Hechos de armas heroicos del Ejercito Español

La historia se escribe con fuego: todo sobre operaciones militares, tácticas, estrategias y otras curiosidades
Brasilla
375 HH Magnum
375 HH Magnum
Mensajes: 3959
Registrado: 30 Ene 2016 02:49
Ubicación: Donde la txapela se pone a rosca
Contactar:
Estado: Desconectado

Re: Hechos de armas heroicos del Ejercito Español

Mensajepor Brasilla » 09 Abr 2018 23:12

Batalla de SUIPACHA


La batalla de Suipacha fue un enfrentamiento ocurrido el 7 de noviembre de 1810 entre las fuerzas del Ejército del Norte enviadas por la Primera Junta de gobierno de Buenos Aires durante la primera expedición auxiliadora al Alto Perú y las fuerzas realistas españolas que resultó en el primer triunfo de los ejércitos argentinos en la guerra de independencia.

La batalla se produjo a 25 km de Tupiza, en la población de Suipacha, a orillas del río Suipacha, entonces intendencia de Potosí, en la actual provincia de Sud Chichas del Departamento de Potosí de Bolivia.

Después del desfavorable combate de Cotagaita ocurrido el 27 de octubre de 1810, las fuerzas revolucionarias del Ejército del Norte se vieron obligadas a retirarse en dirección a Tupiza sin ser perseguidas por los realistas.

El 5 de noviembre las fuerzas realistas comenzaron la marcha hacia Tupiza, luego de recibir al general Vicente Nieto con tropas armadas de todos los marinos beteranos, muchos vecinos de la ciudad, los artilleros de Cuzco, fucilería de Oruro y algunos de La Paz,​ entre los cuales estaban los Granaderos Provinciales de La Plata provenientes de Chuquisaca.

Al día siguiente el general rioplatense Antonio González Balcarce desalojó ese pueblo, que fue ocupado al otro día por 1200 realistas, y se situó en Nazareno el 6 de noviembre. En este paraje, ubicado sobre el río Suipacha frente a la población de Suipacha, recibió por la noche un refuerzo de 200 hombres provenientes de Jujuy con dos piezas de artillería, junto con municiones y la paga de las tropas.

El coronel realista José de Córdoba y Rojas había recibido informes falsos sobre la moral combativa de las fuerzas de González Balcarce, convenciéndose de que marchaban descontentos y mal armados y por lo tanto sería relativamente fácil dispersarlos, tampoco se había enterado de la llegada de refuerzos con municiones y cañones.

El Ejército del Norte tenía inferioridad numérica, 800 realistas con 4 cañones contra 600 independentistas con 6 cañones.

Formaban parte del ejército realista de observación los veteranos del Real Borbón y del Cuerpo de Voluntarios del Rey, este al mando del capitán José Fernando de Fontaneda, que habían partido de Buenos Aires en 1809 para reprimir las sublevaciones del Alto Perú y que luego formaron el Batallón Fernando VII.

La batalla

Cuando el 7 de noviembre de 1810 la vanguardia realista tomó contacto visual con las tropas de González Balcarce, este había ocultado gran parte de su infantería y artillería entre los cerros y quebradas vecinas.

Situados frente a frente sin atacarse hasta las 3 de la tarde, González Balcarce se impacientó e ideó un plan para forzar a Córdoba a atacarlo, para eso hizo adelantar 200 hombres sobre la playa del río y con dos cañones abrió fuego, lo que dio inicio al enfrentamiento cuando Córdoba destacó algunas fuerzas de guerrilla. González Balcarce desplegó más tropas y Córdoba envió batallones para reforzar a sus guerrillas abandonando sus posiciones seguras. González Balcarce ordenó simular una retirada en aparente desorden, haciendo caer en la trampa a Córdoba, quien dio la orden de perseguirlos con todas sus tropas hasta las proximidades de la quebrada de Choroya. Allí las fuerzas de González Balcarce que en apariencia huían, giraron para enfrentarlos, mientras las tropas de infantería y la artillería que estaban ocultas entre los cerros aparecieron brúscamente, emboscando a los realistas, quienes se dieron a la fuga arrojando banderas, armas y municiones, siendo perseguidos por tres leguas.

La batalla duró media hora y concluyó con una fácil victoria para los revolucionarios ya que los realistas abandonaron el campo de batalla en fuga, dejando la artillería. Fueron tomados 150 prisioneros realistas. La aparición de indígenas para observar la batalla desde los cerros hizo pensar a Córdoba y Rojas que se trataban de fuerzas de refuerzo y se precipitó en fuga sin esperar el resultado de la batalla.

