Mensajepor Tonypecor » 02 Nov 2015 19:22
Hace unos cuantos años, en sucursales bancarias había una jefe (director, apoderado, etc.) con licencia de armas y un revolver/pistola por lo general propiedad del banco. Decidieron eliminar este cargo (me imagino que debía ser una especie de vigilante jurado), dada la poca efectividad real, ya que por lo general, en lugar de tener el arma en un lugar accesible, se encontraba en la caja fuerte, salvo en muy contadas ocasiones. A mí me llegaron a ofrecer el "cargo", aunque a los pocos meses lo abolieron. En una oficina desplazada, que se abría por las tardes en una pequeña población, sufrí un atraco, siendo el único empleado que a diario abría esa oficina. En esas fechas, por parte de la entidad bancaria, teníamos orden de que en caso de sufrir un atraco, entregásemos el dinero, sin oponer ningún tipo de resistencia. Mi actuación fue esa, entregar el dinero sin rechistar. Eso sí, viendo muy cerca de mi cabeza un agujero muy negro, por el que podía salir una peladilla de un calibre mas bien grueso. El sentimiento de impotencia (que no miedo) y las ganas de meterle con el cenicero de piedra un golpe en la cabeza, me dejaron frustrado. Fueron unos pocos segundos y esos instantes me marcaron durante unos cuantos meses. En caso de haber tenido acceso a un arma... sinceramente, dudo mucho que hubiese podido hacer nada, salvo quizá tenerle que entregar muy posiblemente el arma, que en teoría me tendría que haber defendido a mi y al cliente que se encontraba en ese momento en la sucursal.
Es posible, y solo digo eso, que es posible, que de haber estado armado y con un entrenamiento adecuado, mi actuación podría haber sido distinta y terminar con un tiroteo a muy corta distancia (2-3 metros), en el que con toda seguridad, alguien hubiese terminado perjudicado.
En el trabajo, (salvo policía, ejercito y demás), es muy distinto que en el domicilio particular de cada uno y la actuación o reacción de cada persona, también puede ser muy distinta.
Una cosa es cierta, los malos, por cuatro euros, o sin ellos porque la roban, tienen acceso a un arma corta o larga que posteriormente recortan. Los ciudadanos normales, tenemos que acreditar, como la mujer del César, que somos buenos y de confianza para tener acceso a un arma que luego, en caso de necesidad perentoria, no podemos utilizar o si lo hacemos, so pena de que nos caiga todo el peso de la Ley. ¿Esto es normal?. Creo que no, sinceramente.