Brugent escribió:Hola a todos los compañeros:
Os paso un relato contado ayer por un hijo de los protagonistas, de 58 años.
En mi pueblo, el "comité" señaló a un presunto "fascista" y en el registro de su casa encontraron una pistola automática.
Hay que recordar que en los años 30, comprar una pistola era tan fácil como comprar un destornillador, pues se vendían en las ferreterías y que su posesión no significaba nada negativo delante de un tribunal legalmente establecido y con todas sus garantías constitucionales, lo que aquí no era el caso.
Una buena persona intentó salvar al presunto "fascista" presentándose como "un experto en armas" y demostraba al comité, que el cargador de la pistola estaba vacío y que por ello, el "fascista" no quería hacer daño a nadie.
El "experto en armas" no movió el cerrojo de la automática y en una de sus demostraciones "de experto" mató a su esposa con la bala que había en la recámara, ignorando que jamás se apunta un arma a algo a lo que no se quiera disparar.
"Del "fascista" no me han sabido decir cómo acabó, pero imagino, que asesinado.
La familia de la difunta esposa denunció al homicida por imprudencia temeraria, que al final acabó sin casi nada, en la miseria, pero por lo menos no lo asesinaron.
Saludos: Brugent.
En el pueblo de mi madre fue "fascista" todo el que tuviera tierras o contratase braceros. De hecho el saqueo de las casas de los terratenientes fue dirigido por un hombre que era guardés de una finca de mi abuelo materno. Pero no mataron a a todos, sólo al párroco y al rico del pueblo, los demás vieron sus casas saqueadas pero salvaron la vida.