
Pero no esto no es suficiente. Que unas cuantas plantillas de policía tengan una ordenada y correcta filosofía del entrenamiento y que otras muchas plantillas de las FYCS del país aún sigan con arcaicas instrucciones de tiro, con posiciones o técnicas de tiro imposibles de realizar en situación real de enfrentamiento y que sólo son asimilables y eficaces en la galería de tiro y a distancias que no se aproximan a las de los enfrentamientos reales, no es serio ni efectivo.
Superar antiguos mitos
Hay que desterrar los viejos miedos y mitos que rodean a la inmensa mayoría de instructores de tiro policial de España. Esos mitos y leyendas urbanas que se transmiten de promoción en promoción, de maestro a alumno, y que se vienen dando como hechos ciertos por la única razón de que “fulano de tal" así lo manifestó en un curso o en un ejercicio de tiro, cuando casi siempre el “fulano de tal" que dijo aquello no era más que otro al que habían engañado durante años. Y es que al final se constata que ninguno intentó comprobar si eso o aquello que le contaron, es cierto o es falso. En otras ocasiones, los mitos y leyendas urbanas llegan de la mano de compañeros que por el hecho de haber estado algún tiempo en una determinada unidad, y manifestar tal o cual cosa, esas manifestaciones se toman como dogmas de fe.
Un entrenamiento moderno, serio y eficaz debe desterrar la enseñanza de muchas posiciones o técnicas de tiro, las cuales no guardan las unas con las otras la más mínima similitud de asimilación, provocando que el alumno-agente tenga que aprender varios nombres de técnicas y a la vez varias formas de empuñar el arma, de colocar los pies, las manos, los codos, los hombros, etc.

Para evitar tanta confusión de nombres, de formas de poner el codo izquierdo, codo derecho, pie derecho, pie izquierdo, etc, hay que abogar por técnicas sencillas, que se adapten a situaciones diferentes y que sean de natural adopción y de también fácil y natural transición de una a otra, según distancia del agresor, entorno, etc.
Así pues, y por ejemplo, la posición Isósceles Moderna guarda una casi total morfología y filosofía de uso con la técnica Jordan, siendo sumamente fácil pasar de una técnica a otra según la distancia del sujeto agresor, llegando incluso a permitir de modo natural el uso del arma con una sola mano, ya que ambas técnicas son simétricas. Incluso, puede llegar el caso de tener que dejar el arma en una mano y usar la débil para empujar, apartar, o lo que se presente. En este caso, el arma quedaría situada bien enfrentada a la cara del agente o centrada a la altura del pecho o abdomen del agente, con lo cual los disparos irían de modo sencillo y directo a zonas importantes del cuerpo del agresor. No olvidemos que el ser humano ataca y defiende de modo natural cuando está enfrentado, buscando situación de paralelismo. Esto es como norma general, aunque evidentemente existen situaciones en las que un ataque o defensa precisan hacer fuego en condiciones a veces impensables de imaginar en los entrenamientos.
Cómo recargar correctamente
También sobre las técnicas de recarga se han escrito y desarrollado muchas modalidades o formas de ejecutarlas, pero en mi opinión hay que ir a lo más sencillo y natural. Hay que ir a lo que en situaciones de máximo estrés pueda salir con más facilidad incluso en agentes entrenados de modo básico. Se dice siempre que durante la recarga no hay que desviar o apartar la vista y atención de la zona de riesgo, de la zona donde está el agresor. Es cierto, pues sería un contrasentido tener localizado el punto donde está el “malo" y cuando realizamos la recarga del arma, mirar el arma y olvidarnos la atención de la zona de riesgo durante unos segundos. Esos segundos pueden ser suficientes para que el “malo" cambie de posición y que cuando vayamos a dirigir otra vez nuestro arma a aquella zona, nos encontremos con que el agresor se ha marchado o ha cambiado de cobertura o situación y sea ahora él quien nos está apuntando y esté en situación de superioridad. Por ello, desaconsejo recargas a la altura del cinto, aunque algunos defiendan la teoría de que así nuestros ojos tienen más campo de visión al tener las manos fuera del la zona de nuestra cara, pero al final y por la presión del estrés, no encontraremos el brocal del cargador sin dirigir una miradita hacia abajo. En el campo de tiro sale bien sin mirar, pero cuando de verdad te están disparando o vas a tener que disparar a una persona, no sale casi nada.

También me muestro contrario a la instrucción basada sólo en recorridos de tiro. Es más, creo que la mayor parte de recorridos que se “montan" en las galerías de tiro policial son contrarios a la verdadera fisiología de un enfrentamiento, siendo demasiado parecidos a recorridos de tiro deportivo. En ocasiones, uno encuentra cuerpos o unidades que tienen suficiente presupuesto como para realizar ejercicios de tiro con mucha frecuencia a lo largo del año. Es poco frecuente, pero a veces ocurre. Lo triste es que después descubres que tiran seis veces al año, 50 cartuchos por sesión, lo cual está bastante bien, pero usan técnicas y filosofías de tiro policial anticuadas, deportivas y no reales. En cualquier caso, al menos esos agentes practican y eso es mucho en un país como España, donde esta materia está muy abandonada, marginada y hasta desprestigiados quienes dentro de las FYCS defienden la formación continua y moderna en tiro táctico y policial.

Tal vez, los profesores de tiro deberían concienciarse y empezar a hablar más entre ejercicio y ejercicio, analizando las materias antes expuestas y corrigiendo los errores a los tiradores y no limitarse únicamente a puntuar en base a los resultados obtenidos en la silueta. Para que pueda producirse una transformación general en la formación de tiro policial en nuestro país, hace falta primeramente que los responsables de la materia en cada uno de los cuerpos policiales estén concienciados de que la realidad del enfrentamiento armado es la que es, y que no hay parecido alguno a lo que se entrena (como norma general) en nuestras FYCS.
Cuando los responsables de tiro de los distintos cuerpo policiales estén concienciados, deberán convencer a sus jefes policiales y estos a su vez a los responsables políticos. La mayoría de las veces, me atrevo a decir con conocimiento de causa, los políticos sólo buscan imagen, y precisamente con estos temas del tiro y las armas creen los políticos que no sacan el beneficio suficiente para su imagen y/o partido, sino todo lo contrario, creen que es mala prensa el “vender" como positivo que los policías que de ellos dependen, tienen habilidad y destreza con armas de fuego. Es más, seguro que muchos políticos, si las leyes se lo permitieran, quitarían las armas a los policías y así intentarían sacar un beneficio político y de imagen pública. Mientras esto siga siendo así, la cosa no va a cambiar a mejor para los profesionales de las FYCS, de las armas y de la seguridad en general.