Agradecido por tus amables apreciaciones.
Te voy a sorprender:
Vivo en plena Costa Dorada y a escasos metros del mar Mediterráneo.
Mi cuchillería está seca, limpia y sin lubricante alguno, expuesta en dos vitrinas con luz... y sus fundas guardaditas a parte en sus respectivas cajas o recipientes de almacenaje.
Los aceros están impolutos desde hace más de una o dos décadas.
Evita almacenar la cuchillería en cajones ubicados zonas húmedas y oscuras de la casa (incluídos -y sobretodo- altillos o desvanes, y sótanos), además de cuchillos guardados dentro de las fundas (especialmente de piel), o dentro de sus cajas de orígen (aunque equipen las bolsitas anti-humedad).
Está bién eso de engrasarlos y conservarlos en bolsas de plástico, pero ello evita que te deleites jugando, toqueteando y contemplando tu cuchillería. Hacer constar que todo acero debe de sentir el oxígeno reinante en el ambiente, ver la luz, y le gusta poco el almacenaje prolongado sin protección.
Si tu sudor corporal es muy ácido y fuerte, ten siempre la precaución de contrarrestarlo pasando un papelito impregnado de lubricante por la hoja, y posteriormente un limpiado y abrillantado con un paño seco de algodón. Especialmente si se trata de hojas forjadas en acero al carbono
El pulido a espejo protege de forma extra el acero al carbono... Y con el tiempo, la patina natural que se forma en él, también contribuye en su protección y mantenimiento.
Mimar tus aceros, es el verbo y antídoto reinante. "Ellos" siempre te lo agradecerán a la larga.
El aire puro y limpio de un expositor o vitrina, iluminado y seco, es un bálsamo de juventud eterna para nuestros estimados fierros.
Salud, y buena colección.