podemos hacer o conseguir todo lo que queremos y cuando lo queremos.
Vamos a decir obviedades :
-¿los padres dedicamos ATENCIÓN Y TIEMPO suficiente a los hijos?
-¿es de calidad la dedicación que les damos?
-¿les mostramos el afecto continuamente, adaptándolo a su edad y desarrollo?
-¿les guiamos en su desarrollo y aprendizaje emocional?
-¿les fortalecemos su autoestima , sin convertirlos en engreídos?
¿cualquier adulto de la calle es capaz de reñir educadamente a un niño si hace algo mal sin que sea familia suya?
ETC. La lista sería interminable. No se vive igual que hace una generación, por tanto la aplicación del SENTIDO COMÚN a la corrección, educación,crianza y convivencia diaria, junto con el cambio de valores, hace que todo sea diferente y nos pille descolocados a los padres.
De ahí al maltrato hay un trecho enorme.Y para éste no hace falta ni dar una colleja siquiera.
Por mi trabajo he visto niños anulados como personas sin haber sido ni siquiera tocados por sus padres.
Totalmente de acuerdo, se puede decir más alto, pero no más claro.
Un saludo