VBull escribió:
Lo de Dresde fue cosa distinta porque la barbarie de los nazis con Londres no se podía dejar en paso, aunque solo fuera como aviso a navegantes de generaciones futuras, quedó bien claro para la posteridad que con los British el que la hace la paga.
Pues no, la supuesta "barbarie" de los alemanes con Londres fue un juego de niños al lado de la barbarie de británicos y norteamericanos con Hamburgo, Berlín, Nuremberg, Munich, Dortmund, Bremen, Colonia, etc,etc,etc. Dresde fue una demostración de poderío, inútil desde el punto de vista militar, moralmente inaceptable, conta una ciudad de escaso valor industrial y que estaba ya cerca de la llegada del Ejército Rojo.
Sin olvidar que antes de que los alemanes atacaran Londres, fueron primero los británicos quienes atacaron Berlín. El tema es todavía más sangrante cuando se tiene en cuenta que para los alemanes los bombarderos eran ante todo armas tácticas, destinadas a cooperar con el ejército de tierra en la destruccción de las fuerzas militares del enemigo. Por contra, para los británicos, el bombardero era ante todo un arma estratégica destinada a destruir el poderío industrial y sobre todo las ciudades de la retaguardia enemiga junto con su población civil. La prueba es que los británicos se dedicaron fundamentalmente al bombardeo estratégico nocturno, que dada la escasa precisión de las bombas y equipos de puntería de la época, solo tenía sentido sobre grandes ciudades. Y es que como bien dice oscashooter, los británicos en la guerra demostraron en muchas ocasiones menos aprecio por la población civil que los alemanes, dejando aparte las barbaridades de éstos en el Frente del Este.
Los norteamericanos, en cambio, se centraron en sus actividades de bombardeo estratégico en Alemania sobre centros industriales.
En lo que estamos de acuerdo es en que, aunque horrorice, es posible que los bombardeos nucleares de Hiroshima y Nagasaki sobre población civil, hubieran salvado vidas, porque Japón, aunque ya medio rendido por la falta de suministros provocada por la destrucción de su marina mercante, todavía no se había decidido a rendirse, y sus fuerzas militares de tierra eran todavía enormes.
Saludos
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El orden humano se parece al Cosmos en que, de vez en cuando, precisa hundirse en el fuego para renacer de nuevo. Ernst Junger. Sobre los acantilados de mármol.