Alberto Fernández se ha convertido en uno de los tiradores deportivos más reconocidos dentro y fuera de España. Este joven tirador madrileño federado en Castilla La Mancha es hoy en día uno de los máximos exponentes del tiro al plato español.

A sus poco más de 26 años, Alberto Fernández Muñoz se ha convertido en uno de los tiradores deportivos más reconocidos dentro y fuera de España. Este joven tirador madrileño federado en Castilla La Mancha es hoy en día uno de los máximos exponentes del tiro al plato español. Su participación en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, y sobre todo su victoria en el Campeonato del Mundo de Foso Universal en Chipre 2004, así lo atestiguan. Su palmarés internacional se completa con su hegemonía en el territorio de la piel de toro, donde Alberto lleva cuatro años consecutivos proclamándose vencedor de la Copa de España en la modalidad de Foso Olímpico. Vista su trayectoria, desde Armas.es hemos querido hacerle una pequeña entrevista para que, desde su experiencia, nos acerque al apasionante deporte del tiro al plato. Con él, hemos hablado de escopetas, cartuchos, y otros factores que intervienen directamente en los resultados de estas competiciones.
¿Cuándo y cómo fueron tus inicios en el deporte del tiro al plato?, ¿quién o qué te indujo a practicar esta actividad?
Empecé en el mundo del tiro desde que era un niño. La verdad es que siempre he sido un gran aficionado al mundo de las armas, la caza y el tiro en general. Tal vez, mi afición se deba en gran parte a la influencia de mi padre, que realmente es la persona que me introdujo en este mundo. Él también es un gran amante de las armas en general.¿Con qué arma empezaste a romper tus primeros platos?, ¿aún la conservas?
Recuerdo que empecé a tirar con una Aramberri Guernica que era de mi padre. Sin embargo, enseguida me compró una escopeta hecha a mi medida, ya que por aquel entonces era bastante pequeño para transportar la Aramberri. Aquella primera escopeta a medida era una Laurona modelo Eibar mixta de plato y caza. Con ella fue con la que hice mis primeros pinitos en el mundo del tiro y la caza. A día de hoy, desafortunadamente no la conservo, pero tengo muy buenos recuerdos de esa escopeta que mi padre me regaló.
¿Con qué escopeta compites actualmente?, ¿qué tipo de munición utilizas?
Actualmente compito con una Perazzi MX2000, una escopeta para mi gusto muy equilibrada y muy técnica para el mundo del tiro al plato. En lo que respecta a la munición, utilizo el cartucho Maxim modelo “Vantage”. En mi opinión, éste es uno de los mejores cartuchos del mercado, ya que las prestaciones que ofrece son de muchísima calidad para el mundo de la alta competición.

¿En qué medida dirías que influye el uso de una buena escopeta para obtener buenos resultados en este deporte?
Desde mi experiencia, puedo decir que en el mundo de la alta competición, cualquier detalle es muy importante para conseguir romper un plato más que los demás. Por este motivo, siempre debemos tener en cuenta las calidades de un arma: un buen plomeo, que tenga poco retroceso... son características que siempre deben estar presentes en la elección de una escopeta. Por todos estos motivos, siempre recomiendo a los tiradores que se equipen con escopetas de buena calidad.

Así pues, ¿qué criterios deberían imperar a la hora de elegir un arma para la práctica del tiro al plato?
En los difíciles tiempos que corren, los tiradores están fijándose más que nunca en un posible ahorro a la hora de adquirir sus armas. Sin embargo, como recomendación general, siempre digo que un tirador que quiera sacar el máximo rendimiento a una escopeta de competición no debe escatimar a la hora de comprarla. Como norma general, se deberían buscar escopetas con un buen equilibrio, buen plomeo y sobre todo buenos materiales para poder conservar el arma de competición durante muchos años.
El pasado 2009 fue un año repleto de éxitos individuales, ¿crees que has llegado a tu madurez deportiva?
No, en absoluto. Más bien diría que el mundo del tiro cada día me sorprende más porque no paro de aprender. Creo que la madurez deportiva es algo que se consigue a lo largo de muchos años de esfuerzo y dedicación, y aunque yo lleve en el mundo del tiro más de 15 años, todavía no es suficiente.

