Mensajepor EduardoLaporta » 16 Ago 2018 19:13
Me he comido mucho el coco intentando descifrar las claves del funcionamiento de mi -su- empresa japonesa y cómo poder ayudar o mejorar o por lo menos caer bien. Al final soy un picateclas, que sepáis que el chache y mis compis machacas nos turnamos reiniciando y manteniendo los servidores del Ministerio de Salud de España entre un cojonal de super empresas, desde una cloaca en el extranjero. Noche sí y otra también.
Me largo. Mi cómodo sillón se me clava. El ordenador me provoca r4echazo, por eso sólo entro aquí de achuchón y muy de vez en cuando. Ya estudié mi carrera hace casi 20 años, no le debo nada a nadie ni a mi conciencia.
Demostré que valía, sólo que eso no me vale a mí.
Conocí a un tipo, amigo de mi madre, cuando era niño, 12 o 14 años. Era un neanderthal -como yo- que se había hecho una cabaña en la parte más amable del somontano. Comía con la boca abierta sin dejar de fumar, y te dejaba llevarte una estagatita de la fuente natural que tenía a la entrada. Era fuerte como un Conan feo y canijo. Y siempre andaba en pelotas por la casa y jardín, ya que no había vecinos sólo visitas, y la gente sabía cómo era el Lolo. Fumaba un hierba infernal que llevaba como 20 años sin savia nueva. Y había que echarle cojones para beber su cerveza Skol caliente sin gas. Sí, mi mamá era muy Jipi.
Pasaron los años, y volví a visitarlo. Su cabaña era ya una casita de piedra, humilde. Me dijo: Eduardo, en esta vida trabajando o te jodes la cabeza o te jodes el cuerpo. Yo decidí joderme el cuerpo.
Este hombre es ingeniero nuclear, pero prefiere poner piedra.
Y ahora el que le haya echado estómago para leerse este piedro, dirá: ¿y a mí qué coño me importa?
Bueno, me compré una casa. Muy vieja, muy apartada. Con su corral, cuadras y zolle. La renové de arriba abajo, yo sólo, jugándome el tipo cambiando paredes maestras de piedra y barro al buen tuntún pero derrochando sentido común. Tengo huerta, olivos, y hasta podría echar unas cabras, que son animales encantadores, no como el anodino borrego. La compré hace 13 años. Viví dos allí con mi santa. Nos aburríamos tanto que hasta amaestramos mantis. No de esas gordas verdes, estas eran castañas como de cinco o seis centímetros. No es que las llamases por su nombre y viniesen moviendo el rabo, pero llegamos a un entendimiento. Mi favorita se llamaba Conchita.
La casa, los campos. Me han dado problemas, y claro, hacerse 1150Km en coche cada vez, toca las pelotillas. Hasta recuerdo vagamente que cuando era más joven me gustaba conducir.
El tema es que no os jodáis la mente dándole más vueltas a lo inevitable. Machacad el cuerpo, entrenad, y si podéis, comprad esa parcelilla tirada de precio. Si tiene casulla se adecenta y hasta se mete un piso encima, si no, hasta 30 metros cuadrados -sin límite de plantas- te la haces tú, y creedme, poner ladrillos rectos es un arte que uno domina si se pone. La ciudad es el peor escenario para la película que os estáis montando.
Si viene esa guerra, no creo que se preocupen por mí, y si cometen tal indelicadeza, sé fabricar pólvora negra, quién conozca mis andanzas sabe que nada se me escapa, rememoraré Orán sembrando de muerte a los pedazos mi huerto, Seré los talones en la oscuridad, los dientes en la sombra, el destripador, el asesino de animosos muchachos, el comepecados, el último brillo de sus noches, beberé las lágrimas de sus madres sin consolar a sus hermanas, y llegado el caso, sermos, ellos y yo... abono para mis olivos.
Vivid.
Y qué coño, un abrazo.
PD: Espero que los moderadores, atendiendo al patatal de años que llevo aqui ya que tuve que crear segunda cuenta por problemas con mi e=mail, me perdonen las palabrotas.
Soy el usuario conocido como ThisCharming.