kiski escribió:Hola a todos. Mi manera de ver todo esto relativo a la limpieza de un arma:
Está claro que lo peor es no limpiarlo, y que limpiarlo demasiado, y digo muchas veces sin necesidad, las piezas móviles se desgastan dando lugar a desgastes y holguras. En un arma, como en cualquier máquina, las pieza móviles deben de engrasarse con aceite, nunca con grasa
El ánima tiene que verse brillante.
Si no se limpia el cañón, ¿qué riesgos se corre?
Se oxida y se corroe perdiendo material, aumenta el rozamiento y sube la presión además de perder precisión. Es fundamental limpiarlo desde la recámara hacia la boca de fuego para no desbocarlo.
Saludos
Hola Kiski:
El que una arma se estropee por desmontarla demasiadas veces depende de su diseño y de como lo hagas.
Hay algunas armas que el desmontaje "de campo" (field strip) si supone un problema y puede terminar estropeando una arma (ahora a la cabeza me viene la Carabina 30 M1, el M1 Garand, el M14/M1A y las armas de ZAMAK como el Remington 597). Pero por lo general, el desmontaje de campo no supone ningún problema.
El desmontaje completo de una arma si puede ser problemático ya que, en muchas ocasiones, se sacan pasadores que van a presión. Sin embargo, hay excepciones. Por ejemplo, las 1911 no llevan pasadores que estén retenidos (por lo general) por fricción, si no por otras piezas y muelles. En este caso, el desmontar el arma completamente no es algo problemático a la larga (ahora, los tornillos de las cachas mejor no tocarlos mucho).
Cada vez que se desmonte una arma, es importante usar las herramientas adecuadas y la técnica apropiada. Los botadores de latón evitan dejar marcas permanentes, al igual que los martillos de Nylon. Los tacos de madera siempre vienen bien. La zona de trabajo debería de ser un trozo de moqueta o tela muy gruesa.
El aceite para armas es la solución universal para la lubricación. Sin embargo, algunos mecanismos pueden usar grasa. Esta solución es ideal si son mecanismos que son difíciles de lubricar, su acceso es complejo o van a funcionar durante un periodo largo sin mantenimiento. Los mecanismos de disparo son excelentes candidatos a funcionar con grasa, al igual que los muelles presentes en las cabezas de los cerrojos o para el retroceso de estos (sobre todo en rifles).
La falta de limpieza del anima de un cañón puede traer las siguientes consecuencias:
- Problemas de alimentación por tener la recamara sucia.
- Problemas de precisión por que la suciedad se acumula en las estrías y estas tienden a desaparecer.
- Al cabo de los años, los residuos de pólvora crean una costra difícil de eliminar, o directamente no se puede eliminar.
Limpiar el cañón es importante por lo anteriormente comentado. Sin embargo, tampoco hay que hacerlo de tal manera que se elimine hasta la ultima traza de cobre. Primero por que estaremos pasando la baqueta hasta aburrirnos, y eso es algo que desgastan los cañones. Y segundo por que esa capa fina de cobre se acumula en la zona de mayor desgaste para las estrías y previene el desgaste. Ojo, no estoy diciendo que haya que tener los cañones a rebosar de cobre, simplemente no volverse loco con ello y estar ahí aplicando la grata cada cinco tiros.