¿Como saciar la curiosidad de los niños cuando hay Armas ?
Publicado: 16 Ene 2010 18:15
Buenas tardes compañeros del foro,el motivo de este post es pediros x favor vuestra opinion al respecto.Pues estoy realizando un estudio sobre la seguridad en las armas y los niños.
Me he encontrado infinidad de discrepancias,rextrinciones rotundas,Permisibilidad absoluta,y multitud de discrepansias.
Pero creo que como Padres que somos ,nos encontraremos con este tema a lo largo de nuestra vida,Profecional o deportiva.
Os dejo una version de un compañero de foro para que x favor me aporteis las vuestras y asi poder ayudar a la gran mayoria de los noveles que comienzan en este apasionado mundo de las armas.
Gracias de antemano y un saludo.
No se que harían otras personas, solo te contare lo que yo hice en mi caso, cuando nació mi primogénito yo ya poseía armas, y jamás, Repito jamás las escondí, ni mucho menos las descargue, toda la vida siempre el revolver con sus seis balas en sus alvéolos, y las pistolas con su respectivo cartucho en la recamara, y los calgarodres al tope, escopeta semi-automática, con sus cartuchos en su deposito, y solo la recamara vacía (por el sistema de disparo antiguo).
Durante mi estancia en casa (despierto) las armas de puño, siempre al alcance de mi mano, (bajo la mesa, escritorio, sujetas con unas placas magnéticas) y la escopeta permanentemente bajo la cama en un soporte especial al alcance de mi mano, cartuchos y municiones distribuidos por diferentes sectores neurálgicos de mi casa (vieja pero algo grande)
Desde que mi primogenito ya tenia edad de poder manipular mis armas, y una edad de jugueteo (6 años) desarmaba y limpiaba mis armas junto con el, hablándole y explicándole lo que hacia y porque lo hacia, lo dejaba que me ayude, supervisando si en realidad lo quería hacer o participar junto conmigo, si se aburría lo dejaba ir, (casi siempre terminaba conmigo, muy curioso y habilidoso para las manualidades) la que siempre andaba molesta su mama, ya que se daba una embarrada de aceite y hollín de padre y señor mió, así es que yo le había guardado una ropa un tanto adecuada para este tipo de juegos.
Por supuesto ni una bala, a la mano, aunque lo descargaba siempre delante de el, y le enseñaba, como y porque, a los 7 años ya empecé a dejarlo acompañarme al polígono, le compre sus protectores y lentes de protección para el (su propiedad) .
A los 8 años me pidió disparar por primera vez, para lo cual le conseguí un revolver primero y luego una pistola semi-automática, ambas en calibre 22 LR.
Curiosamente no llego a gustarle las armas (dispararlas) , tal vez nunca le gusto el tiro, tal vez no le gustaba el daño y destrozo que ocasionabas mis armas en objetivos como una sandia, Cocos, galoneras plásticas con agua, cilindros llenos de agua “para la escopeta”, (se lo hice ver alrededor de los 6 años, para que tuviera una idea, que hacían los juguetitos que tan prolijamente limpiábamos juntos)
El jamás durante toda su niñez, y su adolescencia jamás toco mis armas sin mi permiso, aunque el solía a veces, “llamarme la atención”, ya que yo solía hay veces, dejar algunas municiones, en lugares indebidos, y el era “el guardián oficial” respecto a cuando venían personas a la casa, especialmente otros niños, y el era el que se encargaba que no llegaran ni siquiera a tener cercanía donde tenia mis armas, o las municiones en sus respectivos almacenes de emergencia.
Jamás me dio ningún susto o disgusto, y jamás le cree a el un tabú o sobreprotección al respecto sobre las mismas, solo conversaba y le enseñaba y platicaba lo que hoy en día le platico a cualquier persona novicia como tratar con sus armas, las imprudencia que solemos cometer al manipularlas y como es que la gente se mata o hiere a otras personas inocentes, y siempre se escudaban en que eran “accidentes”…algo que el aprendió perfectamente que no existen, solo irresponsabilidad, negligencia e ineptitud.
