¡TODO POR LA PASTA..!
Publicado: 21 Ago 2010 17:27
Ocurre en otros sectores profesionales:
¿formadores sin formar… profesionales que no lo son? ¡Todo por la pasta!
Por: Ernesto Pérez Vera
Instructor de Tiro Policial y Defensivo
Anoche, mientras veía un programa de televisión, me quedé perplejo: un doctor en medicina, y en cirugía, despotricó contra un determinado perfil empresarial relacionado con la estética y la salud. Según el Dr. Jaume Serra, cirujano plástico, en la mayoría de los centros de estética que ofrecen intervenciones quirúrgicas reparadores/estéticas, se cometen atropellos éticos y morales e incluso delitos. A éste cirujano se le notaba mucha sinceridad e indignación en sus palabras y comentarios. Es más, Serra llegó a denunciar, en su día, a la dirección de una clínica de estética en la que ejercía su especialidad como cirujano plástico. El propio Serra reconoció que muchas clínicas de estética hacen valer la máxima del “todo por la pasta”. Cuando se trata de salud, y sobre todo de “rajar el pellejo” en quirófano, mirar solo por la pela es un peligro, sobre todo para el que se va a dejar “rajar”, que además es que suelta la pasta…
En el programa se vieron a médicos que no lo eran pero que lo parecían por lo que decían, y como lo decían, a sus clientes, que NO pacientes. Los trataban como meros portadores de billetes en el bolsillo. Eso es lo que se criticaba, entre otras cosas, en ese programa televisivo. El documental dejó ver imágenes grabadas con cámara oculta, y lo que se vio y oyó solo se define como vergonzoso y delictivo. El Dr. Serra me dio una idea: escribir este artículo.
Eso de lo que hablaba, y que tanto criticaba el doctor, no solo ocurre en ese sector profesional. No solo hay médicos que ejercen como mercenarios del euro a costa de la salud y de la dignidad de sus “pacientes”. Por cierto, una de las cosas que reveló el programa es que, muchas veces no son médicos los que, sin pudor, dan consejos de salud estética a quienes solicitan información, por ejemplo, para realizarse un aumento de mamas, implantes de prótesis o reconstrucción de labios…
Mirando hacia el sector de la seguridad, también, y en mi opinión, existen atropellos de esta índole. Los vendedores de humos han proliferado en la rama de la formación privada de la seguridad. En el sector oficial de esta formación podemos encontrar, a veces, a “formadores” que han saltado de lo privado a público o incluso se mantienen en ambos campos. Estamos en la era del TODO VALE. En realidad, esta formación es solo un negocio, y por desgracia, a veces sucio y lleno de zancadillas.
Si miramos con lupa inspectora y crítica a los centros privados de formación de Seguridad Privada, encontraremos, en muchos de ellos, paralelismos con lo que contaba el Dr. Jaume Serra. En esos centros preparadores y de reciclaje para el personal de seguridad privada, no se valora la calidad del personal que se contrata para impartir clases, menos aún la experiencia real en el ramo. Solo se tiene en cuenta una cosa: el diploma o habilitación que la administración considera válidos para ejercer. Sinceramente, si eso se hace así, se cumple la Ley. No es poco. Lo triste es que no pasará nada, y todo seguirá igual, cuando el alumnado se queja de que el profe no sabe de lo que habla, cuando en sus clases hace manifestaciones contrarias a la lógica y las normas. Las cosas son así: mientras se tenga el diplomita y el alumno pague…todo correcto. ¡Todo por la pasta!
Hace tiempo que varios amigos, lectores y alumnos me dicen lo mismo: en algunos cursos, tanto policiales como de seguridad privada, muchos instructores y profesores de “derecho” le dicen cosas que, en principio y para los alumnos, no son verosímiles. Despropósitos como estos no se pueden tolerar: “…jamás desenfunden su arma de fuego a no ser que les hayan disparado antes…” “…hasta que no estén heridos no saquen el arma, pero eviten disparar…” “…ante un ataque con arma de blanca…jamás usen el arma de fuego, a no ser que ya los hayan herido gravemente…” Ante manifestaciones de esa clase, pronunciadas en un aula por un presunto docto, ¡que podemos decir…! ¿Falta formación al formador? ¿Es falta de interés por el alumno lo que lleva a decir sandeces de ese calibre sin más ahondamiento en la cuestión? ¿Confía el formador en la formación que se está impartido… o solo se pretende ganar pasta y que después cada perro se lama sus heridas…?
