El uso de las pistolas semiautomáticas para fuego central tiene muchas ventajas con respecto al revólver. Una de ellas es la posibilidad que nos dan muchas marcas de tener documentados en una sola guía de pertenencia dos calibres, el .22 LR para standard y el .32 S&W para fuego central, en el mismo arma (Walther GSP, Tesro TS-22, Hammerli SP, etc.). Otra es las en ocasiones múltiples regulaciones de sus empuñaduras anatómicas, con una angulación más abierta, en principio más apropiada para el tiro de precisión. También es lo más común utilizar cartuchos del calibre .32 S&W, que sin llegar a ser como dice el compañero Sanchez62 igual que el .22 LR, su retroceso es mucho más controlable que el del .38 S&W (el mayor calibre de la categoría), sobre todo para tiradores no muy expertos.
Pero a mí, sin dejar de reconocer estas (y seguro que otras) ventajas en las pistolas semiautomáticas, me gustan más los revólveres. Y el que más me gusta para la modalidad de fuego central es el francés Manurhin, que tiene un precio que parece una barbaridad, pero una vez lo analizas frÍamente y con conocimiento te das cuenta de porqué vale tanto. Para apreciarlo tienes que tenerlo en la mano, las fotos son engañosas y no le hacen justicia al arma (esto es algo que también ocurre con el Colt Python, por ejemplo). Es una auténtica obra de arte y de la ingeniería. Es algo que se aprecia rápidamente si comparas sus mecanismo internos con los de cualquier otro revólver. Su aspecto es de una gran solidez (común a todos los revólveres), es un arma construída en forja con los mejores aceros, montada y ajustada manualmente durante horas por uno de los maestros armeros de la marca. Son probados con cargas mucho mayores de las que tienen que disparar, y son las armas que garantizan las agrupaciones más cerradas a 25 metros. Su sistema de disparo es de una suavidad increíble (se desplaza por medio de unos minúsculos rodillos), tiene unos 1.400 gramos de presión que no lo parecen, da la sensación de que sean muchos menos (es como la diferencia entre cortar con un cuchillo con la hoja perfectamente afilada, y otro que lo esté, pero no tanto). Le hay en ambos calibres, el MR32 Match en calibre .32 S&W (más controlable) y el MR38 Match en calibre .38 S&W (incluso algo más preciso). El mayor problema y la razón por la que no se ven demasiados es su alto precio. Según en qué sitios, unos 1.800 euros. Si a esto le sumamos una buena empuñaura Knill (que no trae de origen, por lo que cuesta el arma sería un detalle que en estos modelos Match viniera con ella) que cuesta unos 170 euros, y un contrapeso para situar bajo el cañón que cuesta otros 170 euros, nos vamos ya a los 2.140 euros.
Pero como digo, si tenéis ocasión de ver uno de estos, empuñarlo y/o tirar con él, quizá ya no parezca tan caro. En mi opinión hay otros muchos modelos de pistolas que son proporcionalmente a lo que ofrecen mucho más caros (las pistolas de libre sin ir más lejos).
En Julio de 2.009 en los Campeonatos de Europa de tiro celebrados en Granada el tirador ruso Mikhail Nestruev ganó la prueba de Fuego Central con una puntuación de 594/600 puntos (296 en precisión + 298 a duelo), batiendo el récord mundial de la modalidad. El arma que utilizó fué un antiguo revólver de fabricación rusa, un Toz 49 M, del calibre ruso 7,62 x 26,2 R Nagant corto (en pulgadas el mínimo permitido de 0,30). Yo no he tenido la oportunidad de ver este modelo de revólver en vivo, pero me han dicho que parece hecho con martillo y escoplo (típico método de fabricación ruso). Pero tiene un gatillo de competición totalmente ajustable (algo muy raro en un revólver) y un sistema único de cierre de gases en el momento del disparo que es el secreto de que tenga una precisión que se las pela. En esta web hay un estupendo artículo sobre este arma.
Salu2.