Siempre el me preguntaba como todo niño, lo que veía en las películas, y me preguntaba si era posible o era correcto lo que hacían con las armas, y aprendió a entender que en las película es una cosa y en la vida real otra totalmente diferente.
Lo que si le trataba de insistir, era en el mal uso y el abuso de las mismas en determinados momentos de las escenas, en el concepto de la defensa personal, la diferencia de un civil con un policía, y la de los militares, especialmente en acciones de guerra…bueno eso creo, lo hacemos todos los padres, con o sin tenencia de armas.
Cuando llego mi hija, me fue mucho mas fácil, a pesar ser ella mucho mas inquieta y desobediente y muy traviesa, de alguna forma en esto si tuvo mucho que ver mi hijo mayor que ella por unos 4 años, ya que el era mi “guardián oficial” del arsenal, pero no porque “yo se lo haya impuesto” (hubiera sido una estupida irresponsabilidad y abuso de mi parte como padre, haberle dado semejante función siendo el aun un niño) fue siempre el por si mismo, que se tomo esa función, asumo que tal vez, tratando de demostrarme lo mucho que había entendido lo que yo le había enseñado y explicado desde que tenia uso de razón, además el siempre demostró mucho mas madurez y criterio que quien suscribe la pte. de eso no hay ninguna duda, y lo afirmo con toda fuerza.
Hoy en día, mi primogénito tiene 32 años, y la “traviesa” 28 años, ellos ya no viven con nosotros, el esta en el Norte con su esposa, y ella tratando de terminar su carrera en la universidad, después de casada, y una pausa de algunos años en sus estudios por haberse ido un tiempo al extranjero.
Respecto a que si mi hijo, hizo lo que hizo, solo quiero ser justo..estoy plenamente convencido que nunca paso nada a Dios gracias, por lo que mi propio hijo así lo decidió, ojala y es lo que les deseo a cada padre del mundo, que tenga armas, tenga la fortuna que tuve con mis hijos, no solo con lo de mis armas, si no en todo lo que tenga que ver con sus vidas y como lo llevan, me siento mas que agradecido a Dios, haberlos tenido y que son como son, reconozco que tengo algo tan importante…ya, por adelantado.
Gracias de nuevo.
Me he encontrado infinidad de discrepancias,rextrinciones rotundas,Permisibilidad absoluta,y multitud de discrepansias.
Pero creo que como Padres que somos ,nos encontraremos con este tema a lo largo de nuestra vida,Profecional o deportiva.
Os dejo una version de un compañero de foro para que x favor me aporteis las vuestras y asi poder ayudar a la gran mayoria de los noveles que comienzan en este apasionado mundo de las armas.
Gracias de antemano y un saludo.
No se que harían otras personas, solo te contare lo que yo hice en mi caso, cuando nació mi primogénito yo ya poseía armas, y jamás, Repito jamás las escondí, ni mucho menos las descargue, toda la vida siempre el revolver con sus seis balas en sus alvéolos, y las pistolas con su respectivo cartucho en la recamara, y los calgarodres al tope, escopeta semi-automática, con sus cartuchos en su deposito, y solo la recamara vacía (por el sistema de disparo antiguo).
Durante mi estancia en casa (despierto) las armas de puño, siempre al alcance de mi mano, (bajo la mesa, escritorio, sujetas con unas placas magnéticas) y la escopeta permanentemente bajo la cama en un soporte especial al alcance de mi mano, cartuchos y municiones distribuidos por diferentes sectores neurálgicos de mi casa (vieja pero algo grande)
Desde que mi primogenito ya tenia edad de poder manipular mis armas, y una edad de jugueteo (6 años) desarmaba y limpiaba mis armas junto con el, hablándole y explicándole lo que hacia y porque lo hacia, lo dejaba que me ayude, supervisando si en realidad lo quería hacer o participar junto conmigo, si se aburría lo dejaba ir, (casi siempre terminaba conmigo, muy curioso y habilidoso para las manualidades) la que siempre andaba molesta su mama, ya que se daba una embarrada de aceite y hollín de padre y señor mió, así es que yo le había guardado una ropa un tanto adecuada para este tipo de juegos.