Cuando en la salud, en la seguridad y en la formación solo hay negocio…mal asunto para el que paga.■
¿formadores sin formar… profesionales que no lo son? ¡Todo por la pasta!
Por: Ernesto Pérez Vera
Instructor de Tiro Policial y Defensivo
Anoche, mientras veía un programa de televisión, me quedé perplejo: un doctor en medicina, y en cirugía, despotricó contra un determinado perfil empresarial relacionado con la estética y la salud. Según el Dr. Jaume Serra, cirujano plástico, en la mayoría de los centros de estética que ofrecen intervenciones quirúrgicas reparadores/estéticas, se cometen atropellos éticos y morales e incluso delitos. A éste cirujano se le notaba mucha sinceridad e indignación en sus palabras y comentarios. Es más, Serra llegó a denunciar, en su día, a la dirección de una clínica de estética en la que ejercía su especialidad como cirujano plástico. El propio Serra reconoció que muchas clínicas de estética hacen valer la máxima del “todo por la pasta”. Cuando se trata de salud, y sobre todo de “rajar el pellejo” en quirófano, mirar solo por la pela es un peligro, sobre todo para el que se va a dejar “rajar”, que además es que suelta la pasta…
En el programa se vieron a médicos que no lo eran pero que lo parecían por lo que decían, y como lo decían, a sus clientes, que NO pacientes. Los trataban como meros portadores de billetes en el bolsillo. Eso es lo que se criticaba, entre otras cosas, en ese programa televisivo. El documental dejó ver imágenes grabadas con cámara oculta, y lo que se vio y oyó solo se define como vergonzoso y delictivo. El Dr. Serra me dio una idea: escribir este artículo.
Eso de lo que hablaba, y que tanto criticaba el doctor, no solo ocurre en ese sector profesional. No solo hay médicos que ejercen como mercenarios del euro a costa de la salud y de la dignidad de sus “pacientes”. Por cierto, una de las cosas que reveló el programa es que, muchas veces no son médicos los que, sin pudor, dan consejos de salud estética a quienes solicitan información, por ejemplo, para realizarse un aumento de mamas, implantes de prótesis o reconstrucción de labios…
Mirando hacia el sector de la seguridad, también, y en mi opinión, existen atropellos de esta índole. Los vendedores de humos han proliferado en la rama de la formación privada de la seguridad. En el sector oficial de esta formación podemos encontrar, a veces, a “formadores” que han saltado de lo privado a público o incluso se mantienen en ambos campos. Estamos en la era del TODO VALE. En realidad, esta formación es solo un negocio, y por desgracia, a veces sucio y lleno de zancadillas.
Si miramos con lupa inspectora y crítica a los centros privados de formación de Seguridad Privada, encontraremos, en muchos de ellos, paralelismos con lo que contaba el Dr. Jaume Serra. En esos centros preparadores y de reciclaje para el personal de seguridad privada, no se valora la calidad del personal que se contrata para impartir clases, menos aún la experiencia real en el ramo. Solo se tiene en cuenta una cosa: el diploma o habilitación que la administración considera válidos para ejercer. Sinceramente, si eso se hace así, se cumple la Ley. No es poco. Lo triste es que no pasará nada, y todo seguirá igual, cuando el alumnado se queja de que el profe no sabe de lo que habla, cuando en sus clases hace manifestaciones contrarias a la lógica y las normas. Las cosas son así: mientras se tenga el diplomita y el alumno pague…todo correcto. ¡Todo por la pasta!
Hace tiempo que varios amigos, lectores y alumnos me dicen lo mismo: en algunos cursos, tanto policiales como de seguridad privada, muchos instructores y profesores de “derecho” le dicen cosas que, en principio y para los alumnos, no son verosímiles. Despropósitos como estos no se pueden tolerar: “…jamás desenfunden su arma de fuego a no ser que les hayan disparado antes…” “…hasta que no estén heridos no saquen el arma, pero eviten disparar…” “…ante un ataque con arma de blanca…jamás usen el arma de fuego, a no ser que ya los hayan herido gravemente…” Ante manifestaciones de esa clase, pronunciadas en un aula por un presunto docto, ¡que podemos decir…! ¿Falta formación al formador? ¿Es falta de interés por el alumno lo que lleva a decir sandeces de ese calibre sin más ahondamiento en la cuestión? ¿Confía el formador en la formación que se está impartido… o solo se pretende ganar pasta y que después cada perro se lama sus heridas…?
Cuando en la salud, en la seguridad y en la formación solo hay negocio…mal asunto para el que paga.■