fierabras escribió:Los operadores móviles virtuales son la prueba de que las grandes compañías nos están robando a mano armada, estas operadoras alquilan las infraestructuras de las grandes, no tienen antenas propias, ofrecen tarifas más baratas a sus clientes y sacan beneficio, luego es fácil deducir que las tarifas y servicios de las tres grandes compañías son un robo. Además tienen políticas de satisfacción del cliente como esta de Pepephone, inexistentes en las otras empresas.
Como contrapunto, existe las sospecha de que cuando una estación BTS (una antena) tiene más solicitudes de conexión de las que puede dar (o están muy justas y saturadas), prioriza a los clientes de la compañía propietaria sobre los de los operadores móviles virtuales a los que presta servicio, lo que se nota en velocidad de internet, calidad de la llamada o falta de cobertura. Situación que ahora en verano se dará en los grandes destinos vacacionales.
Efectivamente, nos roban, pero no sólo las grandes operadoras, las pequeñas roban aún más. Te lo explico:
-Las grandes han invertido e invierten en personal técnico, en infraestructura, en equipos, etc...
-Las pequeñas (meros revendedores de líneas) no tienen ni personal, ni infraestructura, ni equipos, ni nada; se limitan a alquilar líneas a las grandes a un precio inferior al del costo de mantenimiento (gracias a la CMT, organismo que fija los precios que las grandes cobran a las pequeñas y que también fija los precios que grandes y pequeñas pueden cobrar al usuario final). Es decir, que las grandes no pueden competir en precios con las pequeñas, ya que éstas pueden ofertar precios ligeramente por encima de lo que les cuesta a ellas, que en cualquier caso está por debajo del coste real, y en cambio las grandes no pueden ofertar por debajo del coste al usuario final por imposición de la CMT.
Ésto era en principio porque se consideraba que Telefónica, único operador con líneas y equipos propios entonces, estaba en una posición de superioridad ya que disponía de la infraestructura cuando la competencia aún no, así que la CMT obligaba a Telefónica a ceder su infraestructura a las nuevas operadoras, algo lógico por entonces.
Pero mientras Telefónica y algún otro operador han seguido invirtiendo las pequeñas han visto el negocio fácil y a chupar del bote antes de que se agote, y ésto ha llevado a que las grandes dejen de invertir y mantener, con el consiguiente deterioro de la red.
La gota que ha colmado el vaso es que la CMT también obliga a compartir por debajo de coste la red de fibra, inversión que las grandes han hecho ellas solitas con su dinero, con lo que el desarrollo de la red de fibra prácticamente se ha parado en seco y las empresas contratadas, subcontratadas, subsubcontratadas y todos los subsubsubsubcontratados que quieras se han quedado sin trabajo, o sus condiciones laborales, que ya eran malas, se han ido a la mierda y por eso están de huelga.
El tema de la saturación de equipos no es exactamente por priorizar a sus clientes, es bastante más sencillo:
Pon que en cada equipo hay 50 tarjetas con 50 clientes de capacidad cada una (el número exacto no lo sé pero por ahí va la cosa). Telefónica ocupa cada tarjeta con un máximo de 10 clientes para garantizar que esa tarjeta no sature su capacidad, y si necesita más instala más tarjetas y más equipos, así de sencillo puesto que los equipos y las tarjetas ya las tiene preparadas en sus almacenes y dispone de espacio de sobras en sus centrales para instalar más equipos.
En cambio las revendedoras de líneas ocupan las tarjetas que alquilan hasta el máximo, algo lógico cuando se trata de obtener el máximo beneficio posible, pero esas tarjetas se saturan con más facilidad ya que el "tráfico" que circula por ellas es cinco veces superior y a veces "el caño no da para más".
Perdonad el tocho, simplemente es para que os hagáis una idea de cómo funciona ésto de los revendedores de líneas y veáis que no son tan majetes como parecen.
Cave canem.