jmacclane escribió:Los politicos en este pais legislan en contra de la voluntad y los intereses del pueblo desde hace decadas, no mientas.Ademas nuestros gobernantes se estan cachondeando en la cara de toda la sociedad española desde hace muchos años.
No faltes Puedes tener las opiniones que te de la gana sin insultar. Opinar distinto de ti no es mentir.
Vamos a ver, si los políticos que tu dices que se cachondean de la sociedad española no tuvieran nada que ver con la población que les vota no saldrían reelegidos. Pero lo cierto es que los mismos partidos salen ganadores una y otra vez. Por tanto, quejas de barra de bar aparte, es evidente que los políticos que tu señalas tienen un considerable apoyo popular.
Pero nada, si lo ves tan claro y crees que los políticos que hay no representan a la sociedad española no sé a que esperas para montar un partido con los que piensan como tú y presentarte a las elecciones. Seguro que tienes un considerable apoyo popular. ¿O no?
Te equivocas, conozco personalmente a militares y hasta miembros de la policia que defienden la obligacion de la gente de portar armas y defender al estado.Tambien hay algunos usuarios de armas hipocritas que estan en contra de que los demas tengan cierto tipo de armas incluso en el foro y despues se la quieren dar de proarmas.
No me equivoco en nada porque no confundo la parte con el todo. Que haya militares y policías que piensen como tú, no significa que todos piensen igual. Además vuelves a confundir el debate. Aquí no se hablaba de defender a la patria, o al "estado" como tu dices. Se hablaba de la posesión de armas de asalto por parte de civiles para un uso que no tiene nada que ver con la defensa nacional o el servicio militar. Los que hicimos la mili usábamos fusiles de asalto mientras que estábamos en el cuartel y formábamos parte de las fuerzas armadas durante una parte de nuestra vida. Cuando abandonamos la vida militar perdimos la posibilidad de tener fusiles de asalto.
El orden humano se parece al Cosmos en que, de vez en cuando, precisa hundirse en el fuego para renacer de nuevo. Ernst Junger. Sobre los acantilados de mármol.