En dos palabras: estamos jodidos.
A los chinos del primer restaurante ídem que abrieron en Huesca les costó 20 años enrollarse un mínimo con un servidor que era vecino y que llegó a papearse casi toda la carta (hace falta echarle paciencia y hambre). Aún tengo la botella con el lagarto... bueno, la tiene mi madre.
También me llevó un laaaaargo tiempo reparar que de todos los mataos que entrábamos allí la hija de los dueños solo me sonreía a mí y hasta una vez me cambió la lata de coca cola de regalo por una San Miguel.
Los chinos no viven para trabajar; trabajan para jubilarse. Su vida gira en torno del trabajo y son felices así. Yo creo que el matrimonio que son los dueños se ponen tristes al cerrar por las noches. De vacaciones ni hablar.
Palabras clave: son felices currando. Amasando guita.
Laboralmente en este mundo puedes hacer dos cosas: vender tu alma al diablo por pasta o bien dedicarte a algo que te guste sin mirar la pela. En el primer caso conviene tener claro si la prioridad PASTA va a cubrir todas tus necesidades o por más cuenta corriente puedes acabar siendo un viejo prematuro amargado, como el padre de un amigo ejecutivo de la telefónica que con 50 años se vio jubilado. Entre eso y su alcoholismo duró menos de 10 años. Villalonga, ¿se puede decir, Josetxo?
Si trabajas en algo que sea tu afición/pasión en primer lugar no vas a trabajar propiamente dicho ni un día de tu vida y hasta si suena la flauta te forras sin dejar de sonreír. Pero, claro, es complicado, primero tienes que PENSAR y eso es jodidísimo en parte por la LOGSE en parte por la TELE. Ni tengo LOGSE ni tengo TELE.
Seguimos, vuzotro uztede la gente de ciudá estáis llenos de cojonadas. El coche los restaurantes el fin de semana... en el pueblo -y llamo pueblo español a todo núcleo de 500 hab para abajo de CUALQUIER PARTE DE ESPAÑA (me sale la vena de geógrafo)- yo os digo que el espíritu es mucho más chino. Currar. A estos los dejas lejos de las almendreras un fin de semana cada cuatro años y ya tienen para hablar una década en el café; una semana no lo soportarían. Un mes antes de morirse, mi amigo Paco el Pastor, una roca humana de 60 años, me contó mientras matábamos un par de corderos a las ocho y media de la mañana -me cogió paseando al perro- que por una vez iba a perder la cabeza e iba a dejar las ovejas quince días con el yerno para llevar a su mujer de vacaciones a la playa, que nunca habían estado. Se murió en la cama como un bendito sin conseguirlo.
Yo mismo me hago la leña en el monte y en campos de amigos A SERRUCHO Y TIJERAS. Las sierras modernas son la hostia, cortas un tronco gordo como un muslo de Beyoncé sin cansarte, siempre que el corte vaya haciendo abrirse la rama. Mi vecino Antonio (77 años) a veces me lleva a limpiar almendreras y nos llevamos su Patrol y mi Aranos y los llenamos de leña. Yo en trueque le alineo la broza resultante en el medio de las fajetas y sostengo los camales para que no se haga daño mientras los corta con motosierra. Luego los limpio y hala! 400kg de leña para casa.
Ya he comentado que mientras estudiaba hice de todo y encima gozando porque el trabajo era accesorio. En una empresa de alquiler de maquinaria/material de construcción fui al centro de Zaragoza a entregar unos puntales largos para una remodelación. Descargar el puto camión después de pasar por callejas hechas para smarts me llevó varias horas y entre ellas la de comer. La cuadrilla de chinos que había entre nacionales se comió un arroz ni manchado en 15 min y continuaron currando. Necesitaban dos tíos para cada puntal -yo casi podría haber llevado uno en cada mano- pero lo cojonudo es que ni cigarrito ni cafecito, ni cachondeo con la camarera, ni quiniela ni hablar de fútbol o de lo buena que está la comercial x. Y cuando vuelvan a una jodida zona remota de Manchuria serán los putos amos con la miseria que les dimos aquí.
Conclusión: hazte amigo de un chino.
Soy el usuario conocido como ThisCharming.