Hoplon escribió:En Atenas, cuna de la democracia, existía la Asamblea de los 5.000, órgano colegiado de decisión formado por los cinco mil atenienses que podían mantener una armadura completa de hoplita: en esa época se consideraba que tenían derecho a votar aquellos que en caso de torcerse la cosa tendrían que salir a dar la cara en el campo de batalla, y creían, ingenuos ellos, que el que se iba a quedar en casa sin jugarse nada, pues era mejor que no opinase. Nada que ver con España, democracia avanzada donde se ejerce el voto por naufragio universal.
Imaginemos una familia española promedio, una familia normal, que no tiene por qué parecerse en nada a la familia Hoplón, ni a ninguna otra en concreto.
El padre y la madre trabajan, y declaran en el IRPF unos ingresos conjuntos, porque la declaración conjunta les sale menos a pagar, de treinta mil euros al año. Su tipo marginal llega al 27 %, pero en el conjunto de los tramos ronda el 20 %: es decir, que apoquinan seis mil euros al año, con los que contribuyen en su modesta medida al sostenimiento del despilfarro.
También cotizan a la SS, casi cuatrocientos euros al mes cada uno, entre los dos algo más de ocho mil euros anuales para respaldar este capítulo del estado de bienestar.
Con estos datos ya sabemos todos que esta familia pertenece a la tan ponderada como oprimida clase media, y conforman, con miles de familias parecidas, la columna vertebral de nuestra sociedad.
Deducidos impuestos y cotizaciones, les quedan en el bolsillo… (ruido de cerebro pensando)… pues dieciséis mil euros ¡no está mal!
De esos euritos que les quedan en el bolsillo, cada vez que los gasten, deberán pagar el IVA, reducido para lo más básico, elevado al 21 % para todo lo demás, ¿les llegarán a quedar doce mil euros, mil al mes, para gastar realmente en ellos? También deben pagar el IBI del techo que los cobija, y algunos impuestillos más.
Tienen dos hijos, y se plantearon el tener tres, pero llegaron a la conclusión de que no podían, ya que a ellos nadie les paga 400 € al mes por hijo para que se integren y los lleven al colegio. El caso es que han hecho lo que han podido por asegurar el reemplazo generacional, en lugar de gastarse todo lo que ganan en sí mismos. A veces se arrepienten de no haber ido a por el tercero. Tienen coche, aunque en rigor no deberían poder permitírselo, y veranean una quincena al año en la playa: están mal acostumbrados, cuando eran niños sus padres sí se lo podían permitir, y ellos hacen lo posible por seguir al mismo nivel, aunque muchos meses, dicho claramente, no llegan. Y educan a sus hijos para que trabajen, igual que ellos.
El caso es que con mi euros al mes deben cubrir los gastos de cuatro personas: a mí me parece normal que no ahorren, y que cada mes acaben, casi casi, en la cuerda floja. Los chicos piden cosa de chicos (la chica cosas de chica, usemos un lenguaje integrador): móvil, playstation… aunque les cuesta, los padres hacen lo posible por dárselo.
Hemos visto que esta familia contribuye, paga, y sostiene al erario público y a la seguridad social ¿Y sabes lo que dicen estos esposos cuando alguien les comenta que hay que acoger a todo el que venga, y repartir con él, y ser solidario? Pues no te lo digo, mejor intenta imaginarlo tu.
O volvemos al sistema ateniense, y que se acabe el "yo invito y pagas tu".
Ni más ni menos compañero, lo has clavado. Según parece has de estar durante toda tu puñetera vida "sobreviviendo" y dando lo que no tienes a otro que viene a aprovecharse del sistema que tú con tu esfuerzo y sacrificio mantienes.
El tema del tercer hijo lo bordas, a mí me encantaría tener 5 o 6 hijos, pero como no los puedo mantener me contento con 2 y darles todo lo que pueda. Pero claro es más fácil traerlos al mundo y luego pedir que te los mantengan.