los hijos de puta que asesinan niños y mas si es de lejos .
Cobardes.
Sean blancos, negros,verdes o rojos.
Sus compañeros les vengarán.
Como siempre ha ocurrido y no aprendemos.No aprendemos.
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Malaventurados
Malaventurados
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Re: Malaventurados
Apolo se averguenza de ellos.
Así dijo. El anciano sintió temor y obedeció el mandato. Sin desplegar los labios, fuése por la orilla del estruendoso mar, y en tanto se alejaba, dirigía muchos ruegos al soberano Apolo, hijo de Leto, la de hermosa cabellera: —¡Oyeme, tú que llevas arco de plata, proteges a Crisa y a la divina Cila, e imperas en Ténedos poderosamente! ¡Oh Esmintio! Si alguna vez adorné tu gracioso templo o quemé en tu honor pingües muslos de toros o de cabras, cúmpleme este voto: ¡Paguen los dánaos mis lágrimas con tus flechas!
Apolo.
Tal fue su plegaria. Oyóla Febo Apolo, e irritado en su corazón, descendió de las cumbres del Olimpo con el arco y el cerrado carcaj en los hombros; las saetas resonaron sobre la espalda del enojado dios, cuando comenzó a moverse. Iba parecido a la noche. Sentóse lejos de las naves, tiró una flecha, y el arco de plata dio un terrible chasquido. Al principio el dios disparaba contra los mulos y los ágiles perros; mas luego dirigió sus mortíferas saetas a los hombres, y continuamente ardían muchas piras de cadáveres.
Así dijo. El anciano sintió temor y obedeció el mandato. Sin desplegar los labios, fuése por la orilla del estruendoso mar, y en tanto se alejaba, dirigía muchos ruegos al soberano Apolo, hijo de Leto, la de hermosa cabellera: —¡Oyeme, tú que llevas arco de plata, proteges a Crisa y a la divina Cila, e imperas en Ténedos poderosamente! ¡Oh Esmintio! Si alguna vez adorné tu gracioso templo o quemé en tu honor pingües muslos de toros o de cabras, cúmpleme este voto: ¡Paguen los dánaos mis lágrimas con tus flechas!
Apolo.
Tal fue su plegaria. Oyóla Febo Apolo, e irritado en su corazón, descendió de las cumbres del Olimpo con el arco y el cerrado carcaj en los hombros; las saetas resonaron sobre la espalda del enojado dios, cuando comenzó a moverse. Iba parecido a la noche. Sentóse lejos de las naves, tiró una flecha, y el arco de plata dio un terrible chasquido. Al principio el dios disparaba contra los mulos y los ágiles perros; mas luego dirigió sus mortíferas saetas a los hombres, y continuamente ardían muchas piras de cadáveres.
Última edición por psanta el 16 Jul 2014 21:12, editado 1 vez en total.
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Re: Malaventurados
Pues sí, cobardes y carentes de cualquier ética humana.Y tan culpables son los asesinos, como los pusilánimes y los miserables que les permiten serlo impunemente, porque el asesino mata, mientras le dejen hacerlo.
Seid ihr das Essen? Nein, wir sind der Jäger!
Re: Malaventurados
Ya te contestaron, muy bien contestado, que a ver esa doble moral que tienen algunos, que aquí nadie se acordó cuando secuestraron a tres chicos jóvenes los torturaron y los asesinaron.
Pero ya veo la doble moral, unos se lo merecían y otros no.
Alguno se lo debería hacer ver porque no está bien.
Saludos,
Pero ya veo la doble moral, unos se lo merecían y otros no.
Alguno se lo debería hacer ver porque no está bien.
Saludos,
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