Mensajepor Erick » 23 Oct 2010 17:19
EL PLOMO"ENVENENA LA CARNE DE CAZA
Investigadores del CSIC piden que la munición cinegética prescinda de ese metal tóxico.
Todo el que ha tomado un plato de caza sabe que hay un ingrediente habitual aunque no deseado en los guisos: el plomo. Por muy bien que se limpie la pieza, siempre queda algún perdigón en la carne y el comensal acaba descubriéndolo tarde o temprano, sobre el plato o cuando ya está masticando el bocado. Lo habitual es apartarlo, como quien retira un grano de pimienta, y no darle más importancia. Pero quizá el comensal debería dedicarle un poco de atención al asunto. Porque recientes trabajos científicos llaman la atención sobre el efecto tóxico que tiene el plomo de la munición sobre la salud humana y el medio ambiente.
El último aviso lo acaba de dar un equipo de la Estación Biológica de Doñana (CSIC)formado por José Antonio Donázar y Fernando Hiraldo, en colaboración con Sergio Lambertucci de la Universidad Nacional del Comahue en Bariloche (Argentina). Los investigadores recuerdan en un artículo de opinión publicado en la revista Enviromental Science & Technology que las evidencias médicas sobre la toxicidad del plomo son bien conocidas. De hecho, las autoridades han ido prohibiendo la utilización del plomo en cañerías, combustibles o pinturas. Es un producto bioacumulativo y una vez que entra en el cuerpo no se elimina. En grandes dosis, genera daños neuronales y trastornos del sistema endocrino e inmunológico.
Lo que se preguntan los autores es por qué la persecución del plomo no se ha extendido también a las municiones de caza. Como explica Fernando Hiraldo, director de la Estación Biológica de Doñana, su intención no es atacar la actividad cinegética. De hecho, cree que la caza es una herramienta más de gestión del medio y un activo “social, ambiental y económico para muchas regiones”. Lo que pretende es que esa actividad se realice de la forma mas segura para la salud pública.
Unas 40.000 toneladas
Unas 40.000 toneladas de plomo son vertidas al campo cada año en Europa por los seis millones de cazadores del continente, explican los autores. El plomo se incorpora a los suelos y el agua y también a la cadena alimentaria cuando los predadores y carroñeros comen a los animales heridos. Hace años que la UE prohibió disparar plomo en zonas húmedas, pues la acumulación de plomo había intoxicado el agua y las aves.
Pero además está el efecto sobre la salud humana. Los autores recuerdan un reciente trabajo publicado por el profesor Rafael Mateo, del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos de la Universidad de Castilla-La Mancha y el CSIC, que probaba que la presencia de plomo en piezas de caza cocinadas superaba los límites que marca la UE.
En aquel artículo en la revista PLos ONE, Mateo indicaba que entre el 20% y el 87% de los guisos analizados superaba el nivel de 0,1 mg. de plomo por kilo establecido por la UE como margen de seguridad. El plomo reacciona de forma especial en un medio ácido, así que el uso de vinagre y las preparaciones como el escabeche agravaban el efecto.
El trabajo de Mateo demostró que esto ocurría sobre todo en las piezas de caza menor, que se abaten con cartuchos fabricados con cientos de pequeños perdigones, pero también en las de caza mayor, que se matan con balas de una pieza, pero en las que también había rastro de plomo.
Hiraldo, Donázar y Lambertucci creen que las autoridades deberían promover la retirada del uso del plomo en las municiones y que tendrían que imponer controles sobre las piezas cinegéticas, especialmente las de importación. Mientras que cualquier res de ganadería pasa severos controles, incluidos los de metales pesados, la carne de caza no es analizada para detectar plomo. “Pedimos regulaciones precisas para la carne de caza para que una sustancia tan tóxica no esté en las cadenas de consumo”, afirma José Antonio Donázar.
Quienes tienen mucho que decir son los cazadores, que en España ascienden a unos 900.000. Y se están moviendo. El presidente de la Real Federación Española de Caza, Andrés Gutierrez Lara, reconocía ayer que su colectivo entiende que el plomo es un asunto de salud pública y hacía hincapié en que “aunque todo el mundo habla”, son solo “los cazadores los que han trabajado” para encontrar un sustituto al plomo
Así la federación ha invertido unos dos millones de euros en investigaciones desde hace cinco años y ha patentado ya –y está probando- un material metálico diseñado por técnicos de l Universidad Complutense. Han tenido apoyo financiero de la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente.
Si ese invento funciona, sería el cartucho perfecto, pues los sustitutos actuales no valen, dice el presidente de la Federación. La munición de acero daña las armas y obliga a usar otras especiales. Además, provoca incidentes peligrosos por rebote de proyectiles. Y otros metales como el tungsteno o el bismuto hacen que la caja de cartuchos pase de valer siete euros a 50.
Sólo cuando se haya talado el último árbol; sólo cuando se haya envenenado el último río; sólo cuando se haya pescado el último pez; sólo entonces, descubrirá el hombre blanco que el dinero no es comestible. (Profecía de los indios Cree)