En la batalla, junto con las tropas provenientes de Buenos Aires (275 combatientes), participaron, salteños, jujeños, oranenses, tarijeños, cinteños y la Caballería chicheña de Tupiza, comandada por el coronel Pedro Arraya.

El 9 de noviembre Juan José Castelli, el representante de la Primera Junta en el Ejército del Norte, ordenó al capitán Martín Miguel de Güemes que con 150 tarijeños montados partiera de Suipacha en dirección a Cinti para capturar al subdelegado y comandante militar Pedro Cabero y a su antecesor, e impedir por allí la huida de los derrotados de Suipacha hacia el Gran Chaco, así como también en posesión al nuevo subdelegado Isidoro Alberti.

Consecuencias

Como consecuencia del triunfo de Suipacha por parte del Ejército del Norte, el adversario ejército realista que luchó en Suipacha sufrió una completa derrota, perdió sus cuatro cañones, sus tiendas de campaña, armas, municiones, 10.000 pesos en plata, víveres y se desintegró por completo.

La victoria de Suipacha tuvo un fuerte efecto moral en el Ejército del Norte, los jefes realistas del Alto Perú perdieron todo su prestigio, que se vio reflejado en el pronunciamiento de las cuatro provincias del Alto Perú a favor. Así, la ciudad de Potosí, el 10 de noviembre de 1810, apresó a su gobernador Francisco de Paula Sanz, levantándose también e Chuquisaca, La Paz y Cochabamba , en donde Esteban Arze consiguió el triunfo de Aroma el 14 de noviembre, en favor de la Junta de Buenos Aires, ciudad en donde produjo una euforia generalizada.

En el momento de la batalla Juan José Castelli se hallaba en Yavi, desde donde el 8 de noviembre informó a la Junta sobre la victoria, redactando dos días después en Tupiza el parte completo, llevado a Buenos Aires por el mayor de patricios Roque Tollo.

Exmo Señor.
Son las dos de la mañana, y media hora hace, que llegan dos ayudantes del exército, Roxas y Saravia, con el capitan Tollo, dandome de orden del mayor general Balcarce, el parte del resultado feliz para nuestras armas del ataque, que hicieron, los enemigos sobre la retirada de los nuestros de Tupiza á Suipacha, donde se fixaba el quartel general, habiendose destacado una fuerza de más de mil hombres, al mando de D. José Cordoba, con quatro piezas de artilleria.

Se alistaron ayer á las tres de la tarde, y nuestra gente los esperó gallardamente, operó la artilleria mandada por Villanueva y Giles, que acababan de llegar con las piezas, municiones, caudal para pago de la gente, y tres divisiones, que venian á mi avanguardia; obró la mosqueteria, y cargó la caballeria, poniendo en fuga vergonzosa el resto de los que no quedaron tendidos en los cerros. Han perdido toda la artilleria y municiones, banderas, armamentos, mulas, monturas, mochilas y demas pidiendo clemencia, que mandé no se les diese.

Siguen los nuestros las derrotas hasta alcanzar los montados, y entre ellos el general Cordoba; y es probable que reforzado Balcarse siga hasta Cotagaita á atacar, y tomar los de la reserva, y franquear el paso para Potosí. Luego que tenga mas circunstanciadas noticias reiteraré mi parte para satisfaccion de V. E. bastando decirle, que tengo en mi poder parte de los despojos del atolondrado exército de los rebeldes, que sus banderas estan en presa, que no contamos más que un oficial, y seis heridos nuestros, y que no se sabe de nuestra tropa entrando las de Tarija, qual es la que mejor se ha portado.

Circúlo estos avisos á las ciudades por medio de sus xefes, para que celebren los triunfos de la patria, y glorias de la lealtad
.
Dios guarde á V. E. muchos años. Yavi 8 de noviembre á las dos de la mañana de 1810.—
Exmo. Sr.—Dr. Juan José Castelli.
—Exma. Junta Gubernativa de estas provincias.


Parte de Castelli a la Junta

En el periódico la Gazeta de Buenos Ayres, del 3 de diciembre, parafraseando al virrey del Perú José Fernando de Abascal y Sousa, se pudo leer:

(...) que el americano nacido para vegetar y vivir en la oscuridad, (...) [excedía a los militares de España], donde por virtud del nuevo gobierno, se ha enseñado la táctica de fugar, manchando la memoria de nuestros abuelos y héroes de la milicia que ahora nosotros queremos renacer (...)

