Luchando en Rusia

La historia se escribe con fuego: todo sobre operaciones militares, tácticas, estrategias y otras curiosidades
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Re: Luchando en Rusia

Mensajepor pablo1984 » 14 Jun 2013 15:26

Así combate el ejército rojo, te apabulla, te ahoga por su número ingente, por la ola de gente y tanques y bombas que lanzan contra ti. Total, para sus mandamases proletarios no son más que carne de cañón, si no los matas tú, los matan ellos cuando retroceden, y así cada combate se convierte en matanza horripilante.

Además somos españoles, que dice el capitán Huidobro, que va por el campamento gritando: ¡No pasarán!, como decían los rojos(que al fin y al cabo eran españoles) en Madrid.
Cuando lo dice, muchos lo miran riendo, otros como si estuviese loco, algunos con desprecio mal disimulado, pero a todos, a todos sin excepción se nos hace un nudo en el pecho y se nos aprietan los huevos contra el culo al oír aquello tan sencillo y tan cierto.
“Somos españoles”… Y es verdad, lleva razón Huidobro, ¡No pasarán!

Peláez resume el sentir de la gente cuando se cruza con el capitán y le escucha decir aquello. El viejo y feroz sargento, ex Regular, ex Legionario y ex Miliciano, se cuadra muy marcial, las hirsutas barbas heladas llegándole al pecho y grita:

- ¡Olé sus cojones mi capitán!… ¡No pasará ni uno!
Enrollado en mi manta rojigualda, manchada con la sangre del ruso que me la robó, sucia de barro y quemada una esquina por algún fogonazo, contemplo el campo enemigo que está apenas a tres kilómetros.
Los españoles son el único pueblo mediterráneo verdaderamente valiente e inmediatamente organizarí­an guerrillas en nuestra retaguardia. No se puede entrar en España sin permiso de los españoles.

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Re: Luchando en Rusia

Mensajepor pablo1984 » 14 Jun 2013 15:26

El río Ishora levanta brumas heladas esta madrugada del diez de febrero de 1943. No sé si les he comentado alguna vez que en Rusia hace un frío de mil pares de cojones, como en las sierras de mi tierra, pero con mucha, muchísima más mala leche.

Tenía la petaca casi acabada, el teniente De Las Heras, las iniciales grabadas en el metal como las del malogrado Ruiz, estaría ya en Alemania o camino de España. A mi mente acudió como un relámpago la imagen de los muñones que eran ahora sus piernas. Dos masas horripilantes azuladas y rojas, con la piel recosida, informes pedazos de carne y hueso aserrado.

Recé a Dios para no quedarme así, mutilado para el resto de mi vida, pues por muy gloriosas que fuesen mis heridas, por muy valerosa y sacrificada que hubiese sido mi acción defendiendo a mi patria, ésta vieja alcahueta desagradecida y olvidadiza, me pagaría con las miradas de pena y desprecio de mis paisanos, con una vida relegada a ser el tullido del pueblo, que malvivía de limosnas y al que una vez al año cuando el aniversario de lo que fuese, sacaban a pasear, como a un puto mono de feria.

Sin embargo cuando pensaba en desertar, en largarme con los rusos, algo dentro de las tripas se retorcía tanto que me dejaba paralizado y casi sin aliento. En la cabeza una voz me decía traidor, perro, cobarde y me gritaba que no merecía el título de español que allí ostentábamos todos.
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Re: Luchando en Rusia

Mensajepor pablo1984 » 14 Jun 2013 15:26

Era tan fuerte como un disparo e igual de doloroso aquel sentimiento que te invadía cuando pensabas en arrojar el fusil, tirar el casco y correr hacia la líneas rusas. En las noches de centinela solitaria, cuando era más sencillo escapar, y lo pensabas arrobado por el frío, la sensación de vértigo era tan fuerte que alguna vez vomitabas hasta la primera papilla, y luego acababas tu guardia con el regusto amargo en la garganta, que duraba hasta la mañana y veías izar la vieja bandera de Carlos III, y el sentimiento de orgullo barría al egoísmo y a la cobardía.