Por supuesto ni una bala, a la mano, aunque lo descargaba siempre delante de el, y le enseñaba, como y porque, a los 7 años ya empecé a dejarlo acompañarme al polígono, le compre sus protectores y lentes de protección para el (su propiedad) .
A los 8 años me pidió disparar por primera vez, para lo cual le conseguí un revolver primero y luego una pistola semi-automática, ambas en calibre 22 LR.
Curiosamente no llego a gustarle las armas (dispararlas) , tal vez nunca le gusto el tiro, tal vez no le gustaba el daño y destrozo que ocasionabas mis armas en objetivos como una sandia, Cocos, galoneras plásticas con agua, cilindros llenos de agua “para la escopeta”, (se lo hice ver alrededor de los 6 años, para que tuviera una idea, que hacían los juguetitos que tan prolijamente limpiábamos juntos)
El jamás durante toda su niñez, y su adolescencia jamás toco mis armas sin mi permiso, aunque el solía a veces, “llamarme la atención”, ya que yo solía hay veces, dejar algunas municiones, en lugares indebidos, y el era “el guardián oficial” respecto a cuando venían personas a la casa, especialmente otros niños, y el era el que se encargaba que no llegaran ni siquiera a tener cercanía donde tenia mis armas, o las municiones en sus respectivos almacenes de emergencia.
Jamás me dio ningún susto o disgusto, y jamás le cree a el un tabú o sobreprotección al respecto sobre las mismas, solo conversaba y le enseñaba y platicaba lo que hoy en día le platico a cualquier persona novicia como tratar con sus armas, las imprudencia que solemos cometer al manipularlas y como es que la gente se mata o hiere a otras personas inocentes, y siempre se escudaban en que eran “accidentes”…algo que el aprendió perfectamente que no existen, solo irresponsabilidad, negligencia e ineptitud.
Siempre el me preguntaba como todo niño, lo que veía en las películas, y me preguntaba si era posible o era correcto lo que hacían con las armas, y aprendió a entender que en las película es una cosa y en la vida real otra totalmente diferente.
Lo que si le trataba de insistir, era en el mal uso y el abuso de las mismas en determinados momentos de las escenas, en el concepto de la defensa personal, la diferencia de un civil con un policía, y la de los militares, especialmente en acciones de guerra…bueno eso creo, lo hacemos todos los padres, con o sin tenencia de armas.
Cuando llego mi hija, me fue mucho mas fácil, a pesar ser ella mucho mas inquieta y desobediente y muy traviesa, de alguna forma en esto si tuvo mucho que ver mi hijo mayor que ella por unos 4 años, ya que el era mi “guardián oficial” del arsenal, pero no porque “yo se lo haya impuesto” (hubiera sido una estupida irresponsabilidad y abuso de mi parte como padre, haberle dado semejante función siendo el aun un niño) fue siempre el por si mismo, que se tomo esa función, asumo que tal vez, tratando de demostrarme lo mucho que había entendido lo que yo le había enseñado y explicado desde que tenia uso de razón, además el siempre demostró mucho mas madurez y criterio que quien suscribe la pte. de eso no hay ninguna duda, y lo afirmo con toda fuerza.
Hoy en día, mi primogénito tiene 32 años, y la “traviesa” 28 años, ellos ya no viven con nosotros, el esta en el Norte con su esposa, y ella tratando de terminar su carrera en la universidad, después de casada, y una pausa de algunos años en sus estudios por haberse ido un tiempo al extranjero.
Respecto a que si mi hijo, hizo lo que hizo, solo quiero ser justo..estoy plenamente convencido que nunca paso nada a Dios gracias, por lo que mi propio hijo así lo decidió, ojala y es lo que les deseo a cada padre del mundo, que tenga armas, tenga la fortuna que tuve con mis hijos, no solo con lo de mis armas, si no en todo lo que tenga que ver con sus vidas y como lo llevan, me siento mas que agradecido a Dios, haberlos tenido y que son como son, reconozco que tengo algo tan importante…ya, por adelantado.
Gracias de nuevo.