Una de las dos banderas tomadas fue enviada a Buenos Aires con una nota de Castelli que decía:

A fin de que V. E. la destine a la sala del rey D. Fernando, con las que adornan su retrato.

La Junta autorizó a todos los comandantes victoriosos en Suipacha, a llevar en el brazo derecho un distintivo con la inscripción:

La patria a los vencedores de Tupiza

Este distintivo se utiliza aún hoy en el uniforme de gala de las tropas del Regimiento Dos (RI2) de infantería del Ejército Argentino con actual asiento en la Ciudad de Córdoba, Argentina.

Cumpliendo órdenes de Buenos Aires y como castigo por la represión de 1809 en las rebeliones de Chuquisaca y La Paz, los jefes realistas José de Córdoba y Rojas, Vicente Nieto y Francisco de Paula Sanz fueron capturados en Potosí y ejecutados. A González Balcarce le valió los galones de brigadier y la confianza para avanzar hacia el río Desaguadero, límite entre ambos virreinatos.

Una calle del centro de Buenos Aires recuerda la batalla.


Saludos :saluting-soldier: :saluting-soldier: :saluting-soldier:
Si ignoras lo que pasó antes de que nacieras, siempre serás un niño.
Marco Tulio Cicerón.

Brasilla
375 HH Magnum
375 HH Magnum
Mensajes: 3959
Registrado: 30 Ene 2016 02:49
Ubicación: Donde la txapela se pone a rosca
Contactar:
Estado: Desconectado

Re: Hechos de armas heroicos del Ejercito Español

Mensajepor Brasilla » 09 Abr 2018 23:25

Batalla de Aroma


La Batalla de Aroma fue un triunfo obtenido en el Alto Perú por un ejército irregular de la Intendencia de Cochabamba adherente a la Junta de Gobierno de Buenos Aires surgida en la Revolución de Mayo de 1810, sobre las fuerzas realistas fieles al Consejo de Regencia de España e Indias. Tuvo lugar el 14 de noviembre de 18102​ en los campos de Aroma o Arohuma (del aimara Haru Uma), a orillas del río Aroma a pocos kilómetros de Sica Sica y al noroeste de Oruro. Actualmente corresponde al Departamento de La Paz en Bolivia. Suele ser considerada como el nacimiento del Ejército de Bolivia.

Algunas fuentes datan a la Batalla de Aroma como ocurrida el 14 de octubre de 1810, lo que la convertiría en el primer triunfo independentista en el Virreinato del Río de la Plata. Sin embargo, la fecha correcta es el 14 de noviembre de 1810, pues el día 12 de noviembre las fuerzas de Arce aún se hallaban en Oruro.

Antecedentes

En septiembre de 1810 el Ejército del Norte, enviado por la Junta de Buenos Aires para hacer reconocer su autoridad en el Alto Perú, salió de la ciudad de Salta penetrando en la quebrada de Humahuaca. El avance de la expedición estimuló a que el 14 de septiembre se produjera la Revolución de Cochabamba. La insurrección fue liderada por el coronel Francisco del Rivero, quien con milicias del valle de Cliza derrocó al gobernador intendente José González Prada, siendo proclamado jefe político y militar. Lo secundaban Esteban Arce y Melchor Guzmán (alias el Quitón). El 23 de septiembre se procedió en Cochabamba a la jura y reconocimiento de la Junta de Buenos Aires.

Pronunciamiento de Oruro

El 6 de octubre se produjo el pronunciamiento de Oruro, encabezado por el subdelegado de Hacienda y Guerra Tomás Barrón, adhiriendo a la Junta de Buenos Aires.​ El recién llegado ministro contador José María Sánchez Chávez decidió resistir, encerrándose con los caudales junto con las escasas fuerzas veteranas y solicitando ayuda al general Juan Ramírez Orozco. A su vez, los revolucionarios de Oruro solicitaron ayuda a los de Cochabamba.

Rivero envió a Oruro unos 2000 soldados al mando de Arce, 200 de ellos de infantería armados con fusiles de estaño, 500 de caballería y el resto eran los cívicos urbanos al mando de Guzmán. Llevaban dos cañones de estaño, garrotes y hondas.​ Eufronio Viscarra relata sin embargo, que la fuerza era de 1.000 hombres divididos en 10 compañías, auxiliados por 174 indígenas que transportaban los pertrechos. Señala que sólo un tercio tenía armas de fuego.