Allí estabas con tus hermanos, lejos de casa, luchando por las vidas de todos, protegiéndose los unos a los otros, españoles en territorio hostil, españoles solos que solamente tenían la espalda de otro español para apoyarse, para subsistir.
Y ese sentimiento de hermandad, de patria nos hacía fuertes y peligrosos, como siempre había pasado durante siglos con los españoles.

A las seis de la mañana llegó mi relevo, un guripa recién llegado con los ojos fanáticos, dispuesto a comerse a todos los comunistas del mundo. Un hijo de papá de Falange que quería ganar puntos en su expediente, y que después, bien colocado en algún puesto importante, no le echasen en cara que estaba donde estaba por su papá.
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Re: Luchando en Rusia

Mensajepor pablo1984 » 14 Jun 2013 15:27

Al menos había tenido los cojones de alistarse en la División, aunque muchos de los últimos habían venido casi obligados.
Aquel muchacho, que tendría mi edad, acababa de cumplir los veinte años, tenía ojos de voluntario, de sueños con Laureadas y Cruces de Hierro.
Allí se quedó muy atento, soltando vaho por la boca, soplándose en las manos intentando calentárselas, cosa imposible en Rusia donde hasta el aire de tus pulmones salía helado como la muerte.

Eran las siete menos cuarto de la mañana, cuando el estruendo me despertó, yo había caído sobre mi mugriento rincón del refugio y me había quedado dormido al instante, tras calentarme las tripas con el último trago de la petaca.
El infierno cayó sobre nosotros.
Aquello no era una preparación artillera, aquello era el dios Zeus lanzando rayos. La tierra temblaba, el cielo temblaba…

Dentro del agujero rezaba y rezaba, no podía hacer otra cosa, mientras llovía del cielo la muerte. Sin descanso, sin pausa, regando de fuego y metralla nuestras líneas, nuestras trincheras. Cada centímetro de ellas.
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Re: Luchando en Rusia

Mensajepor pablo1984 » 14 Jun 2013 15:27

La nieve se derritió convirtiéndolo todo en lodazal, las trincheras fueron despedazadas, hechas añicos las posiciones, destrozados los hombres.
El mundo parecía derrumbarse a mi alrededor, gritaban los camaradas de pánico y miedo, las gargantas se llenaban de la arena que no dejaba de caer del techo, los ojos desorbitados bañados en lágrimas, el sudor que se convertía en fango pegado a la piel, y el olor del miedo, acre y pesado que llenaba el pequeño refugio.

¡BOOM!, ¡BAAAUMMMM!, ¡BAUMM!, ¡BOOOOOOOOOOMMMMM!

Uno tras otro caían los pepinazos soviéticos de todos los calibres, sin otro objetivo que no dejar metro de terreno español sin batir, con la intención de enterrarnos vivos a todos, los hideputas.

A l rato “La Parrala”, así llamábamos a la aviación enemiga, se suma al ataque, los bombarderos en picado dando pasadas mortales, ametrallando el suelo y dejando caer sus bombas en los huecos que deja la artillería, que sigue a lo suyo, se ve que Stalin tenía sobrante de municiones.

Perdí la noción del tiempo y del espacio, me retumbaba la cabeza y apenas si sabía dónde me encontraba, me miraba las manos que temblaban y apenas reconocí que fuesen las mías, a mi alrededor sentía más que ver, los bultos encogidos que eran ahora mis camaradas, llenos de polvo y mierda, temblando acurrucados unos a otros, con rosarios y escapularios algunos, los dientes apretados, esperando la bomba que nos mandase a todos al infierno.
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Re: Luchando en Rusia

Mensajepor pablo1984 » 14 Jun 2013 15:27

Una de las veces que abrí los ojos, solo pensaba en mi madre y en los paseos que daba con mi padre, asesinado por aquellos comunistas que ahora me arrojaban todas las granadas del mundo, estaba ante mí el sargento Peláez.
Veía su boca moverse, los dientes amarillentos y grandes como los de un caballo muy cerca de mi cara, pero tan solo oía un pitido continuo, como el silbato de los marineros pero más intenso.
Me agarraba de la pechera y me zarandeaba, me sentí un muñeco de trapo entre sus manazas y cuando me arreó un guantazo empecé a escuchar una lejana voz, atenuada todavía por el pitido, que me decía:

