Es inevitable ponerse sentimental y trascendental; pero realmente lo merece por muchas razones:
– Es (me niego a hablar en pasado) un buen escritor y además un escritor bueno. Un hombre serenamente apasionado.
– Ha dignificado la caza. Gracias a él me siento dignificado como cazador en una sociedad de cultura Bambi... Y lo ha hecho con una palabra que da testimonio de lo que es la caza sin contraatacar a nadie, desnuda de justificaciones y de excusas.
– Delibes un poco parte de todos los cazadores y nos sentimos en él orgullosamente representados (al menos así es en mi caso).
– Ha inventado un género literario: es dificilísimo escribir incorporando el vocabulario y los giros del pueblo y de la caza sin que la prosa y la descripción se echen a perder. Él lo consigue con increíble sencillez.
– Me ha hecho pasar muy buenos y muy malos ratos con Diario de un emigrante, Diario de un cazador, Mis amigas las truchas y La caza de la perdiz. Conservo este último libro y cuando lo releo siempre me sorprende lo cercanas que están las experiencias de los cazadores de perdices y el buen tino con que las refleja.

B.U.A.
Beatífica Unión Apostólica 30.06
(establecida en 1906)
"bonus venator grosso munitio numquam requirere"