(3) Nuevo artículo traducido: Los visores en F&T, parte III
Publicado: 06 Abr 2009 16:47
Miras telescópicas para Field Target
Por B. B. Pelletier.
(Artículos aparecidos durante febrero de 2009 en la siguiente dirección: http://www.pyramydair.com/blog/ y traducido por macmaniacoes)
Parte III
http://www.pyramydair.com/blog/2009/02/scopes-for-field-target-part-3.html
En esta última entrega hablaremos del método de tiro por aproximación a ojo (N. del T.: holdover en original, lo traduciré por ojeo) y los visores que van bien con este sistema. Me dediqué a tirar a ojeo en las primeras tres temporadas en que participé en F&T. La primera temporada consistió simplemente en un par de tiradas de exhibición para animar la cosa en nuestro club. Lo teníamos que aprender todo sobre la marcha, usamos veinte siluetas prestadas que ya empezaban a estar obsoletas y tuvimos toda clase de problemas de organización.
Empecemos por el principio.
Accedí a regañadientes a ser el director del encuentro porque de los cuatro que habíamos fundado el club de F&T Damascus Ikes Field Target Association (DIFTA) yo era el único que había participado en una competición antes. En realidad los encuentros en los que había estado hoy en día serían considerados HF&T, ya que nadie se sentaba para tirar. Intenté sentarme una vez, pero tuve que desistir entre gritos y abucheos. Además fallé el tiro.
Así que para el primer encuentro de la DIFTA, me senté según las reglas aprobadas por la American Airgun Field Target Association (AAFTA). Llevaba un manual de bolsillo conmigo y estaba deseando que algún leguleyo saltara de entre los asistentes para poder plantárselo en las narices, pero no pasó nada. No tuve que arbitrar muchos encuentros más, pero para entonces ya tenia las cosas más o menos establecidas. Más o menos.
¡Y era un cerdito ojeador! Bueno, este no es un termino técnico de F&T, me lo inventé para el último artículo. Pero seguro que sirve para ejemplificar el grado de informalidad con el que aquellos que tiran a ojo se toman las cosas por contraposición a los que ajustan el visor en cada tiro. Ya vimos en el último artículo lo que hacía falta para tomárselo de verdad en serio. Vamos ahora a ver como es el F&T a nivel informal.
¿Qué significa "ojear"?
Si decide no ajustar su visor para cada tiro, la alternativa es apuntar a un lugar distinto del punto de impacto para compensar la caída y deriva del balín. Un arma en la que ambos coinciden a veinte metros no siempre mantiene esta correspondencia a los cuarenta. Necesitará variar el lugar al que apunta para compensarlo y conseguir que el proyectil se pose donde usted quiere. Esto es lo que llamo "ojear" A veces tendrá que compensar por arriba y otras por debajo. Esto dependerá de cómo haya ajustado usted su visor. Lo voy explicando según escribo, así que no se rompa la cabeza si no está claro todavía.
Mi primera arma de F&T era sencilla
Siendo el director del encuentro, deseaba un arma que fuera ligera y accesible, pues tenía que estar yendo y viniendo constantemente a lo largo del recorrido para mantener el evento funcionando. Los blancos fallaban continuamente, la gente tenía dudas que necesitaban ser solventadas y lo último que me apetecía era tener que preocuparme además de desafíos técnicos cada vez que me sentaba a tirar. Por eso puse un Bushnell Trophy 6-18x en una FWB 124 y punto. Ajusté el visor para que el cero cayera a unos veinte metros, por lo que seguía en cero más o menos hasta los treinta metros y caía por debajo en otras distancias. Con el arma disparando a unos 262 m/s y el cero a veinte metros , tenía la trayectoria plana más larga posible.
Podría haberla ajustado de manera más radical, como por ejemplo cero a catorce metros. Si hubiera hecho eso, hubiera tenido que apuntar a veces por debajo y a veces por arriba. Por eso no lo hice, era complicarse la vida.
Desde los diez a los diez y nueve metros, mi rifle disparaba bajo, progresivamente menos según se acercaba a los veinte. Entonces, entre veinte y treinta metros, acertaba donde apuntaba, más o menos. En realidad, había ligeras diferencias, pero ya llegaremos a eso.
Más allá de treinta metros, el balín pegaba por debajo de la cruz de nuevo. Así que para los tiros de menos de veinte metros o más de treinta, pegaba bajo. Tenía que situar la cruz del visor por encima de donde quería que cayera el balín. Tenía que apuntar a ojo. A OJO.
¿Pero cuanto por encima?
Había ajustado mi visor en un puesto de tiro en un día calmo. Las distancias en el puesto ya estaban marcadas desde la misma línea de tiro. Primero marqué las distancias reales de enfoque sobre un papel adhesivo enrollado en la campana del visor. Después me puse a investigar cuanto tenia que elevar la cruz a esas distancias para compensar la caída. A diez metros, por ejemplo, el balín golpeaba unos dos centímetros y medio por debajo de la cruz, mientras que a diez y nueve pegaba sólo unos cuatro milímetros por debajo. A cuarenta metros golpeaba de nuevo unos dos centímetros y pico por debajo. Pero me di cuenta de una cosa muy curiosa.
¡Dos centímetros a diez metros se ven MUY distintos de dos centímetros a cuarenta! Para decirlo de otro modo, a través de mi visor, dos centímetros a cuarenta metros parecen diminutos, pero a diez metros se ven enormes.
Imaginación al poder.
¡Madre mía! Según crece la distancia, las imágenes en el visor se vuelven más pequeñas, así que los puntos a los que apuntar no se distribuyen de manera uniforme. No queda más remedio que, atención, ¡IMAGINARSELO!