- ¡González, González!... ¡Vamos Cabo, a dar la cara, vamos “joputa”!, no puedes dejarme solo… Pero yo no reaccionaba, seguía entre nieblas, atontado por el terrible bombardeo.
- ¡Me cago en la manta que te tejió tu puñetera madre, González!
Aquello lo escuché perfectamente, y mi puño se lanzó hacia el rostro del sargento y en la barriga el caos y la desorientación y en las orejas el pitido se tornó en una oscura mala leche que recorrió mi cuerpo como un calambrazo.
Sin embargo el sargento Peláez, perro viejo, atajó el golpe, sonrió, me palmeó afectuoso el hombro, levantando una pequeña polvareda al hacerlo, y me dijo:
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Re: Luchando en Rusia

Mensajepor pablo1984 » 14 Jun 2013 15:27

- Así me gusta González… ¡Venga, a matar rusos…!
Cuando se levantó pateó el culo de dos soldados que como yo, estaban aturdidos y llenos de escombros, sin saber muy bien quien era aquella bestia verdosa que se les arrojaba encima gritando:

-¡Venga mariconas!... ¡Que no se diga que los españoles no sabemos morir…!

Cuando salí del refugio me quedé desolado.
Nada era reconocible, ni trincheras ni pozos de tirador ni búnkeres ni nada… Una masa informe de tierra removida y de cráteres de artillería eran ahora las posiciones españolas.

De la tierra asomaban algunos restos destrozados de los pocos vehículos de los que disponíamos, ninguno blindado, y las puntas de los cañones anticarro, posiciones éstas, batidas con mortal preferencia por los rusos.

También había restos humanos por todas partes. Trozos de camaradas repartidos aquí y allá, una pierna, un torso, una cabeza, media mano, unas tripas, montones rojizos y malolientes que horas antes habían sido compañeros, camaradas, compatriotas…
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Re: Luchando en Rusia

Mensajepor pablo1984 » 14 Jun 2013 15:28

Las tripas se revolvían, los guripas nuevos, poco acostumbrados a la casquería de la guerra echaban hasta los calostros con que los alimentaron sus santas madres, el espectáculo no era para menos.
Hasta el sargento Peláez había perdido color al salir del agujero y contemplar con sus ojillos astutos el horror que eran ahora las líneas propias.

Luego se oyó un alarido enorme, de cuarenta mil gargantas enemigas gritando “Hurra” y “Povieda” y que nos iban a arrancar los huevos a los que encontrasen… Si es que encontraban alguno, pues hasta ellos mismos habían alucinado con las dos horas de bombardeo combinado de artillería y aviación.

Quedábamos cuarenta españoles vivos de varias compañías, unos de aquí, otros de allá, unos traen un mortero, otros minas, otros una ametralladora y munición, las granadas y los fusiles. Eso es todo.
Cuarenta españolitos bajo el mando de un sargento y un cabo, pues el refugio de los oficiales es ahora un boquete sanguinolento en mitad la tierra.
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Re: Luchando en Rusia

Mensajepor pablo1984 » 14 Jun 2013 15:28

A tres kilómetros los carros T34 y KV1 soviéticos se ponen en marcha, detrás la masa inacabable de uniformes pardos los sigue. La tierra tiembla cuando hasta nosotros llegan las vibraciones de las cadenas de los tanques enemigos, durante un instante nos quedamos petrificados, mirando como imbéciles la enorme avalancha de fuerzas que se abate sobre nosotros:

- ¡Dios nos asista!- dice alguien…
En gesto automático los cuarenta españoles que miramos al enemigo nos persignamos y decimos “Amén”, tan al unísono, tan juntas nuestras almas, que llenando el aire todavía aquellas palabras sagradas, nos miramos y sonreímos.

