Estimado amigo y sufridor de "la chispa y la madre que la par..."
Si te sirve de consuelo el problema no está en que te asuste el fogonazo...... que es mucho más rápido que tu propio ojo, sino que los problemas vienen del "tiempo" que transcurre desde el inicio del rascado de la piedra con el rastrillo y el momento del disparo, o sea del retardo, bastante normal en estas armas ........ sobre todo si (siempre desde mi punto de vista) la colocación del polvorín en la cazoleta no es el adecuado. Ese retardo hace que el movimiento que transmitimos al arma en un movimiento combinado causado por nosotros mismos (unos mas y otros menos evidentemente) y por el golpeo del martillo en el rastrillo que no olvidemos que es un esfuerzo "lateral" y por lo tanto algo seguro que mueve el conjunto.
Ya sé que hay muchas teorías sobre este extremo.......pero cada uno tiene sus propias experiencias y la mía es que con una cantidad adecuada de cebado (menos de media vaina del .22) de PNF4 o similar, vertida sobre la cazoleta e inclinada hacia el oído de manera que enrase con el (lo hago mecánicamente con el fusil inclinado y dándole unos golpecitos para que se nivele el polvorín y alcance el oido)
De esta manera consigo encendidos "casi" tan instantáneos como con armas de percusión y con resultados francamente aceptables (94 puntos en la última Copa Presidente en Maximilian)
Ánimo, con unos cuantos cientos de disparos se te quitará la sensación extraña del encendido de la cazoleta (te recomiendo ponerte un pañuelo en plan pirata de manera que no sientas las salpicaduras de la pólvora)
Juan