De todos tus triunfos deportivos, ¿cuál es el que mejor sabor de boca te ha dejado?
Es muy difícil quedarse sólo con uno, aunque quizás, mi mejor recuerdo sea cuando fui campeón del mundo de Foso Universal en Chipre en el año 2004. Otro momento que también me produjo una gran satisfacción fue cuando este año gané la cuarta Copa de España de Foso Olímpico de forma consecutiva en el campo de tiro “La Bastida” de Toledo.
Seguramente, tu participación en los pasados Juegos Olímpicos de Pekín 2008 te dejo un regusto agridulce. ¿Qué crees que te sucedió?, ¿cambiarías algo de aquel día de competición?
Creo que lo que me pasó es lo que le sucede a casi todos los deportistas en su primera participación en unos Juegos Olímpicos, es decir, qu sufrí el llamado “pánico escénico”. Esta horrible sensación se apodera de ti, te bloquea y no te sientes cómodo en ningún momento de la competición. Respecto a la pregunta de si cambiaría algo de aquel día, tal vez lo que sí modificaría sería la preparación del campeonato. En este sentido, creo que la ayuda de un buen psicólogo es necesaria para enfrentarte a este tipo de competiciones, y yo en Pekín no tuve la oportunidad de contar con uno.¿Cuál es el secreto para romper los 25 platos de cada tanda?, ¿tienes algún truco para mantener la concentración?
Bueno, si lo contase ya no sería un secreto (risas)… En serio, creo que la clave en este deporte es estar concentrado, no al 100%, sino al 500% en cada plato que tiras. Si lo logras, el resto viene solo.
De las dos modalidades en las que sueles competir (Foso Universal y Foso Olímpico), ¿en cuál de ellas te encuentras más cómodo?, ¿qué diferencias hay entre una y otra?
Personalmente, me encuentro más cómodo en Foso Universal, pero no por ninguna razón en especial. Creo que sencillamente es por la confianza que me da haber ganado un campeonato del mundo en esta disciplina. Aunque en Foso Olímpico también he ganado en muchas otras competiciones. Desde mi punto de vista, no existen diferencias entre una modalidad u otra. En las dos se utiliza la misma arma, la misma munición, y el gesto técnico es absolutamente idéntico. Básicamente, la única diferencia es que para Foso Olímpico tienes que concentrarte 125 veces (cifra correspondiente al número de platos que tienes que romper), y para Foso Universal tienes que hacerlo en 200 ocasiones. Dicho lo cual, siempre acabo más agotado en Foso Universal.¿Crees que el tiro al plato puede ser una buena forma de entrenamiento para los cazadores?, qué encuentras: ¿más similitudes o más diferencias entre ambas disciplinas?
Pienso que todo lo que contribuya a usar un arma (Foso Olímpico, Foso Universal, Doble Trap, Compact Sporting...) es bastante positivo para los cazadores, ya que disparando se aprende a tener sensaciones con la escopeta, y eso ayuda mucho a la hora de tener seguridad cuando después vayamos a disparar a una pieza.
¿Practicas alguna otra actividad relacionada con el tiro deportivo?, ¿precisión con arma corta, bench-rest, etc?
En algunas ocasiones, y siempre tomándomelo como un hobby, practico recorridos de caza y Compact Sporting. También soy aficionado al paintball.Por último, ¿cuáles son tus proyectos deportivos para la próxima temporada?
Mi objetivo prioritario es conseguir una plaza olímpica para los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Aparte de este reto, los campeonatos del mundo y de Europa siempre están en mi mente.
El Test Armero
- Un rifle: Browning semiautomático en calibre .300
- Una escopeta: Perazzi MX8
- Una pistola: Tanfoglio 9mm
- Un revólver: Cualquiera del calibre .44 Magnum
- Un calibre: 12/70
- Un campo de tiro: Las Acacias (Getafe)
- ¿Cuántas armas tiene?: 7
- Un recuerdo relacionado con las armas: el primer día que mi padre me dejó disparar un plato en el campo de tiro de Cantoblanco (Madrid). Ese momento fue muy especial, ya que siempre había querido hacerlo, y al pedir el plato, dispararlo y ver cómo se hacía una bonita bola de humo, sentí una sensación que hoy todavía recuerdo con gran emoción.