Después un tanque dispara y se lleva por delante a dos o tres que estaban algo adelantados, regándonos a los demás con su sangre. Entonces el sargento Peláez grita ¡Viva España!, y se lanza corriendo hacia el enemigo.

Está loco, nos van a hacer pedazos, voy pensando mientras corro tras el sargento, y tras nosotros los treinta y pico españoles gritando que sí que ¡Viva España!, que ¡Viva nuestra sangre y que vivan nuestros cojones!

El sargento llega hasta una pequeña loma, en la que un impacto de artillería ha formado un cráter justo en el centro, formándose así una especie de baluarte natural, de bastión que nos protege un poco del fuego del enemigo.
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Re: Luchando en Rusia

Mensajepor pablo1984 » 14 Jun 2013 15:28

Saltamos dentro y ya está el sargento dando órdenes… ¡Aquí una máquina, allí la otra, fuego, fuegoooo…!

Porque los primeros rusos están ya muy encima, y sobre nosotros caen las balas como el granizo y los cebolletazos de los carros y sus ametralladoras han fijado sus miras en nosotros.

Uno que es moreno como el hollín, de ojos vivos y guasones dice mientras monta el mortero:

-¡Vaya agujero, mi sargento!.... Parece esto mismamente nuestra tumba…

Nadie le ríe la gracia al moreno.
De los últimos que llegaban hasta el cráter dos han caído acribillados dentro, los rusos están ya aquí encima.

Lo primero que llega es un carro, sube por la pequeña ladera exponiendo la panza, el fuego enemigo es horroroso, las ametralladoras propias están al rojo, ni meándolas las enfriamos (CHIIIIIIIIIISSSSSSSSTTT, hace y sale de los cañones un vapor apestoso).
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Re: Luchando en Rusia

Mensajepor pablo1984 » 14 Jun 2013 15:29

El carro sigue subiendo, entonces dos guripas, llevando sendas minas anticarro se arrastran ladera abajo, a uno lo acribillan nada más asomar, se queda allí tirado panza arriba con los ojos muy abiertos, pero el otro llega hasta el tanque, pega la mina, arranca el seguro y estalla en mil pedazos junto al carro ruso que empieza a arder y del que salen gritos espeluznantes.

Nos hemos quedado todos cuajados al contemplar el sacrificio del camarada, pero su gesto nos enardece y nos da fuerza para resistir a la infantería que ya se nos echa encima… Vienen gritando como salvajes.

Es inenarrable el combate cuerpo a cuerpo… Espeluznante.
Hombres que se matan como bárbaros y contra más sangre mejor. Te conviertes en una bestia, una bestia que mata y mata hasta que acaban con ella. Peleas con el fusil, la bayoneta, las manos y los dientes.

Sangre y gritos, solamente sangre y gritos, y bultos que llegan hasta dónde estás y los agarras te enzarzas con esos bultos en una pelea a muerte, sin piedad ni cuartel. Matar o morir, todo se reduce a eso.
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Re: Luchando en Rusia

Mensajepor pablo1984 » 14 Jun 2013 15:29

Y aquella mañana del diez de febrero, los españoles de aquella improvisada posición íbamos a morir todos, nadie esperaba salvación alguna, pero moriríamos matando.

De esta manera contuvimos a los rusos hasta más allá de la una del mediodía. No había radio ni noticias de los demás, de las otras posiciones, estábamos copados por el enemigo, que sin embargo, no dejaba de atacarnos, de querer tomar aquel reducto que se negaba a entregarse, aquel puñado de españoles que habían decidido que aquel cráter, sería su sepultura.

De repente empezó el bombardeo propio… Las pocas posiciones artilleras que debían quedar intactas, o refuerzos o vaya usted a saber quién, empezó a hacer fuego sobre nuestra posición.

Claro, nadie se esperaba que estuviésemos allí, resistiendo en aquel cráter. Pero allí estábamos. Y la artillería aliada nos estaba machacando. Ya había caído un pepinazo cerca y se había llevado por delante a dos camaradas.

