Buenos días, Pablo:
No me atrevo a aventurar el por qué te ha sucedido, puesto que tú tienes experiencia, conocimiento de las armas y habilidad suficiente, para saber de dónde procede tal defectuoso funcionamiento... Pero lo que sí me intriga y preocupa, es el
cómo llegó el proyectil -deformado- disparado a tu mesa, y lo que és peor, tan peligrosamente cerca de tí. Sólo se me ocurre que durante la fracción que dura el desencare del arma, y en pleno proceso fortuíto del segundo disparo involuntario, éste rebotara en algún arco, viga o columna de hormigón, quedando finalmente depositado sobre tu tablero.
Toma precauciones la próxima vez que uses el "caprichoso" arma, amigo. Creo que has tenido suerte con la bala rebotada.
Y otro punto importante ¿qué te ha mencionado o contestado el compañero que te la vendió, sobre su posible manipulación, afine del disparador o funcionamiento anormal

? Creo que este señor debería ser del todo honesto y sincero contigo.
Un abrazo.