Arce llegó a esa ciudad el 20 de octubre y reemplazó a Sánchez Chávez por Manuel Contreras. Luego de reforzar sus tropas con milicias locales, salió el 12 de noviembre junto con Guzmán y con 1.500 hombres mal armados al encuentro de las tropas realistas que el general Ramírez había enviado para sofocar la insurrección de Oruro. Estas tropas, 450 infantes veteranos y 150 dragones con dos piezas de artillería, estaban al mando de Fermín Piérola (otras fuentes mencionan 800 hombres).

La batalla

El 14 de noviembre se produjo la batalla sobre un suelo muy accidentado, en donde la caballería cochabambina consiguió envolver a los realistas lo que culminó con el triunfo de Arce y la persecución del ejército realista en dirección a La Paz, teniendo éste la mitad de sus fuerzas muertas o prisioneras.

Piérola intentó resistir en Sicasica, pero su ingreso en el pueblo fue impedido por sus habitantes. Continuó hacia Calamarca y luego a Viacha, en las afueras de La Paz, en donde se hallaba Ramírez Orozco, quien repasó el río Desaguadero con sus tropas y los caudales públicos a mediados de noviembre. El 15 de noviembre ordenó al coronel Domingo Tristán y Moscoso que, en caso de que se produjera un levantamiento en La Paz, desalojara la ciudad con lo que pudiera salvar. Luego de la victoria y durante la persecución de los realistas, las tropas milicianas cochabambinas se dispersaron, retornando sólo un grupo pequeño a Cochabamba.

Rivero anunció al pueblo la victoria expresando:

Valerosos y fidelísimos cochabambinos: Si ayer os comuniqué la plausible noticia de que el ejército auxiliar de nuestra capital la inmortal Buenos Ayres, alcanzó una completa victoria contra las tropas reunidas por los enemigos de la causa común en Santiago, hoy me toca anunciaros la que han obtenido nuestras expediciones a La-Paz; estas, sosteniendo un vivo fuego de tres horas en Aroma, han derrotado enteramente a cuatro cientos hombres armados de fusiles, y a tres cientos lanceros, coronándose nuestros hermanos de laureles con tan recomendable gloria cuanta ha sido la ventaja de los enemigos respecto a su mayor número de armas y de su posición dominante a nuestro ejército.

Ved hai, valerosos cochabambinos, sellado el buen nombre de nuestra pátria con una acción memorable en los fastos de la historia; y ved, por fin, el justo motivo con que debeís tributar al Dios de las batallas, las alabanzas dignas del más religioso reconosimiento a la protección que dispensa a nuestros designios uniformes a la capital. Llenaos, cochabambinos, de los más dulces notas de gozo y alegría y descanzad en el valor y esfuerzo de nuestros hermanos los héroes de Buenos Ayres y Cochabamba, para no dudar que gozareis de la felicidad de que hasta aquí habeis privados. Cochabamba, Noviembre 17 de 1810.— FRANCISCO DEL RIVERO

Luego el gobernador Rivero emitió un bando el 21 de noviembre festejando la victoria:

Por cuanto la victoria de nuestras armas contra los enemigos de la felicidad común que decretaron la resistencia a los designios de nuestra capital Buenos Aires, obtenida por los campeones de ella en Suipacha y por nuestros esforzados y leales cochabambinos, exige que tributando al Dios de las batallas las más fervorosas gracias por la misericordia con que nos ha protegido, se hagan también demostraciones de nuestro júbilo y complacencia (...) en las noches de este día y las dos siguientes se iluminen los balcones, ventanas, puertas de calle y tiendas, y que en las de mañana y siguientes se procure la diversión pública en celebración de aquellas acciones decisivas de nuestra feliz suerte.

Consecuencias


El triunfo de Aroma terminó con el ejército realista en el sur del Alto Perú. El 7 de noviembre esas fuerzas habían sido completamente derrotadas en la batalla de Suipacha, donde el ejército rioplatense obtuvo su primera victoria, lo cual facilitó la ocupación de todo el Alto Perú por las fuerzas del gobierno de Buenos Aires.

El 27 de noviembre de 1893, una ordenanza de Buenos Aires le impuso el nombre de Aroma a una pequeña calle de la ciudad.

Saludos :saluting-soldier: :saluting-soldier: :saluting-soldier:
Si ignoras lo que pasó antes de que nacieras, siempre serás un niño.
Marco Tulio Cicerón.


Volver a “Historia Militar”

¿Quién está conectado?

Usuarios navegando por este Foro: No hay usuarios registrados visitando el Foro y 117 invitados