Entonces el sargento Peláez me miró. La manta, me dijo. Y yo tardé un momento en entender… ¡Claro!, la manta roja y gualda que me había tejido mi pobre madre, la conocía todo Cristo en la División, siendo historieta adornada que se contaba a los reclutas.
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Re: Luchando en Rusia

Mensajepor pablo1984 » 14 Jun 2013 15:29

- A estos soviéticos no les va a gustar ver ondear la bandera, mi sargento…
- ¡Que se jodan los rusos, González!... Al final tenía razón el teniente Ruiz… ¿Recuerdas?
Yo recordaba perfectamente las palabras del teniente, aquella noche de guardia junto al Volchov. “Puede servir de bandera”, había dicho, y había acertado, igual que acertó con que él no saldría de Rusia.
Se le había olvidado avisarnos que de allí no saldríamos ninguno…

Así que busqué un trozo de madera, me costó encontrarlo y casi me matan por alcanzarlo, pero lo logré.
Mientras seguían cayendo los zambombazos de artillería, gracias a Dios la propia era mucho menos numerosa que la enemiga, aunque no menos mortal, mientras volaban las balas rusas y la metralla, y dos carros KV reventaban en mil pedazos alcanzados de lleno, muy cerca de la cresta de nuestra posición, entre la humareda y la carnicería, primero tímida y luego flameando orgullosa, se levantó la manta rojigualda, que mi pobre madre me había tejido, sobre aquel campo de horror y muerte que era Krasny Bor.
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Re: Luchando en Rusia

Mensajepor pablo1984 » 14 Jun 2013 15:29

Un grito de veinte gargantas sedientas resonó por encima de la batalla:

¡¡¡VIVA ESPAÑAAAAAAAAA!!!

Y la artillería propia, que nos machacaba, cesó el fuego al instante y los veinte españoles nos hincamos de rodillas bajo aquella bandera improvisada, rezando por nuestras almas, rezando para que Dios nos permitiese llevarnos más enemigos por delante antes de caer.

En el aire se olía la pólvora, el combustible quemado, la carne destrozada y la sangre coagulándose, y los veinte españoles que quedábamos nos mirábamos unos a otros estoicos, resignados… Las voces del enemigo, que había redoblado su ánimo al ver izarse aquella extraña enseña rojigualda se multiplicaron por mil, volvieron a retumbar las cadenas de los carros…

La mano me dolía de sujetar la ametralladora, terminé de vaciar la última cinta, con el cañón ya casi torcido y me levanté con la bayoneta en la mano.
Los rusos inundaban ya el cráter…
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Re: Luchando en Rusia

Mensajepor pablo1984 » 14 Jun 2013 15:30

Sobre nosotros mientras matábamos y moríamos ondeaba todavía la humilde manta roja y gualda que mi pobre madre me había tejido en la lejana y querida España.

A su alrededor el sargento Peláez manejaba su estaca con furia, junto a él vi caer a los últimos compatriotas y hacia ellos me dirigí, acuchillando sin parar, para morir bajo mi bandera y junto a mis camaradas.

Aquellos soldados valientes conocidos en el orbe entero como españoles…


FIN
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Re: Luchando en Rusia

Mensajepor Navegante001 » 14 Jun 2013 19:41

Muy bueno Pablo me ha encantado, ¿donde puedo copiarlo? dirección o algo asi :apla: :apla: :apla: :apla: :apla: :apla: :apla:

Ponme un privi y me lo cuentas
Con dos gotas de sangre y un rayo de sol, Dios creó una bandera y se la dio a un español.


[b]Desapruebo lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tú derecho a decirlo. Voltaire.

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Re: Luchando en Rusia

Mensajepor homer » 14 Jun 2013 21:02

toooooodo leidooooo :apla:
Si en el frente os encontráis a un soldado mal afeitado,sucio,con las botas rotas y el uniforme desabrochado, cuadraos ante él,es un héroe, es un español(Jí¼rgens Comandante General del XXXVIII - Cuerpo de Ejército de la Wehrmacht)

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Re: Luchando en Rusia

Mensajepor josepsuzuki » 17 Jun 2013 18:46

que bueno....


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