Buena observación Jandrín.
Las cosas eran así porque –vamos a ser sinceros– no teníamos tanto dinero como ahora (hablo en general) y porque las prioridades para gastarlo eran otras.
Los pocos que en aquellos años teníamos un rifle, habíamos elegido un calibre para todo y con un 270 o un 30.06 lo mismo se iba a las batidas que a los recechos aceptando que para matar había que apuntar medianamente bien.
Ahora, no. Ahora somos todos más chulos que un ocho y hasta los gatos tienen zapatos. Hala! un rifle para los recechos y otro para las batidas.
A esto hay que añadir que NO se exigía efectos fulminantes a la munición y que 150 grains era la bala de uso corriente considerada suficiente para todo uso.
Vamos, yo a mi padre le cuento que en las batidas tiro bala de 180 grains y me pregunta: "Te ha
dao un aire o se te ha ido la
perola".
Lo de las modas... Pues tú lo has dicho. La primera moda que recuerdo fue la de los calibres magnum, hasta mi padre sucumbió a ella y se hizo con un 300. Pasada la moda de los cartuchos "rápidos" ahora nos da por los cartuchos "gordos" (cargándolos con pesos ligeros para su calibre)... Y la próxima será la de los cartuchos de efecto variable o vete tú a saber qué invento.
Cielo y tierra pasarán, más el 30.06 no pasará.

B.U.A.
Beatífica Unión Apostólica 30.06
(establecida en 1906)
"bonus venator grosso munitio numquam requirere"