Por B. B. Pelletier.
(Artículos aparecidos durante febrero de 2009 en la siguiente dirección: http://www.pyramydair.com/blog/ y traducido por macmaniacoes)
Parte III
http://www.pyramydair.com/blog/2009/02/scopes-for-field-target-part-3.html
En esta última entrega hablaremos del método de tiro por aproximación a ojo (N. del T.: holdover en original, lo traduciré por ojeo) y los visores que van bien con este sistema. Me dediqué a tirar a ojeo en las primeras tres temporadas en que participé en F&T. La primera temporada consistió simplemente en un par de tiradas de exhibición para animar la cosa en nuestro club. Lo teníamos que aprender todo sobre la marcha, usamos veinte siluetas prestadas que ya empezaban a estar obsoletas y tuvimos toda clase de problemas de organización.
Empecemos por el principio.
Accedí a regañadientes a ser el director del encuentro porque de los cuatro que habíamos fundado el club de F&T Damascus Ikes Field Target Association (DIFTA) yo era el único que había participado en una competición antes. En realidad los encuentros en los que había estado hoy en día serían considerados HF&T, ya que nadie se sentaba para tirar. Intenté sentarme una vez, pero tuve que desistir entre gritos y abucheos. Además fallé el tiro.
Así que para el primer encuentro de la DIFTA, me senté según las reglas aprobadas por la American Airgun Field Target Association (AAFTA). Llevaba un manual de bolsillo conmigo y estaba deseando que algún leguleyo saltara de entre los asistentes para poder plantárselo en las narices, pero no pasó nada. No tuve que arbitrar muchos encuentros más, pero para entonces ya tenia las cosas más o menos establecidas. Más o menos.
¡Y era un cerdito ojeador! Bueno, este no es un termino técnico de F&T, me lo inventé para el último artículo. Pero seguro que sirve para ejemplificar el grado de informalidad con el que aquellos que tiran a ojo se toman las cosas por contraposición a los que ajustan el visor en cada tiro. Ya vimos en el último artículo lo que hacía falta para tomárselo de verdad en serio. Vamos ahora a ver como es el F&T a nivel informal.
¿Qué significa "ojear"?
Si decide no ajustar su visor para cada tiro, la alternativa es apuntar a un lugar distinto del punto de impacto para compensar la caída y deriva del balín. Un arma en la que ambos coinciden a veinte metros no siempre mantiene esta correspondencia a los cuarenta. Necesitará variar el lugar al que apunta para compensarlo y conseguir que el proyectil se pose donde usted quiere. Esto es lo que llamo "ojear" A veces tendrá que compensar por arriba y otras por debajo. Esto dependerá de cómo haya ajustado usted su visor. Lo voy explicando según escribo, así que no se rompa la cabeza si no está claro todavía.
Mi primera arma de F&T era sencilla
Siendo el director del encuentro, deseaba un arma que fuera ligera y accesible, pues tenía que estar yendo y viniendo constantemente a lo largo del recorrido para mantener el evento funcionando. Los blancos fallaban continuamente, la gente tenía dudas que necesitaban ser solventadas y lo último que me apetecía era tener que preocuparme además de desafíos técnicos cada vez que me sentaba a tirar. Por eso puse un Bushnell Trophy 6-18x en una FWB 124 y punto. Ajusté el visor para que el cero cayera a unos veinte metros, por lo que seguía en cero más o menos hasta los treinta metros y caía por debajo en otras distancias. Con el arma disparando a unos 262 m/s y el cero a veinte metros , tenía la trayectoria plana más larga posible.
Podría haberla ajustado de manera más radical, como por ejemplo cero a catorce metros. Si hubiera hecho eso, hubiera tenido que apuntar a veces por debajo y a veces por arriba. Por eso no lo hice, era complicarse la vida.
Desde los diez a los diez y nueve metros, mi rifle disparaba bajo, progresivamente menos según se acercaba a los veinte. Entonces, entre veinte y treinta metros, acertaba donde apuntaba, más o menos. En realidad, había ligeras diferencias, pero ya llegaremos a eso.
Más allá de treinta metros, el balín pegaba por debajo de la cruz de nuevo. Así que para los tiros de menos de veinte metros o más de treinta, pegaba bajo. Tenía que situar la cruz del visor por encima de donde quería que cayera el balín. Tenía que apuntar a ojo. A OJO.
¿Pero cuanto por encima?
Había ajustado mi visor en un puesto de tiro en un día calmo. Las distancias en el puesto ya estaban marcadas desde la misma línea de tiro. Primero marqué las distancias reales de enfoque sobre un papel adhesivo enrollado en la campana del visor. Después me puse a investigar cuanto tenia que elevar la cruz a esas distancias para compensar la caída. A diez metros, por ejemplo, el balín golpeaba unos dos centímetros y medio por debajo de la cruz, mientras que a diez y nueve pegaba sólo unos cuatro milímetros por debajo. A cuarenta metros golpeaba de nuevo unos dos centímetros y pico por debajo. Pero me di cuenta de una cosa muy curiosa.
¡Dos centímetros a diez metros se ven MUY distintos de dos centímetros a cuarenta! Para decirlo de otro modo, a través de mi visor, dos centímetros a cuarenta metros parecen diminutos, pero a diez metros se ven enormes.
Imaginación al poder.
¡Madre mía! Según crece la distancia, las imágenes en el visor se vuelven más pequeñas, así que los puntos a los que apuntar no se distribuyen de manera uniforme. No queda más remedio que, atención, ¡IMAGINARSELO!