SOBREVIVIR AL ENFRENTAMIENTO ARMADO
Publicado: 05 Ene 2009 16:04
Publicado en revista TODO SEGURIDAD nº 17 de enero 2009.
SOBREVIVIR AL ENFRENTAMIENTO, 1ª Parte
Autor: Ernesto Pérez Vera
Poco o nada se habla en las escuelas y academias de policía del enfrentamiento armado y de las posibilidades de sobrevivir a él. Por ello, muchos agentes creen que jamás se verán en situación límite y que si tal situación se presenta, con llevar la pistola y mucha munición ya estarán preparados para enfrentarse a casi cualquier agresión. Otros más avispados y sinceros consigo mismo, a ese pensamiento, añaden la idea de que a las muchas balas hay que sumar las dos prácticas anuales que hacen en el Cuerpo de policía al que pertenecen (cuando se hacen). Y otros, mucho más realistas han analizado y estudiado el enfrentamiento armado y saben que no solo hacen falta las balas y el entrenamiento esporádico, sino que hay que entrenar mucho y de modo realista, o sea, entrenar de modo casi totalmente distinto a como se hace de manera oficial en el Cuerpo.
Por suerte cada día hay más profesionales encuadrados en el pensamiento o creencia que se ha manifestado en último lugar, del párrafo anterior. Pero para llegar a esas conclusiones, esos agentes han invertido tiempo y dinero en formación privada, cuando lo lógico sería que la administración que les otorga la facultad para poder realizar detenciones, portar armas y usarlas, les ofreciera no solo la formación adecuada sino que no les negara información sobre la cruda realidad de lo que puede pasar incluso estando perfectamente formado y dotado; no quiero ya decir si no se está medianamente formado en técnicas profesionales defensivas y reactivas..
A esa verdad sobre el entrenamiento serio y realista, hay que unir otros factores no materiales; me refiero a la adecuada forma física y al deseo natural de sobrevivir, ambos son tan fundamentales como las armas y las muchas balas de las que se hablaba al principio.
La buena forma física se puede adquirir con el entrenamiento deportivo frecuente. Con un poco de deporte varias veces a la semana, se puede llegar a estar en un estado físico medianamente suficiente como para poder soportar determinados ataques físicos. No pretendo decir que todos y cada uno de los agentes policiales sean atletas olímpicos, pero sí es deseable tener una mediana capacidad cardiopulmonar y muscular, que permita luchar o correr sin riesgo de que nos entreguemos al enemigo por falta de fuerza y resistencia o sin riesgo de que el agente sufra un infarto. De esto último conozco dos casos cercanos, uno con resultado de muerte.
De todos modos, cuando llega el momento real del enfrentamiento con riesgo inminente para la vida, el cuerpo sufrirá unos cambios hormonales automáticos (1) (cambios no controlados por el sujeto) que ayudarán al agente a potenciar sus capacidades físicas hasta límites que ni él mismo hubiera imaginado jamás.
Pero pese a tener buena forma física, incluso inmejorable, pese a tener las mejores armas y el mejor entrenamiento con ellas en la galería, el principal factor que puede hacer que un ser humano sobreviva al enfrentamiento criminal o al menos lo intente hasta agotar los últimos recursos es, LA MENTE.
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SOBREVIVIR AL ENFRENTAMIENTO, 1ª Parte
Autor: Ernesto Pérez Vera
Poco o nada se habla en las escuelas y academias de policía del enfrentamiento armado y de las posibilidades de sobrevivir a él. Por ello, muchos agentes creen que jamás se verán en situación límite y que si tal situación se presenta, con llevar la pistola y mucha munición ya estarán preparados para enfrentarse a casi cualquier agresión. Otros más avispados y sinceros consigo mismo, a ese pensamiento, añaden la idea de que a las muchas balas hay que sumar las dos prácticas anuales que hacen en el Cuerpo de policía al que pertenecen (cuando se hacen). Y otros, mucho más realistas han analizado y estudiado el enfrentamiento armado y saben que no solo hacen falta las balas y el entrenamiento esporádico, sino que hay que entrenar mucho y de modo realista, o sea, entrenar de modo casi totalmente distinto a como se hace de manera oficial en el Cuerpo.
Por suerte cada día hay más profesionales encuadrados en el pensamiento o creencia que se ha manifestado en último lugar, del párrafo anterior. Pero para llegar a esas conclusiones, esos agentes han invertido tiempo y dinero en formación privada, cuando lo lógico sería que la administración que les otorga la facultad para poder realizar detenciones, portar armas y usarlas, les ofreciera no solo la formación adecuada sino que no les negara información sobre la cruda realidad de lo que puede pasar incluso estando perfectamente formado y dotado; no quiero ya decir si no se está medianamente formado en técnicas profesionales defensivas y reactivas..
A esa verdad sobre el entrenamiento serio y realista, hay que unir otros factores no materiales; me refiero a la adecuada forma física y al deseo natural de sobrevivir, ambos son tan fundamentales como las armas y las muchas balas de las que se hablaba al principio.
La buena forma física se puede adquirir con el entrenamiento deportivo frecuente. Con un poco de deporte varias veces a la semana, se puede llegar a estar en un estado físico medianamente suficiente como para poder soportar determinados ataques físicos. No pretendo decir que todos y cada uno de los agentes policiales sean atletas olímpicos, pero sí es deseable tener una mediana capacidad cardiopulmonar y muscular, que permita luchar o correr sin riesgo de que nos entreguemos al enemigo por falta de fuerza y resistencia o sin riesgo de que el agente sufra un infarto. De esto último conozco dos casos cercanos, uno con resultado de muerte.
De todos modos, cuando llega el momento real del enfrentamiento con riesgo inminente para la vida, el cuerpo sufrirá unos cambios hormonales automáticos (1) (cambios no controlados por el sujeto) que ayudarán al agente a potenciar sus capacidades físicas hasta límites que ni él mismo hubiera imaginado jamás.
Pero pese a tener buena forma física, incluso inmejorable, pese a tener las mejores armas y el mejor entrenamiento con ellas en la galería, el principal factor que puede hacer que un ser humano sobreviva al enfrentamiento criminal o al menos lo intente hasta agotar los últimos recursos es, LA MENTE.
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